Big girls cry

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Abrí los ojos, estaba en la habitación de un hospital. Al lado de mi cama estaba la doctora Sofía, observandome, casi con ternura.

-Buenos días

-Hola...

-¿Cómo te sientes?

-Como la mierda

-Te creo. Casi tuviste un coma alcohólico. ¿Te acordas de algo?

-De todo

-Bien

-Lionel me odia, ¿verdad?

-No, está dolido, pero no te odia

En ése momento él entró en la habitación. Tenía la mirada cansada.

-Creo que los dejaré solos un momento -dijo Sofía saliendo de la sala-

Él se sentó en mi cama, y yo me acomode para quedar sentada igual que él.

-Hola

-Hola

-¿Cómo te sentís?

-Me duele la cabeza y el estómago
-Sí, el doctor dijo que casi caes en coma alcohólico. Prometeme que no vas a tomar más

-¿No me odias?

-No, me lastimaste, pero no te odio

-Todo lo que dije era mentira

-Ya sé, me lo explicó Sofía, pero no es éso lo que me lastimó

-¿Qué es entonces?

-Como te vi. Como te venía viendo. Me lastimaba ver como te deteriorabas con el paso de los días, dicen que...

-¿Qué?

-Que intentaste matarte. Habías tomado aspirinas antes.

No me acordaba de éso, definitivamente.

-¿Qué?

-Sí... Mara si a vos... si a vos te pasa algo, yo no puedo seguir más, ¿entendes? No me quedan razones.

-Perdón, perdóname.

Comencé a llorar, quería que él me odiara, y me termine odiando a mi misma. Era una basura.

-Te amo -dijo, mirándome a los ojos-

Estampó sus labios contra los míos, y me perdí en ése beso. No recordaba lo mucho que extrañaba besarlo, sentir sus manos en mi cuerpo, su olor, su pelo, su esencia.

-Prometeme que nunca más nos vamos a separar -dijo cuando nos separamos-

-Te lo prometo. Nunca, nunca más

Y continuamos, era como si nuestras bocas hubieran estado en abstinencia la una de la otra, y ahora estaban nuevamente cayendo en la tentación. Nos separamos cuando el doctor entró.

-Disculpen, no quería interrumpir

-No, está bien, yo ya me iba

-No -dije tomandolo del brazo- Quedate conmigo

-Bueno, está bien

-Entonces... Mara, ¿te das cuenta de la gravedad de tu problema?

-No soy alcohólica

-Lo sé, no me refería a éso. Me refiero a tu depresión, tu psiquiatra me habló al respecto. Sobre tu estado. Y coincidimos en que... bueno... ha empeorado

-¿En qué sentido? -preguntó Lionel-

-Bueno, intentó suicidarse. Ingeriste una cantidad peligrosa de aspirinas, mezclada con alcohol es perjudicial. Aún no sé cómo estás viva. Esto demuestra que necesitas toda la atención y el cuidado posible

Gol Del Destino (Lionel Messi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora