Un estrépito proveniente del interior de la casa se abrió paso a través de la calma de la noche.
¡BAM!
Las puertas de la mansión estaban atrancadas, y el alboroto crecía por momentos. Lucy se pasó las manos por el pelo, andando de derecha a izquierda, y media vuelta.
— ¡Tengo que abrir estas puertas! ¿Cómo lo hago? –se giró hacia Natsu–. ¿Tenéis una llave de emergencia o algo?
— Hum... No, pero...
Lucy retomó los paseos mientras Natsu la seguía con la mirada.
— No, no. Debe de haber otra manera. ¿Trepando hasta la ventana? Son dos pisos... No, es muy arriesgado. Quizás podría llamar a los bomberos.
Natsu abrió la boca para añadir algo.
— Esto... –Lucy le puso la mano en la cara para hacerlo callar.
— No, Natsu, no me interrumpas. Soy una mujer independiente y autosuficiente, y sé pensar por mí misma. No quiero molestar a nadie, así que los bomberos quedan descartados. Una opción sería llamar a Aquarius y que me alzara con el agua de la piscina, pero bien podría estar en una cita y ahogarme a propósito.
— Luffy...
— ¡Natsu, por favor, déjame pensar! Claro que siempre podría llamar a Tauros y... ¡UN MOMENTO! –Lucy se palpó el cinturón con ahínco.
— Qué pasa ahora, Luce.
— ¡LAS LLAVES! ¡No están! He debido de dejarlas dentro –se lamentó la rubia.
Se sentó en el bordillo y se abrazó a sí misma, frotándose los brazos. Nunca se había separado de sus llaves, y jamás se había sentido tan desprotegida.
Natsu, tras mirarla un rato, se agachó hasta ponerse a su altura. Lucy lo miró a los ojos, interrogante.
— ¿Preparada para escucharme ahora, Luce?
Lucy asintió, pues se había quedado sin ideas.
— ¿Qué te parece... –su mano se envolvió en fuego que iluminó las caras de ambos–... si fundimos la cerradura?
Lucy se quedó boquiabierta, y se olvidó de su disgusto.
— ¿Siempre pudiste...?
— Sí.
— ... fundir la...
— Ajá.
_ ¿Y por qué no me lo dijiste antes?
— No me dejaste terminar.
Lucy se pasó una mano por la cara, frustrada y enfadada consigo misma.
«Mira que llego a ser idiota» pensó, y suspiró largamente. Cuando abrió los ojos Natsu seguía acuclillado y la miraba con curiosidad.
— ¿Y dices que puedes...?
— En efecto.
Lucy se puso en pie de un salto con el fuego corriendo por sus venas.
— ¡Pues deja ya de mirarme como un pasmarote y abre las puertas, puñetero incordio!
Le salió con toda naturalidad. Natsu aún tuvo la cara dura de sonreír.
— A sus órdenes, señorita –ronroneó, alzó los brazos por encima de su cabeza y creó una bola de fuego tres veces más grande que él mismo. Se giró para mirar a Lucy.
— ¿Estás preparada?
— Tú dale.
Natsu echó los brazos hacia atrás, se mordió la lengua y en el instante de soltar la bola la puerta se abrió con un chasquido. Natsu detuvo el proyectil por milímetros, con la yema de los dedos.
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Esa es mi Niñera ||Nalu||
Fanfic1.🌸 "Esa es mi niñera ||Nalu||" 2.🌸 "Ese es mi imbécil ||Nalu||" ______ Amistad, pasión, amor, magia, celos, odio, fantasía y sentimientos encontrados pusieron patas arriba el ordenado mundo de Lucy en cuanto cruzó su mirada con los verdes ojos de...