Capítulo 11: «Escalofríos»

465 79 1
                                    

HyungWon al mando otra vez. 

***

Recibí varios empujones mientras me arrastraban por un agitado grupo de personas que continuaban ocultando su identidad detrás de desagradables máscaras, y alzaban gritos de júbilo, celebrando el maltrato y la aparición no solo mía, sino también de mis compañeros.

Primero vi a Shownu siendo contenido por un tipo robusto, con un tatuaje de serpiente enroscado a su brazo derecho y mucho más alto que él. No lucía muy bien, pero su mirada era firme. Por otro lado, ChangKyun parecía afiebrado y su rostro estaba blanco como un papel. Intenté llamar su atención, pero algo no iba bien. 

Me pregunté qué clase de narcótico me habían inyectado, porque sea lo que sea, recién estaba perdiendo su efecto y me devolvía el dominio de mi cuerpo. Jamás en la vida estuve tan feliz por mover la mano y poder enseñarle el dedo medio al bastardo que vociferaba que me pusiera de rodillas. 

El sitio estaba bastante deteriorado. Las fugas de agua mojaban el suelo y había una iluminación excelente, gracias a los reflectores ubicados en puntos estratégicos. Presentía que aquello era parte del capítulo final de mi vida, el preludio, los sucesos previos a mi muerte, pero no concebía miedo. ¡Quería cortarle el cuello a todos! Eso era ira, ¿cierto? Porque de ser así, estaba siendo consumido por ella. Era injusto terminar mi paso por el mundo de esa forma. Ni en mil años mi madre hubiese imaginado que su hijo acabaría exhalando su último aliento en un sitio tan desdichado. 

El sujeto por el cual tanto aclamaban apareció sosteniendo las correas de cuatro perros y los fuertes ladridos de esos animales interrumpieron el hilo de mis pensamientos. Recordé las palabras del infeliz al que le rompí la nariz, Seunghyun, y demonios... escalofríos caminaron por mi piel al imaginar lo peor. No quería correr la suerte de terminar entre los dientes de esos perros.

El tal Jay era de estatura promedio, contextura fuerte, ojos pequeños que desaparecían cuando sonreía con sorna, y cada palabra que salía de su boca recibía la aprobación del público enceguecido. Vestía de negro y de su cuello colgaban varias cadenas doradas, similares a los collares que portaban los canes de pelaje oscuro, quienes podía jurar estaban salivando por venirse sobre mí. Detrás de él, escrito en una lona mugrosa, estaba la frase: "Supervivencia del más fuerte" y junto a ella varios robots destrozados colgados de los pies con sogas sujetas a las cañerías del techo. 

De los tres, yo era el más inquieto, y por eso mi custodio propinaba golpes sobre mi espalda con más frecuencia. Sinceramente no podía asumir una apariencia tranquila como la de Shownu y tampoco una temerosa como la de ChangKyun. 

Estaba a punto de ponerme de pie y armar un alboroto, cuando el menor gritó un nombre: "JooHeon". Y nuestro anfitrión guardó silencio y lució confundido al mirar en su dirección. Durante cinco segundos se quedó mudo y con una expresión que se debatía entre estar estupefacto, incrédulo y finalmente, preocupado. Aunque esa preocupación se convirtió en una incomodidad notable. 

¿Qué estaba ocurriendo? 

Por supuesto, eso no pasó desadvertido y los reclamos cobraron fuerza. "¡Escoge a uno de ellos!" "¡Suelta a los perros!" "¡Láncenlo al pozo!". Miré hacia ambos lados nervioso de que a alguien se le ocurriera apuñalarme por la espalda, y fue cuando noté que Shownu buscaba zafarse del hombre que lo retenía. 

De pronto, ese Jay hizo un ademán y alguien levantó con brusquedad a ChangKyun del suelo, sacándolo de allí. 

¡Suéltenlo! ¡No se lo lleven! —grité e intenté llegar a él, pero bien parece que mis piernas aún no estaban del todo recuperadas y tras unos cuatro pasos, me fui de bruces al suelo. 

Vi como ChangKyun desaparecía detrás de una puerta oxidada con Jay, y no pude hacer nada para evitarlo. 


Continuará...

Resistencia 🤖 :: MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora