CAP. 23 - Con C de c-los...

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Natsu daba miedo bajo el agua.

Se impulsaba haciendo propulsores de fuego con las manos y salía a la superficie del mar en picado hacia el cielo, hacía una amplia parábola y caía de nuevo como un delfín con pelo rosa y sonrisa de chiflado.

Gray no era para menos. Para chinchar a Natsu creaba barreras de hielo en el agua y, o Natsu tenía rápidos reflejos, o se terminaba estampando contra ella con un sonoro ¡PAF!

Mientras los chicos se perseguían dando amplias brazadas, Juvia se incorporó y se estiró, dejando su camisón con Erza. Rechazó amablemente la crema solar que le ofrecía y se acercó al mar. Gray la observaba de soslayo.

Juvia se había soltado el cabello y le caía haciendo suaves ondas por la espalda. Llevaba puesto un hermoso biquini azul marino y caminaba despacio sumida en sus pensamientos con el sol reflejándose en sus grandes ojos. Gray se alegró de estar en el agua, pues sentía que sus orejas y su cuerpo entero habían empezado a arder.

Natsu siguió la dirección de su mirada y soltó una risita. Aprovechó el bug de Gray y le frotó la cabeza con fuerza.

— ¿Qué, disfrutando de las vistas?

Gray enrojeció más y se lo sacudió de encima.

— Cállate, cerebro de flama.

Juvia se acercó al agua, la tocó con la punta del pie... y se licuó de pronto, fundiéndose con el mar. Para una maga de agua, era la forma más maravillosa y natural de calmarse y dejar que las suaves corrientes marinas ordenasen sus pensamientos. Lucy, bajo la sombrilla, se quedó impresionada, y tanto Erza como Jellal se rieron de su expresión de sorpresa. Después de unos cuantos chistes respecto a su cara (Lucy acabó por reírse ella también) se levantó y se quitó el camisón.

— Creo que me voy a bañar un rato; ¿te vienes, Erza?

Ella miró a Jellal como pidiéndole permiso y él se encogió de hombros con una sonrisa.

— Yo me quedaré aquí cuidando las cosas.

— ¿No vas a venir al mar?

— Quizás más tarde. No te preocupes por mí –contestó él sin perder el gesto.

— Yo te haré compañía –Natsu se había cansado de nadar. Se dejó caer en la toalla donde había estado sentada Erza antes y se sirvió un refresco de la nevera.

— ¡Vamos, Erza! –la apremió Lucy, quien se estaba acercando ya al agua.

— Ah, pero antes... –Erza sacó de su mochila hasta cuatro botes de crema solar de distintos factores y corrió hacia ella–. ¡Tienes que echarte la crema!

Lucy negó con la cabeza y se dejó mimar por Erza, quién hacía gratamente de mamá del grupo. Erza se pegó a ella y comenzó a extender la crema por sus hombros, pasando por el cuello e incluso las piernas mientras Lucy hacia equilibrio.

Natsu escupió su refresco cuando Erza comenzó a darle crema por los hombros y Lucy le regaló una sonrisa radiante por el masaje.

El pelirrosa se frotó la barbilla sin apartar los ojos del rostro de agradecimiento de la rubia; hubiera dado cualquier cosa por cambiarse por Erza en ese mismo instante.

Jellal, a su lado, tenía pensamientos similares con respecto a las chicas pero con un matiz distinto. Él deseaba que Erza le diera crema por todo su cuerpo, como hacía con su amiga, pegándose a su espalda de esa manera, murmurando cosas a su oído...

Las chicas dejaron por fin la crema y cuando Erza dio el visto bueno se zambulleron en el mar sin percatarse en los dos turbados chicos de las toallas. Las dos nadaron hacia Gray, quien sufría en silencio por la duda de si el mover el pie significaba que estaba pisando a Juvia. Sus dudas se disiparon cuando la chica se materializó y empezó a salpicar agua a las otras dos chicas con un cañón acuático recién creado.

Erza se sacó del biquini otras tres pistolas de agua -sin comentarios- y las repartió entre los demás para responder al fuego enemigo. Gray insufló un poco de su poder al juguete y éste disparaba agua helada.

Los dos chicos en la arena contemplaron con un deje de envidia al Tsundere pelinegro rodeado de las chicas juguetonas y joviales.

Habiéndose hartado ya las chicas de los fríos disparos de Gray, idearon un silencioso complot contra Fullbuster. Silenciosamente, Erza y Lucy se escabulleron por detrás y lo abrazaron para inmovilizarle (Natsu apretó la lata de su bebida y el aire se calentó, mientras que Jellal se inclinaba hacia adelante en su asiento). Gray trató de huir, pero se topó con el cañón de Juvia en la cara.

Omae wa Mou shindeiru le dijo con malicia brillando en sus ojos.

Nani??!!

En ese momento, Gray Fullbuster recibió su peor y último disparo en ese momento.

Habiendo tragado suficiente agua por hoy, Gray se acercó a las toallas y se sentó entre Jellal y Natsu, exhausto. Los dos le dieron una fuerte colleja que le ayudaron a expulsar el agua en parte.

— ¡COF, COF! ¿Pero qué...?

Jellal sonreía, pero la mirada que le dio le hizo pensar en cosas malévolas y le provocó escalofríos. Natsu le pellizcó el brazo y le revolvió el pelo con fuerza.

— ¿Qué tendrás tú qué atraes a las chicas, témpano de hielo?

— ¿Y a vosotros qué os pasa ahora? –se quejó Gray.




















































(Pequeña notita~)

¡OMG MIL GRACIAS POR LOS 3k LEÍDOS! Y eso que os he tenido 200% abandonados estas tres semanas TT_TT

Gomen!

Es el período de examen más importante de todo el curso... Estoy de exámenes hasta el gorro >.<

Ha sido una absoluta alegría al ver que no solo no habíais abandonado la historia, ¡sino que encima llegó a los 3.000 leídos!

Y algo más me esperaba al meterme en ella... UNA M E D A L L I T A!

En ella ponía: historia número #445 de Jerza.

Sí, ya sé qué es lo que estáis pensando; «¿Esto no es un fanfic Nalu?»

Y mi respuesta es la de siempre: ¡SKDJAHDJJASH!

Guess que tendré que escribir más Jerza... ~(=°^°=)~

Mil gracias (again) por todo,

Elayne Dragneel xoxo.

Esa es mi Niñera ||Nalu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora