Capítulo 33

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—La verdad es que no te entiendo mi amor. —habló mi mamá mientras se llevaba los platos a la cocina. —¿No has intentado escuchar lo que tiene que decir? —volvió a aparecer por la puerta.

Negué con la cabeza. —Ni siquiera hablamos. —la miré.

—Me caía bien ese cabro, hizo lo que no veía hace mucho. —me miró. —ponerte una verdadera sonrisa en esa carita de muñeca. —tocó mi mejilla. —debes entender algo. —se sentó frente a mí. —deja esa excusa de que si lo dejas ir y vuelve siempre fue tuyo, o que sí te ama él será el primer en hablar. —tomó mi mano mientras me miraba a los ojos. —una vez cuando pequeña me preguntaste cual era la diferencia entre querer y amar. Son dos cosas muy distintas, son como las flores. —subí una ceja sin entender. —cuando quieres una flor simplemente la sacas, la presumes a todo el mundo y ves como de apoco se va secando, cuando amas esa flor no la sacas, la riegas, la observas, la cuidas. Si logras comprender eso hermosa, tienes el mundo a tus pies.

[....]

Narra Nicolás:

—Si sé. —me senté en el pasto. —¿No te molesta que tú mina me haya intentado culiar indirectamente? —pregunté mientras lo miraba.

Negó con la cabeza. —en sí me hizo darme cuenta de con quién estaba, pero también fue peor para ti. —cerró la botella que tenía entre sus manos.

—Por lo menos uno de los dos salió ganando. —sonreí de lado.

—Intenta hablar con ella. —me miró con un ojo entrecerrado, estaba más fuerte que la chucha el sol. —no pierdes nada. —se levantó para después darme una palmada en la espalda. —nos vemos mañana.

Le hice una seña con la cabeza en forma de despedida. Fácil decir la weaita po' "hablar con ella" ojalá fuera tan fácil.

Me dejé caer de espaldas al pasto, me voy a pegar uno como mi general, su buen balazo en la cabeza.

—Hola bebé.

Esa voz, esa voz tan irritable que no quería volver a escuchar. Me levanté con intenciones de irme, una de sus delgadas manos sujetó mi muñeca.

—No te vayas. —se levantó de un salto.

—Sueltame. ¿Querí?

Narra __:

Después de comer con mi mamá decidí irme caminando hasta mi casita con su buena música. Iba sacándole los nudos a los audífono hasta que me encontré con él Nicolás estaba acostado de espalda en el pasto, no sabía si acercarme, escucharlo o simplemente irme. Estuve un par de segundos así, cuando por fin me había decidido ir hacia él la Génesis se sentó junto a él.

Sonreí de lado mientras miraba.

Pequeña __, pequeña ingenua.

Pasé los audífonos por detrás de mi cuello, ya no podía hacer nada. Media vuelta y pa la casa.

—Sueltame. ¿Querí?

Un escalofrío me recorrió, giré la cabeza con intenciones de ver que ocurría.

—¿No te bastó cagarme la relación? —preguntó mientras se soltaba con total brusquedad. —No sé quién chucha te creís weon, no sé cómo la gente podía elegirte  a ti en vez de a la __.

Miré aquella escena en silencio, la Génesis se ponía roja. Quizá de vergüenza o rabia, quien sabe.

—No hay en dónde perderse, ella tiene muchas cosas que tú no tienes.

—Lo bonita, por ejemplo. —rió.

—Sí, porque tú no lo tienes. —metió sus manos en los bolsillos de su pantalón. —ni curao me meto con una mina como vo'.

[....]

Me dejé caer en mi cama, me sentía extraña. No sabía si sentía felicidad, tristeza, vacío. No tenía idea, sólo sabía una cosa.

Lo seguía queriendo tanto como la primera vez.

Buenas decisiones (Nicolás y tú) [Terminada]Where stories live. Discover now