Capítulo 12

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Narra Nicoflen: 

Él Edgar hablaba en voz baja con sigo mismo, cada vez que no entendía algo lo hacia, cómo si intentara analizar cada detalle para poder comprender.

-Pero, ayer te caía como el hoyo. -se recostó junto a mi como los machos que somos. 

-Sí sé, pero anoche hablamos tan en paz que no sentí como si la odiara, me cayó bien por un momento. -lo miré. -quizá me vuelva a caer mal cuando volvamos a peliar. -me senté.

-No creo. -copió mi acción. -es que, a vo cuando te cae mal alguien después es casi imposible que te vuelva a cae bien po weon. 

Lo miré mientras subía mis hombros. 

[....] 

-Es más bonita la weona, su risa culiá es tan tierni. -habló mi barbudo amigo. 

Habíamos salido a cobrarles las pizzas al Naiko como los gordos que somos, él Jaime se había pasado toda la tarde hablando de la Génesis, "de zu bonita zomriza y zu carácter tan particular" las weas hinchas me tenía, eso era bonito. 

Los cabros hablaban con gracia, como siempre. Yo daba vuelta mi pajita por la botella, sentí un codo chocar contra mi brazo. Él Naiko me hizo una seña con la cabeza, la __ con la Génesis habían entrado mientras se reían. 

-Mira quién anda allí. -habló él Edgar. 

Él Jaime al ver a la Génesis su tula lo manejó hasta ellas, intercambió un par de palabras y se vino a sentar. Al rato ambas llegaron con su bandeja de comida. 

-Holi. -saludó la amiga de la __. 

Los cabros le contestaron con simpatía, como siempre. Entre todos empezaron a hablar como si amigos de la infancia se tratara, la __ se mantenía en silencio, de vez en cuando se reía por lo bajo e intercambiaba palabras con él Edgar. 

-Déjate de mirarla aweonao. -murmuró el Naiko mientras se reía. 

Narra __: 

Había sido una tarde piola, ya habíamos llegado a nuestra hermosa casita. Me encerré en mi pieza a estudiar al igual que la Génesis, pero como de costumbre, sabría que vendría a webear. 

Lo que quedaba de tarde nos la pasamos estudiando, de vez en cuando nos distraíamos hablando y pelando a persona que nos acordáramos. 

 La Génesis, como buena persona que es me trajo un tésito y se fue a su pieza a dormir, aún le duraba la caña de el carrete. Abrí la ventana para que la pieza se ventilara un poco, me dejé caer de espaldas en mi cama mientras bajaba la pantalla de mi teléfono.

Me levanté mientras suspiraba, tomé mi té con una mano mientras que con la otra guardaba el teléfono en el bolsillo de mi chaqueta, él Nicolás estaba en la misma posición que ayer, sentado en la ventana con la mirada por algún lugar de la calle. 

-¿Otra vez aquí? -me apoyé en el marco de la ventana. 

Al escuchar mi voz se enderezó asustado, al verme suspiró mientras volvía a mirar a la calle. Al no recibir respuesta me enderecé con intenciones de volver a mi cómoda y linda camita. 

-No te odio. -lo miré con una ceja en alto. Se subió de hombros mientras me miraba.

Me senté en el marco de la ventana mientras suspiraba. 

-Entonces ¿Por qué los malos tratos? ¿Las peleas? Toda la mierda del último tiempo. 

-Peleo con todo el mundo, no es novedad. -se rió por lo bajo. - quizá te odié un poco, me eché un ramo por tu culpa, pero ya no. Supongo que al ver que no eres como me lo planteaba se me pasó. 

-¿Cómo te lo planteabas? -lo miré mientras tomaba té. 

-Típica mina chupa pico, unicornia culiá que se queja por todo, que no se sabe defender, que busca al príncipe azul. 

-Ts, que me teníai en alto. -reí mientras miraba mi té. 

-Eres como yo. -lo miré. -tirai talla, hablas puras weas, lo único que yo no tengo brazos de pollo. 

Buenas decisiones (Nicolás y tú) [Terminada]Where stories live. Discover now