Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]

11.¡Feliz cumpleaños!.

¿Porque no dejó de pensar en ti?, tal vez sea porque la lavanda me recuerda a tu rostro y aquí hay mucha.

Después de tantas cosas malas hoy por fin había algo bueno, hoy era mi cumpleaños y obviamente también el de Harry además de que la boda estaba tan cerca y me ilusionada tanto.

George y Fred aún dormían, en toda la noche yo no había podido hacerlo.

Me levanté rendida a la idea de dormir un poco, realmente era muy temprano, no sabía las cosas que se podían hacer cuando te levantabas temprano.

Baje corriendo las escaleras buscando a alguien en la cocina, pero no había rastro de nadie, ni siquiera de la señora Weasley.

Hasta que escuche el ruido de la puerta al cerrarse, salí para ver quien era y efectivamente la vi entrar cargada de demasiadas cosas.

—¡Buenos días señora Weasley! —dije cantado.

Ella sonrió al verme.

—¡Querida, que bueno que estas despierta—dijo caminando hacia mi.—Ven aquí —me abrazo — ¡Feliz cumpleaños!.

La señora Weasley realmente apretaba muy fuerte, pero se sentía muy bien.

La puerta se volvió a abrir y detrás de ella apareció mi madre igual de sobrecargada de cosas.

—¿Porque tan temprano?—le pregunté.

Ella al verme depósito las cosas en el suelo y corrió hacia mi.

—¡Feliz cumpleaños mi vida!—y si había alguien que apretaba más fuerte que la señora Weasley, era mi madre.—Esto es bueno, necesitamos ayuda en la cocina. —dijo después del gran abrazo y de besar mi frente.

Paso por mi lado y depósito la despensa que habían comprado en el comedor.

La señora Weasley hizo lo mismo.

—¡Oh no!, ¡Claro que no! —dijo la señora Weasley.

—¿Porque no Molly?, No esta ocupada, ¿O si? —dijo volteando a mirarme.

—Para nada —Respondí sonriente.

—¡Pero hoy es su cumpleaños!.

[...]

—¿Gregorovitch?. ¿sabes de quien habla?.

Ron parecía que estaba tratando de recordar, después volteo a verme.

—No realmente —Dijo.

—¿Y si mejor se lo preguntamos?—sugerí.

—¡Buena idea!, pero antes te daré tu regalo—se acercó a la cómoda alado de la cama, en donde había dos cajas de regalo muy mal envueltas. —Esta es para ti, creo —Dijo mirando las dos cajas y entrenándome una —¡Feliz cumpleaños!.

La tome.

—No te hubieras molestado Ron, muchas gracias. —lo abrace.

—No es molestia —se encogió de hombros—¡Vamos!, ¡Ábrelo!.

Asentí y lo abrí obediente, dentro de la caja había un muñeca de cristal, estaba totalmente hermosa, la tome con cuidado para sacarla de la caja y observarlos mejor.