Capítulo 28

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"Es lindo que alguien se tome la molestia de conocerte."

(...2 meses después...)

Jugaba con su mano mientras él hablaba por teléfono, él tan negro y yo tan blanca, somos el tuyo perfecto papu.

Me tiré sobre él mientras escondía mi cabeza entremedio de su cuello. Habíamos salido de vacaciones hace como dos semanas, salíamos a comer sus wenos tocomples con él Edgar y él Naiko de vez en cuando, él Jaime y la Génesis no habían vuelto a aparecer desde la última vez. Igual estaba mejor así.

—Oe cabra chica. —me abrazó. —toy con bajón.

—Comete un pedazo de pico, a ver si se te pasa. —murmuré.

Una risa poco audible salió de él, estos dos meses habían sido tan bacanes. Es tan bacán sentirse apañado en todo, en sentir que de verdad le importas a alguien y que sobre todo te lo demuestre, es la raja hrmno.

—¿No has hablado con la Génesis? —preguntó de la nada.

Me enderecé para poder mirarlo.

—No. —negué con la cabeza. —¿Por qué?

—El otro día me llamó. —colocó una de sus manos detrás de su cabeza. —me dijo que hablaría contigo ayer, al parecer no lo hizo. —elevó un poco sus hombros.

—No lo hará pequeño iluso. —me recosté a su lado.

Narra pichulas:

Antes de ayer la Génesis me había llamado suplicando que nos juntáramos, como buen macho pecho peluo acepté. Nos juntamos en el mall, nos dimos un par de vueltas, me habló sobre su relación con él Jaime. Al parecer habían problemas en el paraíso, él Jaime andaba más enojón de lo normal, no la pescaba mucho y mil weas, no me importó mucho la verdad. Me habló sobre la __, al parecer le había llegado rápido el rumor de que estamos pololeando, quería arreglar las cosas con ella, la extrañaba. O por lo que me dijo. 

Por lo otra parte, estar con la __ es lo mejor. Es tan linda la maraca culiá. Siempre me dejaba llevar por el físico de las personas, sobre todo de las minas. "No altas, no pálidas, no rubia, no planas" todo eso se fue a la puta, debo de admitir que sí, me encanta mirarle la raja cuando no se da cuenta, pero lo que más amo de todo es poder hablar con ella sin tener silencios incómodos, poder escuchar su voz cambiante, ver como se enoja ante algún comentario que no le gustó o cómo le baja lo mamona de un momento a otro. Quizá era lo que nunca busqué, pero lo que más lleno el carbón que algunos llaman kokoro.

Simplemente ella.

Narra __:

[...]

Caminé por la casa con el teléfono pegado en la oreja, él Nico no me pescaba ni en baja y estaba aburrida. Cabrón weon donde se metió.

Tiré el teléfono al sillón mientras me tiraba junto a él, que hago.

—¿Jelow? —contesté sin mirar.

—¿__?  —tú diminutivo. —tío mafla al habla.

—¿Qué pasa tío? —pregunté mientras me sentaba.

¿No anda él Nicolás por allí? Más que lo llamó al saco de wea y no funa. —habló, podía escuchar como movía cosas.

—Noflen, no lo veo de la mañana. —hablé mientras me levantaba.

—Cabro weon. —murmuró. —¿No te tinca salir? Toy entero aburrido.

—A weno. ¿En el mall? —pregunté mientras subía las escaleras.

—Dónde siempre mi niña, no vimo. No llegui tarde loca.

Colgué el teléfono mientras reía, el tío mafla me divertirá.

Buenas decisiones (Nicolás y tú) [Terminada]Where stories live. Discover now