Narra Juliette:
Me miré una última vez en el espejo del baño. Perfecta.
Salí de mi habitación, ya vestida para un nuevo día en The Academy Maxime. Me había vendado la mano izquierda para que nadie viese mi "cinco". No me paré, fui caminando hacia el despacho de Isabelle, y cuando llegué a la puerta, llamé con los nudillos.
-Oh, entre por favor señorita Mason. -Me indicó que entrara la voz de la directora. Abrí la puerta, y la cerré detrás de mí. Me sorprendió que supiese que era yo, incluso antes de abrir la puerta. Delante de la mesa de Isabelle había dos sillas, ambas ocupadas, por un chico y su padre. Ninguno de los dos se giró para mirarme, estaban escribiendo en unos papeles. En cambio, Isabelle se puso en pie. -Julie... ¿Qué te trae por aquí?
-Tengo que hablar con usted. -Dije lo más firmemente que pude. Y añadí. -Urgentemente.
Su mirada pasó de mi rostro a mi mano vendada.
-Oh. ¿Qué te ha ocurrido? -Me preguntó cambiando de tema. El padre y el chico estaban rellenando unos papeles, parecían absortos en ello.
-Esto. -Y ambas, miramos como me fui quitando la venda de la mano izquierda, le mostré la palma, y el perfecto cinco dibujado en tinta negra. La expresión de Isabelle cambió totalmente. Se apoyó con una mano en la pared.
-Ha llegado la hora... -Dijo Isabelle. -Tenemos que llamar a tu precepto...
-¿Tengo precepto? -Pregunté aún más impresionada. En ese mismo instante el padre y el hijo, se dieron la vuelta y me miraron. Me quedé congelada, y sentí como si el alma se me cayese a los pies. El chico tenía el pelo castaño y los ojos de color chocolate, era el chico de mis sueños, literalmente....
-Yo soy tu precepto. -Dijo el chico sonriéndome, con una sonrisa que me estaba derritiendo por dentro. ¡Él era real! ¡Nunca fue un producto de mis sueños! -Ah, por cierto. -Se levantó, y me tendió la mano. -Me llamo George Peterson. -Y me sonrió. Increíble, a diferencia de en mi sueños, él no había desaparecido, bueno, de momento. -Aunque yo creo que ya nos conocemos un poco...
-¡¿Ya os conocíais?! -Preguntó el padre alterado, que se puso en seguida de pie.
-Oh, esto se está volviendo muy interesante. -Dijo la señorita Isabelle. -Charles, no sé qué haces aquí. Tu misión era traer a George a The Academy Maxime, no quedarte a vivir aquí.
Charles, debía ser el marido de la señorita Isabelle... Charles salió furioso de la sala, supongo que ya se iba.
-Charles no es mi marido. -Dijo la señorita Isabelle sonriendo alegremente, como si me hubiese leído el pensamiento. -Es mi hermano.
-Ah. -Dije secamente. Isabelle se sentó en su silla, y nos indicó a George y a mí que nos sentásemos en las sillas en las que instantes antes, Charles y George habían estado sentados.
-Bien. -Y Isabelle dió una fuerte palmada. -Tenemos muchas cosas de las que hablar. Julie, George es nuevo en el internado, se lo podrías enseñar durante estos días... él ya no se acuerda...
¿Él ya no se acuerda? Pensé. Así que George ya había estado aquí antes, en The Academy Maxime.
-Mamá... -Suspiró George.
-En The Academy Maxime no soy tu madre, soy tu directora, te dirigirás a mí por Isabelle, como los demás, y espero que no vayas divulgando que soy tu madre... -Habló Isabelle rápidamente. -Juliette, supongo que nunca te han hablado de este... Mundo. Nosotros, los Nargges somos personas con talentos... especiales.
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Unidos por el destino
FantasyJuliette Mason es una chica tímida y muy seria. Pero debido a un accidente de coche, su prima muere, ella se convierte en un problema para la sociedad al creer que todo es por su culpa. Sus padres, al no saber qué hacer con su hija, deciden enviarla...