— ¡Whoaaaaa! –exclamó Lucy con los ojos brillantes–. Mira cuantas tiendas. ¡Este sitio es enorme!
—¿Quieres dejar de molestar tanto? –le dijo Natsu mientras miraba a su alrededor–. Estás llamando la atención.
Lucy frunció el ceño por un segundo.
— Bueno, perdona por emocionarme. Nunca había venido a esta parte de la ciudad. ¡Es preciosa!
— Acepto tus disculpas, Luffy.
— Eres imposible.
— Gracias.
— Ya está bien, vosotros dos –los riñó Zeref mientras miraba su reloj. Se suponía que habían salido de compras para que Zeref se relajase, pero Lucy lo estaba disfrutando más que nadie. Se acercó a la limusina mientras Lucy se acercaba a uno de los innumerables puestos de joyas–. Tengo que irme al gremio a ocuparme de unos asuntos.
— ¿Como cuáles? –preguntó su hermano con la ceja alzada–. ¿Qué clase de asuntos tiene mi hermano de 7 años en el gremio?
— Esto... no es asunto tuyo.
— ¿Perdón? Ah, espera –Natsu sonrió despacio–. ¿No es a esta hora cuando entra esa chica rubia? La sobrina del viejo Makarov. No recuerdo el nombre...
— Mavis –contestó Zeref de inmediato.
— Esa misma.
— Bue-bueno, a ti te da igual –Zeref se dio la vuelta para que su hermano no viese su sonrojo–. Me voy. Que disfrutes a solas con Lucy.
— ¿Qué?
Pero el chico ya se había subido al vehículo y le cerró la puerta en las narices.
Con un suspiro, Natsu se giró hacia la chica para descubrir que no estaba a su lado. Miró a su alrededor y a los puestos que Lucy había estado observando.
— ¿Luce? -preguntó dando la vuelta a las casetas más cercanas–. ¡Oye, Luce!
Se giró y por poco tiró al suelo a alguien que estaba detrás de él.
— Oye, ten cuidado –dijo Lucy, y Natsu se sintió colmado de alivio al ver que estaba allí–. ¿Me estabas buscando?
— ¿Se puede saber dónde te habías metido? –le gritó con brusquedad. Lucy se sorprendió al ver tanta rabia en sus ojos–. Tal vez no lo sepas, rubita, pero esta ciudad es muy peligrosa. Gente de todos los gremios de Fiore vienen aquí, y no te gustaría encontrarte con algunos de ellos.
— ¡Si ni siquiera me he movido de tu lado!
A ver, Lucy no era tonta. Ella comprendía los peligros de andar sola por aquellos sitios y también entendía que Natsu sólo se estaba preocupando por ella.
Pero caray, ¿no podía ser menos agresivo?
Natsu se frotó el entrecejo y suspiró.
— Como sea, demos un paseo rápido por los puestos y nos volvemos en una hora. Es lo que querías, ¿no?
Lucy recuperó su sonrisa ante la perspectiva de ver tantas cosas nuevas y maravillosas. Asintió y ambos se internaron entre las laberínticas calles del centro de la ciudad bajo la atenta mirada de un observador en las sombras.
Aunque Natsu no fuese la mejor compañía que se pudiera desear, Lucy se lo estaba pasando en grande. Había literalmente de todo; puestos de comida, ropa extravagante de otros países, pócimas de aspecto sospechoso, peluches e incluso puestos de feria. Desde que era pequeña, la chica no había salido casi nunca de su barrio. Nunca había necesitado nada en especial, y cualquier cosa se la podía simplemente pedir a su padre.
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Esa es mi Niñera ||Nalu||
Fanfiction1.🌸 "Esa es mi niñera ||Nalu||" 2.🌸 "Ese es mi imbécil ||Nalu||" ______ Amistad, pasión, amor, magia, celos, odio, fantasía y sentimientos encontrados pusieron patas arriba el ordenado mundo de Lucy en cuanto cruzó su mirada con los verdes ojos de...