Capítulo 24

594 57 11
                                    

"Dicen que quién menos demuestra, es quién más siente."

Narra __:

Igual bacán no haber dormido nada.

Igual bacán que tu estado de ánimo dependa de otra persona.

Igual bacán no superar que alguien me está gustando.

Igual bacán que la Génesis vendrá y se quedará con él.

Igual bacán saber que yo no haré nada al respecto.

Igual bacán...

Había sido una de las noches más largas de mai laif, me la pasé dando vueltas, hablando sola y quejándome de porqué tenía que empezar a gustarme alguien.

—¿Aló? —contesté mientras me sentaba en la cama.

—¿Alo? ¿Hija mía? ¿Cómo estás mi bebé?

Igual me gustaba que mi mamá me siguiera tratando como niña, soy mamona, que tanta wea.

—Hola mami, bien acá estamos. ¿Cómo andan por allá? —pregunté mientras me levantaba.

—Bien, la casa se siente vacía. —rió un poco. —¿Cómo está la Chinita? —preguntó. Podía escuchar como movía un par de cosas al otro lado.

Guardé silencio un par de segundo. —Bien, anda con el pololo.

—Conozco esa voz, no has hablado con ella. ¿Verdad?

—Cómo siempre cuando conoce algún mino nomás po.

[...]

Al final esa llamada que era sólo para saber cómo estaba se convirtió en horas, y una invitación a comer a su casita, si es más bonita mi mamá. 

Estaba dando vueltas por la casa, estaba más aburrida que los matinales de Chile.

Wena

(3) mensajes.

Argentino/-\ última vez, hoy a las 3:44 p.m

Holi tía, ¿Puedo ir a su casitian? :(

Leí el mensaje con una ceja en alto, si le digo que sí, es cómo decirle "¡Claro! "¡Bienvenido a confundirme, otra vez!"

Síù - ú

¿Confirmamos que soy una aweoná? Confirmamos.

A penas el visto se marcó el timbre sonó, bajé las escaleras sin ánimo. No tenía ganas de nada, estaba aburrida de los cambios de humor repentinos por todos.

—Holi. —saludó él Nicolás con la cabeza baja.

Me corrí dándole un espacio. Entró sin subir la mirada hasta llegar al sillón, me senté junto a él mientras mantenía la vista fija en la tele.

—Perdón. —murmuró.

Subí una de mis cejas con ganas de mirarlo, no lo hagas, resiste maldita putilla.

—Por lo de ayer, no quería ser así. Sé que la cagué. —susurró. —no te mereces ser tratada así por este Argentino. Iba a venir ayer después de que te fuiste, pero me empecé a meter weas en la cabeza solo.

—Está bien. —contesté en temple serio.

—Pero, no te pongas así po. —sentí su mirada sobre mi, tomó una de mis manos que reposaba sobre una de mis piernas. —te lo voy a compensar, calmación.

Se levantó de golpe y salió por la puerta, a los segundo entró con dos bolsas y una caja de pizza.

—Eso se llama soborno. —contesté mientras lo miraba.

—¿Funcionó? —subió sus cejas con una media sonrisa.

—¿Por qué ese cambio de humor? —miré mis manos. —todos cambian conmigo, no sé que hago.

—No es tu culpa. —se sentó junto a mi mientras dejaba las bolsas a un lado. —yo soy el aweonao.

Porque conchetumare tiene una mirada tan penetrante, sin mirarlo podía sentir su mirada sobre mi.

—Ayer encontré a la mina que me gusta con otro loco. —me levantó la cabeza, haciendo que lo mirara. —fue mi culpa, dejé que eso me arruinara.

—¿Por qué no hablas con ella? —murmuré.

—Si lo hago, todos los días. Pero jamás se fijaría en mi. —sonrió con nostalgia.

—No lo sabes si no lo intentas. —tomé su mano que se mantenía en mi mejilla. —no te vuelvas a poner weon, por favor. —me tiré sobre él, abrazándolo.

Lo abracé, lo apretujé, la apapaché, le di ese  abrazo que tanto había deseado toda la noche y la mayor parte de mi día.

Como me gustaría que esos abrazos fuesen sólo míos, saber que no se los diese a nadie más, sé que jamás pasaría eso.

A él le gustaba otra mina, quizá treinta veces mejor a que yo.

A mi, me gustaba él.

Sólo él.

Buenas decisiones (Nicolás y tú) [Terminada]Where stories live. Discover now