Daddy-in-law (+18)

2: Washington D.C.

A pesar de sus comentarios molestos durante toda la tarde en relación al novio de su hija, ya que Lily había empezado a hacer campaña para que al menos accediera a verlo sin querer matarlo, Derek se alegraba mucho de ver a su hija.

Una hora antes de cenar, la chica recibió una llamada de su novio, por lo que se fue del salón para hablar en privado. Derek permaneció sentado con el ceño fruncido, molesto por aquella interrupción. En realidad, todo lo que tuviera que ver con su yerno, desde que había conocido su existencia oficialmente, le irritaba sobremanera.

Oyó la risa de Lily al hablar con él, y soltó algo parecido a un gruñido. Sólo de pensar que aquel le ponía la mano encima a su hija le ponía enfermo. Ella volvió a su encuentro y lo miró con una triste sonrisa.

-Papá, me tengo que ir ya, que vamos a salir a cenar -explicó la muchacha.

-Estupendo, no pasa nada -dijo con una sonrisa-, me alegro que al menos te hayas pasado a verme.

-Claro, tenía muchas ganas de visitarte. Espero que a la próxima nos invites a Stiles y a mí a pasar un fin de semana aquí.

-Creo que no será posible...

-Papá -se quejó Lily-, mamá ya lo ha invitado a Washington, ¿no deberías hacer lo mismo?

-Que no hiciera lo que tu madre quería fue lo que hizo que Joy me dejara -gruñó Derek.

-Si no lo haces por ser igual que ella, hazlo para hacerme feliz a mí. Me haría mucha ilusión que lo conocieras antes de la graduación, porque si no lo sabías vamos a celebrar las dos en el mismo lugar. Lo haremos juntos.

Derek resopló pesadamente, y miró a Lily frunciendo el ceño. Acto seguido se encogió de hombros y sonrió débilmente. Asintiendo resignado.

-Vale pequeña, te avisaré cuando podáis venir, pero lo hago por ti, no porque quiera conocerlo, porque por lo que he visto prefiero no saber nada de él...

-De verdad, con lo simpático que es... y seguro que cuando lo conozcas te encanta, siempre pasa lo mismo. A mí me gustó cuando lo conocí un poco más, mi primera impresión de él no fue muy destacable, la verdad -explicó ella con una risa.

-Vale, me creo lo que dices -repuso el moreno-, no es gran cosa.

-Ya verás, no seas tan amargado, papá -dijo Lily dándole un beso en la mejilla y también un abrazo escueto, sonriéndole a continuación-. Espero verte pronto.

-Igualmente cariño, cuídate mucho y espero que tu novio te trate bien.

-Ya lo hace, así que no te preocupes.

Su padre suspiró y le abrió la puerta, dejándola pasar y viéndola irse calle abajo. Apretó los labios con disgusto, no le gustaba en absoluto que ella estuviera con ese chico, en realidad no le gustaba ninguno, pero ella iba a seguir con ese tan Stiles, y tendría que acabar cediendo si quería seguir teniendo relación con Lily. Suspiró y cerró la puerta, dirigiéndose a la cocina para hacerse la cena.

***

Los días con John Stilinski fueron un éxito. El hombre era verdaderamente un encanto, y junto a eso y a que Lily se hacía querer, se llevaron genial. Stiles estaba feliz de que su novia le hubiera caído en gracia a la persona más importante de su vida, por lo que conducía contento hasta la residencia.