Luana

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He aquí algo sobre el embarazo: en las películas, libros o programas de televisión, te lo muestran como una etapa en la que todo es maravilloso. Donde empiezas a encontrarte a vos misma y tenes algo que llaman "brillo" maternal.

Bueno, es pura mierda. Todo. Estoy gorda, mis pies hinchadisimos, y me alimento como si no hubiera comido en 10 años. Y ni hablemos de mis cambios de humor. Por suerte, Lionel es comprensivo, sabe que mis enojos repentinos no son por nada de lo que él haya hecho, son parte de un proceso. Un proceso horrible, un ser humano que se come mis fuerzas, energía y mi cuerpo, y todo. Ya sé, no debería decir esto, y amo a la criatura que estoy creando dentro de mi, realmente la amo, más que a mi. Pero a veces quisiera haberle recordado a Lionel usar preservativo.

-¿Lo estás haciendo a propósito?

-¿Qué?

-Masticar así, Lionel, ¿tenes que hacer tanto ruido?

-Estoy masticando normal

-No, normal es en silencio

-Bueno, alguien no está de humor hoy

-No, perdón... No es con vos, es que no sé qué me pasa

-Estas embarazada, amor, éso pasa. Las emociones están a flor de piel

-Sí, supongo. Hoy voy a salir a caminar

-¿Qué? ¿Por qué?

-Tengo que comprar unas cosas

-Sabes que tengo gente para que se encargue de éso

-Pero quiero hacerlo yo. Me tenes encerrada todo el día en ésta casa, no me dejas hacer nada, quiero salir. Me estoy asfixiando

-Sólo quiero que te dediques a cuidar a nuestro bebé, nada más

-Soy más que una madre

-Ya sé, sólo quiero cuidarte, cuidarlos

Me gustaba que Lionel fuera así, que me cuidara, pero vivía encerrada acá adentro. Yo no soy una persona a la que le guste estar sentada todo el tiempo mirando televisión, ni siquiera me dejaba ayudar a limpiar, su empleada me lo prohibía por orden de él.

-Ya sé -dijo interrumpiendo mis pensamientos-

-¿Qué?

-Éste fin de semana vamos a algún lugar

-¿No tenes que entrenar?

-La temporada todavía no empezó, y no me van a decir que no

-Está bien

                            -

Ya llevaba cuatro meses de embarazo, lo que significaba que podíamos saber el sexo del bebé, así que aquí estábamos. El doctor untaba una crema en mi vientre, y la pantalla mostraba el interior de mi útero, donde el ser que llevaba adentro vivía día a día.

-Bueno, todo parece bien... ¿Les gustaría saber el sexo?

-Sí -dijimos al unísono-

-Bien, los felicito... es una niña

Y ahí estaba, el misterio se había resolvido. Una niña. Volteé a ver a Lionel, y sus ojos estaban llorosos, su mirada fija en el monitor, como intentando descifrar el rostro de nuestra hija.

-¿Feliz? -le pregunté-

-Muchísimo... mis niñas

Sonreí al momento. Por primera vez durante todo éste tiempo, ya nada me molestaba. Ni los pies hinchados, ni mis cambios de humor ni mi apetito voraz. Todo estaba bien, nuestras almas en armonía, nuestras vidas por fin, completas.

                               -

-Rocío

-No me convence

-Nancy

-No me gusta

Estábamos acostados, pensando en nombres para nuestra hija. Spinetta sonaba de fondo y ya íbamos por nuestra segunda pizza. Bueno, yo, Lionel sólo comía algunas porciones.

-¿Luz? -le sugerí-

-Muy hippie

-Soy algo hippie

-Yo no... Creo que tengo uno

-¿Cuál?

-Luana

No respondí. Hacia mucho tiempo no había oído ése nombre, o pensado en Luana. Parecía como si mi mente la hubiera escondido abajo de la alfombra, para no pensar nunca más en ella, como intentando superarla.

-No sé

-¿No te gusta?

-Sí, pero... No sé. ¿A vos te gusta?

-Me encanta

-Entonces... ¿Luana?

-Luana

-Luana -finalice, acariciando mi vientre-

Era un bello nombre, pero mas allá de éso, me gustaba el hecho de que mi hija y Luana estuvieran conectadas de alguna forma, a pesar de que no se conocerán en ésta vida. La sentía, su energía, cerca de mi. Acompañandome en cada momento. Dejarla atrás, escondida en un cajón, no solucionaba nada.

Hoy decidí recordarla sonriendo, feliz. Con nostalgia, pero sintiendola cerca de mi. Como un ángel, que me protegía, que me bendecia.

N/A:

¡Hola! ¿Cómo están? Espero que bien. Yo excelente, por si se lo preguntan. Sé que no publicaba hace una semana ningún capítulo, pero justamente hace una semana que estoy de vacaciones y nada, vine a vacacionar a España, a Madrid para ser exacta, y bueno... como se imaginarán estoy dando vueltas por todas partes, jajajaja.

Éste capítulo es muy cortito porque, sinceramente no andaba con mucha imaginación, pero creo que es porque estoy muy emocionada por estar acá. ¿Vieron el nuevo look de Lionel? ¿Qué les parece? A mi me encanta, sinceramente. (En unos días voy a ir a Barcelona, y espero encontrarme a Antonella aunque sea. Ya sé, ya sé, sigo soñando, jajaja)

En fin... Les mando un abrazo enorme a todos, y gracias por votar y comentar. La verdad es que me dan ganas de seguir escribiendo más y más. Y no se preocupen, que aún quedan muchísimos capítulos, sólo denme un poco de tiempo para acomodar lo que tengo en la mente y convertirlo en una historia, jaja. Saludos, ¡que la disfruten!

P.D.: Si tienen recomendaciones o algún pedido especial, no duden en pedirlo. Todas las críticas son bienvenidas mientras sean con respeto y constructivas. :) Ahora me voy a dormir, que son casi las 4 AM acá, jajaja.  ¡Abrazos gigantes desde acá!

Gol Del Destino (Lionel Messi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora