Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]

64.No todo lo que brilla es oro.

Cuando tenía miedo normalmente pensaba en 10 cosas que me hacían feliz. Jamás estuviste entre ellas, no hasta que te conocí realmente.

Estaba nevando para cuando Hermione se hizo cargo de la vigilancia a medianoche.

Harry había estado moviéndose y hablando entre sueños tanto que no había podido dormir del todo bien.

Me decidí por levantarme y acompañar a Hermione quien había estado muy callada y concentrada, pero en cuanto me levante Harry también lo hizo, de una forma muy exaltada.

Despertó repetidamente, en pleno ataque de pánico.

Luego me miró y se tranquilizó, le di un vaso de agua y espere a que se relajara más, finalmente  se levantó en la oscuridad y ambos nos unimos a Hermione, que estaba acurrucada en la entrada de la tienda leyendo Historia de la Magia a la luz de su varita.

La nieve estaba cayendo y agradecí con alivio la sugerencia de recoger temprano por la mañana y ponernos en movimiento.

—Iremos a algún sitio más protegido —Dijo Harry.

Y Hermione y yo estuvimos de acuerdo.

—¿Saben?. Sigo pensando que puede que haya oído a gente moverse fuera. Incluso creí ver a alguien una o dos veces.

Harry se detuvo en el acto de ponerse un suéter y miró al silencioso e inmóvil Chivatoscopio sobre la mesa.

—Estoy segura de que lo imaginé —dijo Hermione, que parecía nerviosa—. La nieve en la oscuridad, juega malas pasadas a los ojos... Pero quizás deberíamos Desaparecer bajo la Capa de Invisibilidad, solo por si acaso.

Media hora después, con la tienda recogida, Harry llevando el Horrocrux, Hermione aferrando su bolso de cuentas, y yo aferrándome a ellos nos desaparecimos.

Mis pies estaban sobre la nieve congelada y momentos después ya estaban golpeando con fuerza en lo que le parecía tierra congelada cubierta de hojas.

—¿Dónde estamos? —pregunte mientras observaba a mi  alrededor hacia una nueva masa de árboles mientras Hermione abría su bolso de cuentas y empezaba a sacar los palos de la tienda.

—El Bosque de Dean —dijo— Acampé aquí una vez con mamá y papá.

Había demasiada nieve alrededor y hacía un poco más frío que antes, pero los árboles en abundancia que había en ese lugar nos protegían del viento.

Pasamos la mayor parte del día dentro de la tienda, acurrucados en busca de calor alrededor de las útiles llamas de un brillante azul que Hermione era tan hábil en producir, y que podían ser recogidas y llevadas por ahí en una jarra.

Esa tarde nuevos copos de nieve cayeron sobre nosotros, haciendo que incluso el claro protegido se cubriera de una nueva capa de nieve en polvo.

Después de dos noches de poco sueño, los sentidos de todos parecían más alerta de lo normal.

Sobretodo los de Harry, pues parecía escuchar y meditar más los sonidos que se lograban escuchar que nosotras.

Cuando la oscuridad cayó otra vez Harry rehusó el ofrecimiento de Hermione de quedarse vigilando y le dijo que se fuera a la cama. Harry llevó un viejo cojín a la entrada de la tienda y se sentó, llevaba puestos todos los jerseys que poseía e incluso así todavía temblaba. Decidí dormir un poco antes de molestarlo para que me dejara vigilar.

Mi reloj biológico me indicó que la hora había llegado, sabía que no había dormido más de una hora porque el sol aún no se había asomado siquiera, pero al salir Harry no estaba.

Entre en pánico tanto que no me pasó por la cabeza despertar a Hermione, simplemente encendí mi varita y comencé a caminar por la inmensa oscuridad que me absorbía preguntándome ¿donde podría estar Harry?.

Hasta que la luz de mi varita comenzó a ser inservible, pues algo brillaba más que ella. Dentro de la oscuridad del bosque algo parecía absorber todas las luces posibles.

Me acerqué en silencio a aquel lugar del que la luz parecía provenir y al llegar pude darme cuenta de lo que era.

Una cierva de luz se encontraba mirando fijamente a Harry, me quede quieta observando a lo lejos tal magnitud de belleza. Pero en cuanto ella se giró para irse desapareció y los dos quedamos absorbidos por la oscuridad.

El miedo del cual antes había perdido la pista pareció volver esta vez más fuerte. Entonces Harry encendió su varita aún sin saber que yo estaba ahí y la alzo esperando probablemente que cualquier cosa pasara, pero nada sucedió.

Me preguntaba ¿que hacía él en medio de la nada con un patronus?,  ¿por que estaba aquel ser?, ¿sería un mensaje?.

Dude un poco antes de acercarme a Harry.

Camine en silencio hacia él y el crujir de las ramas en mis pies atrajo su atención, alarmado apuntó su varita hacia mí y me gritó.

—¿Quien está ahí?.

—Soy yo.

Le dije, pero Harry no bajo la varita, me acerqué un poco más a él a manera de que la luz pudiera alumbrarme, pero ni siquiera viéndome la bajo, sabía que estaba a la defensiva, después de aquella presencia y apareciendo yo de la nada realmente sería una buena emboscada.

—Baja la varita. Soy yo realmente.

—¿Como lo sabré?, ¿como no se que eres alguien más?.

—Harry, ¿un mortifago sabría que te gusta Ginny?.

Harry sonrió nerviosamente y bajo la varita, la luz se disipó a otro lado, pero pronto no fue lo único que brillaba, pues al mover la luz de la varita esta había apuntado hacia algo dentro del agua.

Pero todo lo que allí había era una pequeña y congelada charca, su agrietada superficie negra brilló cuando alzó aún más alto la varita para examinarla.

Se adelantó cautelosamente y bajó la mirada hasta ella, me acerqué también tratando de no agrietar el hielo.
Este reflejaba su sombra y la mía distorsionadas y el rayo de la varita, pero en lo profundo, bajo el grueso y brumoso caparazón gris, algo más brillaba. Una gran cruz plateada...

El corazón me saltó a la boca. Harry cayó de rodillas en el borde de la charca e inclinó la varita en un ángulo que inundara el fondo de la charca con tanta luz como fuera posible. Un destello de rojo profundo... Era una espada con relucientes rubíes en la empuñadura... la espada de Gryffindor yacía en el fondo de la charca de un bosque.

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Ahora si, rebasamos la mitad😭😭

Estoy euforicaaaa!!!. Ya quería llegar a esta parte y estoy tan emocionada que he comenzado a escribir sin parar, veamos hasta donde llega esto.

O hasta que me dé sueño.

recuerden que jamás me voy a cansar de decirles que las amo muchoooo♥️♥️