Capítulo 31

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"Brillas tanto que haces que el sol se opaque."

[...Un mes después...]

N

arra Nicolás:

-¡Me duele el kokoro! -grité mientras daba vueltas en la silla de él Edgar.

-¡Cállate sapo culiao, me duele la cabeza!. -gritó él Jaime.

-Cállense cabros weones. -habló entre risas él hermoso y semental de él Edgar.

Había sido el mes más melancólico que jamás había tenido. Ver como todos hablaban con la __ y yo como Santo weon no puedo. La extrañaba tanto, a penas salía, odiaba la idea de verla con algún otro weon.

Soy como la mina de la "relación". Peleamos, ella no le importa, yo lloro y sufro como una Magdalena.

-¿No has intentado hablar con ella? -preguntó el agradable calvo del Naiko.

Negué con la cabeza mientras veía mi teléfono, cada vez que sonaba pedia con que fuese un mensaje de ella aún que dijese"me cagaste la vida". Cualquier mensaje mísero me servía para llenar la maldita melancolía.

Me faltaba algo, me faltaba su risa, sus abrazos, sus chancheos. Me faltaba ella.

Narra __:

-¡No lo voy a llamar! -me dejé caer en la silla de mi pc.

-Sabes que te contestaría al instante. Él quiere hablar contigo, tú también. -subió los hombros en forma de obviedad.

-Mi orgullo es mayor. Aparte, él debería hablarme. Él fue el que me cagó con la única persona que no quería. -me crucé de brazos. -aún me duele. -murmuré.

-Ay pequeña __. -se acercó a mí para acariciar mi corto pelo. -las cosas no se solucionarán por si solas.

Este último mes me había juntado más con la polola del Edgar, la querida Liv.

Era totalmente lo contrario a cualquier persona que conociera, es tan tierna, comprensibles, amorosa, es simplemente perfecta. Sin decir que tiene el medio cuerpo, invidia. Junto a ella parecía una adolescente puberta que le jugó una mala partida.

Habían cambiado un par de cosas. La Génesis desapareció por completo de mi vida, se llevó sus cosas y se fue no sé dónde, tampoco me importa mucho. Mi pelo está corto y con las puntas celestes, el pelo me llegaba más arriba de los hombros, aún no me veía nadie más que la Liv ya que no había salido de la casa, tampoco quería. Ya nos salía mucho de la casa, más que ir a comprar.

Con él Nicolás no hemos vuelto a hablar, para que les voy a mentir, lo necesito. Extraño su holor, sus mañas, sus mamoneos. Lo extraño. Pero eso no quita que me cagó y sobre todo con esa mina, mardicion.

-Oye, me voy a ir a juntar con él Edgar y los demás. ¿No quieres venir? -negué con la cabeza mientras me acercaba al escritorio. -¿Segura? Salgamos un rato, depejate. Suelta el pc un rato.

La miré mientras me mordía el interior de las mejillas.

-Purfaursh. -hizo puchero.

Suspiré mientras me levantaba.

[....]

-Me puedo devolver. -Pregunté mientras me desordenaba el pelo. Tenía la mañana de dejame la zorra en el pelo.

-No, ya aceptaste. -me tomó del brazo para hacerme caminar.

Llegamos al mall, nos sentamos en el piso a lo rasca y nos pusimos a hablar. Él Edgar llegó al rato con él Jaimele, él Naiko y él Nicolás. Se me había olvidado que también se juntaba con él Edgar

Rayoz.

Puse en práctica mis años de entrenamiento para ser una perra fría, orgullosa e hija de perra.

Sentí su mirada sobre mi, miré de reojo provocando encontrarme con sus cafés ojos.

Aborten misión.

Buenas decisiones (Nicolás y tú) [Terminada]Where stories live. Discover now