CAP. 3 - La primera noche (prohibido pensar mal)

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— Debería daros vergüenza, ir correteando de aquí para allá destrozando el salón –los riñó Lucy.

Natsu y Gray estaban sentados en el sofá mirando cada uno a un lado opuesto con los brazos cruzados mientras Lucy les echaba la bronca y Zeref les observaba sentado en una silla, curioso.

Ambos resoplaron un "empezó él" y la rubia suspiró resignada.

— Como sea, no quiero que volváis a hacerlo, ¿entendido?

— ¿Volver a hacer qué? –intervino una nueva voz.

Una chica pelirroja entró por la puerta vistiendo una armadura y causando el pánico entre ambos culpables cuando les fulminó con la mirada. Zeref se echó a reír a carcajadas.

— Ahora viene lo bueno... –Lucy le miró sin entender y éste sacudió la mano, restándole importancia.

Mientras tanto, la desconocida se había plantado frente al sofá con los brazos cruzados y fuego en la mirada.

— ¿¡Ya os estabais peleando de nuevo, par de bestias!? –ambos se abrazaron con el terror pintado en el rostro.

Natsu tragó saliva.

— Esto... Nosotros... ¡Pregúntale a Luffy! –Lucy se dio un facepalm y la nueva pareció darse cuenta de su presencia por primera vez.

Se presentó como Erza Scarlet, por el color increíblemente escarlata de su pelo. Tenía unos hermosos ojos marrones y unos pendientes plateados acabados en punta, que le recordaron vagamente a una punta de lanza. Lucy le estrechó la mano con una sonrisa; parecía ser una buena persona, a pesar de su apariencia ruda. Le cayó bien al instante.

— Hola, Zeref –saludó.

— Hola de nuevo, Titania –respondió y añadió por lo bajo–. La que faltaba...

Erza se giró de pronto emitiendo un aura maligna.

— ¿Qué dijiste, pequeño bastardo? –a pesar de estar dándoles la espalda, Natsu y Gray se echaron a temblar, negando fuertemente con la cabeza. El pequeño de 7 años empalideció y empezó a sudar.

— Yo... ¡Hay tarta!

La mirada de Erza se iluminó.

— ¿Dónde?

— En la cocin...

Apenas hubo terminado cuando una emocionada Titania ya estaba atravesando la puerta del salón dirección al preciado postre.

Lucy sintió resbalar una gota por la nuca. ¿A qué manicomio había ido a parar?

Cuando desapareció de su vista, Natsu dejó escapar el aire.

— Menos mal. Nos salvásteis, hermanito, Luigi.

— Es Lucy.

— Como sea –Lucy se quedó con la boca abierta por el descaro del pelirrosa.

— Mira, guapito, no se quién te crees que eres, pero...

Erza asomó la cabeza por la puerta con una infantil sonrisa en la boca.

— ¡Y tiene fresas! Ah, y Gray –el susodicho se hundió en el sofá–, ponte algo de ropa.

Y dicho esto volvió a desaparecer.

— Aye... –masculló el tsundere pelinegro y salió de la mansión Dragneel arrastrando los pies. Afuera ya había anochecido

Lucy se pasó una mano por la cara. Sería un mes muuuy largo. Subió las escaleras para ir a su cuarto y descansar. Natsu puso los brazos sobre el respaldo del sofá y echó la cabeza hacia atrás para mirarla.

Esa es mi Niñera ||Nalu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora