Extra 0.1

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Narrador omnisciente...

La peliazul se encontraba en la azotea del instituto, estaba saltándose clase con el pretexto de sentirse mal.

Estaba sentada en una de las pocas bancas del lugar, justamente la que estaba en el centro, la luna en su mayor punto con un fulgor tan reluciente que solo le traía recuerdos a la chica solitaria que sostenía en sus manos una pequeña navaja de bolsillo con una hoja delgada muy brillante que demostraba tener un gran filo, los ojos de ella se reflejaban en esta, tenían un brillo cristalino que indicaban que las lágrimas pronto brotarían de los ojos verdes pertenecientes a Kitsuki.

Kitsuki- pensar que... la muerte me ayudara de algo...nada,nada curara lo que siento.

<<Quizá el dolor .>>

La voz en su conciencia le aconsejaba algunas cosas que casi no tenían sentido... CASI no. Quizá el dolor cure las heridas pasads o haga olvidarlas. Necesita desquitar su tristeza, ira y...depresión, ya sea de dos formas:

- Matar...
O
-Herirse así misma.

Alguna le ayudaría a desahogarse de alguna forma el problema era que no podía matar, por lo menos no ahora, lo único que le quedaba era herirse así misma con esa navaja que sostiene en mano, de todas formas, no seria la primera ni última vez que lo haría. Ya había hecho lo mismo tiempo atrás así que no tenia de que preocuparse, el dolor era divertido, ¿no?, al menos para ella lo era, lo que hacia en lugar de llorar era reír y observar como la sangre corría por sus brazos hasta el piso y las cicatrices eran cubiertas por su brazalete que siempre llevaba en el brazo izquierdo.

<<<si me concentró en un sólo dolor ,el otro desaparecerá...>>>

»»La función de mi vida no es servir a nadie, ni siquiera a mi misma....««

La peliazul sin pensarlo dos veces paso rápidamente en filo de la navaja por su brazo izquierdo, justamente donde se encontraba anteriormente su brazalete. La sangre comenzó a salir finamente por el corte delgado manchando la piel color porcelana de la chica hasta llegar al punto de acumularse en gotas brillantes de ese liquido espeso de color carmesí con un sabor excelente para degustar, al menos para las razas superiores a los humanos, la comida como los llaman,una raza inferior eso son los humanos.

Sangre, el olor de esta pronto invadió sus fosas nasales haciendo que se relaje un poco. Esta vez las heridas eran más profundas y grandes que las anteriores, más centímetros de profundidad y de largo no tanto para no hacerlas notar, el problema era que necesitaba vendas para cubrirlas por un tiempo. Las hizo rectas, justo cruzando entre las venas que eran notorias en sus brazos, esas dos líneas color verde que se hacían visibles por el color porcelano de la peliazul.

Tsuki Sakamaki... La Nueva Lilith. (DIABOLIK LOVERS) ||EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora