Resistencia 🤖 :: MONSTA X

Capítulo 27: «Asalto»

Jamás había visto al campamento de esa manera. Las personas corrían de un sitio a otro en completo pánico.

Shownu no dejaba de gritar órdenes para que se tomara posición de defensa, mientras que los civiles eran trasladados hacia las cavernas. Vi a JooHeon ayudando al equipo médico con los heridos y a ChangKyun colaborando con los niños. También WonHo lo había hecho, pero luego se escapó de mi vista cuando llegué al punto de reabastecimiento para buscar las cargas de mi arma y llenarme los bolsillos con diversos dispositivos letales.

Creíamos estar listos para un ataque del enemigo, pero poner el plan en acción era complejo con tantas personas alrededor. Hace tiempo habíamos dispersado por el bosque diferentes receptores de energía con el fin de atender una visita inesperada como aquella, pero no era tan sencillo como suponía. Había que activarlos con códigos especiales desde la torre más alta, la cual estaba cruzando el río.

Regresé con Shownu tan pronto pude y MinHyuk apareció detrás de mí agitado. "Los vigías dicen que estarán aquí en menos de cinco minutos. Los sensores de movimiento no funcionan. Supongo que los sabuesos se ocuparon de eso", informó.

—Tengo el activador —dije rápidamente al mostrárselo a Shownu.

—Me necesitan aquí. Tendrás que hacerlo tú. Toma. Estos son los códigos de acceso y el de activación —respondió el más alto al entregarme todo por escrito.

—Iré con él —declaró Min. Y por primera vez me sentí de sobra entre ellos dos. Así que fui el primero en salir para darles espacio, y en cuanto mi mejor amigo me alcanzó, supe que algo había cambiado en él. Como si se hubiese liberado de una gran carga. Más no pregunté ni dije nada, puesto que acababa de asumir la responsabilidad más enorme de mi vida hasta ese momento.

—¿Y bien? ¿Cuál es el plan? —interrogó el rubio.

—Debemos llegar a la torre y activar el campo electromagnético. —Era la única forma de vencerlos.

Apresuramos el paso mientras se oía "¡Todos en posiciones!", y luego mi radio parpadeó.

—HyungWon, ¿me copias? Cambio. —WonHo me hablaba.

—Aquí HyungWon. ¿Dónde estás? Cambio. —Activé el modo manos libres y me coloqué un único auricular inalámbrico.

—Ya estoy en lo alto. Shownu me avisó lo que harás. Te cuidaré la espalda. Cambio.

La puntería de WonHo era excelente, pero mejoraba aun más con la altura.

—Es bueno contar contigo, soldado —respondí con una sonrisa—. No olvides cuidar de ti también. Nos vemos cuando esto termine. Cambio. —A penas conseguí responder, cuando de pronto el campamento quedó abruptamente en silencio. Me recordó a los segundos previos al huracán y noté la fina y pesada tensión flotando en el aire fresco del bosque. Incluso los animales se callaron antes de que la primera línea defensiva recibiera el duro golpe del rival.

Un proyectil de corto alcance silbó en la noche antes de causar una explosión y dar inicio a una película de terror.

—¡Cuidado! —gritó MinHyuk cuando los androides atravesaron la oscuridad. Volteé a mi alrededor y nos tenían rodeados. Pero los fuertes disparos no se hicieron esperar y uno seguido del otro, derribaron a cada uno de los robots que nos impedían avanzar hacia el río.

Supe que fue obra de WonHo.

Disparé mi arma unas diez veces antes de sumergirme hasta las rodillas en el agua. Min venía justo detrás de mi, tan alterado como yo. Agradecía que el caudal sea bajo a esas horas y rápidamente cruzamos al otro lado. Me temblaban las manos por el coctel de nervios, mientras visualizábamos a la distancia la torre a oscuras.

Las explosiones no cesaban y pronto aquel trozo de bosque virgen se convirtió en un verdadero campo de batalla. Las máquinas embestían a gran velocidad y atacaban a diestra y siniestra, pero nadie retrocedía o abandonaba el combate. Allí se luchaba por la libertad y nuestros ideales. No les haríamos fácil el camino.

Cuando estábamos a pocos metros de distancia, una enorme nave encendió sus luces en el firmamento oscuro y de ella se desprendió una lluvia de NS-3000 sobre nosotros. Ni siquiera notamos su presencia y me cabreé sobremanera. Lancé unos pequeños dispositivos, del tamaño de perlas, que creaban una falla temporal en los robots, ofreciéndonos tiempo de actuar y disparar. Jalé del gatillo sin pausa, cuidando mi trasero y el de MinHyuk. Incontables cerebros positrónicos de mis enemigos estallaron delante de nosotros, mientras buscábamos llegar a la cabina de control. Los robots caían sobre la vieja estructura de la torre, sujetándose de ella para luego aterrizar sobre nuestras cabezas.

—Estas porquerías no se cansan —me quejé cuando me quité a uno de encima.

—¡De prisa! ¡Por aquí! —gritó Min.

Un par de minutos después, nos encerramos dentro de la cabina con gran esfuerzo. Comencé a presionar botones e iniciar el sistema. Encendí la computadora central e ingresé los primeros comandos de acceso, notando el sudor frío resbalando por mi espalda.

—Diablos, si continúan así van a perforar el techo —masculló MinHyuk con la mirada hacia arriba.

No quise alzar la vista y comprobar que así era. Estaba concentrado en las largas combinaciones de números que debía escribir sin el más mínimo error. Aquel era un sistema bastante desactualizado y no ayudaba a evitar que me sintiera seriamente nervioso. Todos contaban con nosotros y cada segundo valía.

¿Lo lograríamos?

Continuara...