26: Owen

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Supieron que venía un niño casi a los cuatro meses. Stiles consiguió trabajo y su suegra los ayudó a pagar un piso donde vivir. El estar con una embarazada hacía que su atención se centrara totalmente en los deseos de Lily, y los antojos que iba teniendo a medida que su barriga crecía de tamaño.

Había bloqueado a Derek del whatsapp, necesitaba centrarse en la chica, iba a tener un hijo con ella y le parecía deleznable pensar en la polla de su suegro estando ella así.


Más de una vez había tenido ganas de hablar con él, porque lo echaba de menos, para qué mentirse. Estaba seguro que Derek se había buscado a otro niñatillo al que follarse, pero el recuerdo de su último encuentro prevalecía en su mente. Y lo obsesionaba.

Lily ya estaba de nueve meses, y el inminente encuentro con Derek -tendría que ver a su nieto, suponía-, atormentaba su mente. No sabía cómo reaccionaría, cómo actuaría ante él, pero la respuesta fue fulminante: sólo fue su suegra con su inseparable novio.


Acompañaron a la pareja las horas que estuvo en labor Lily, que no fueron pocas, y de madrugada llegó al mundo Owen Stilinski-Hale.

El sentimiento que creció en el pecho de Stiles fue incomparable a nada de lo que había sentido en su vida. Recorrió los lunares del pequeño bebé que adornaban su rostro, y sonrió cuando éste bostezó tiernamente.


-Se parece a ti -dijo Joy mirando a Stiles.

-Pero tiene el ceño de Lily -comentó acariciándole el entrecejo con un dedo. Le dio el bebé a su novia, que le besó en la frente-. Espero que haya sacado tus ojos -repuso el castaño mirándolos. Si sacaba los ojos de Lily significaba que también sacaría los de Derek.


Eliminó de su mente el pensamiento sobre él y se volcó al cien por cien en la realidad que estaba viviendo.


***


Owen tenía unos diez meses ya cuando vio a su abuelo por primera vez. Se lo contó Lily como si no fuera gran cosa. Su padre había ido de visita aprovechando que Stiles no estaba en casa, y había visto por fin a su nieto.

Pudo comprobar el gran parecido con Stiles, pero los ojos lo había sacado verdes como Lily y como él mismo. El niño era todo sonrisas y carcajadas, y muy espabilado para el poco tiempo que tenía.


Prometió a su hija pasar a visitarlos en otra ocasión, pero se fue antes de cruzarse con Stiles.

El chico no sabía si estaba contento por no haber tenido que enfrentarse a la mirada de Derek y a sus sentimientos, o frustrado por no contentar el síndrome de abstinencia que tenía desde que no veía a Derek.

Definitivamente estaba frustrado.


***


Le dio un beso en la frente a Owen, que dormía tranquilamente con las manitas abrazando a su peluche favorito. Se asomó una última vez a su habitación, viendo a Lily durmiendo plácidamente. Le había dicho que saldría con algunos compañeros de trabajo, pero la verdad es que iba a otro lugar.

Le quedaba una hora hasta Beacon Hills, y ni siquiera estaba seguro de lo que iba a hacer, pero igualmente se montó en el jeep y se dirigió a su pueblo natal.


La radio lo entretuvo durante todo el camino, en el que estuvo torturándose mentalmente, y no era para menos. No le parecía menos grave lo que había hecho antes de que naciera Owen, pero el hecho de que estuviera haciendo aquello con un hijo y una mujer a su cargo era vergonzoso.

Daddy-in-law (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora