49.Sentimientos.

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Todo es más bonito al inicio... hasta la vida.

Hermione me miro.

Pude descifrar exactamente lo que sentía, terror porque Ron se iría, miedo porque no sabía que sería de el y lealtad, porque aunque ella creía que todo estaba perdido no nos dejaría, no se iría con el.

—Yo...— dijo angustiada— si me quedo Ron, dijimos que los acompañaríamos, que iríamos...

—Bien, los prefieres.— dijo y sin más dio la vuelta dispuesto a irse.

—¡No!, ¡Ron!, ¡regresa, por favor!.

Pero chocó contra el escudo que ella misma había puesto, para cuando lo había retirado Ron ya se había ido.

Pero eso no la detuvo a correr detrás de su sombra, lo único que escuchábamos a continuación eran sus chillidos con el nombre de Ron por todos lados, pocas veces la había visto llorar y casi siempre era por culpa de él.

Pronto volvió, la lluvia no apagó sus sollozos, su pelo mojado y pegado a la cara la hacía ver más miserable aún, se sentó en una silla y comenzó a llorar más, sabía cuando lo amaba, bastaba con ver la forma en la que lo miraba mientras dormía, o cuando el idiota se perdía en la comida, Hermione era feliz viéndolo a el serlo, sabía que Ron también la quería, pero a diferencia de ella, el era un idiota.

—¡se ha ido!, ¡ha desaparecido!.

Harry arranco las sábanas de la cama de Ron y tapó a Hermione con ellas, después, subió a la litera de arriba y se quedó callado contemplando el techo.

No sabía que hacer, lo que había pasado hacía apenas unos momentos me mantenía desconcertada, quería a Ron, lo sabía, pero lo que no sabía era al nivel al que el podría llegar, lo entendía en cierta manera, yo también estaba preocupada por mis padres, por Fred, George, Ginny, todos...

Me acosté en la cama de ron, la cual ahora no tenía nada, solo mi cuerpo sobre ella.

Escuchaba la lluvia tratando de silenciar los sollozos de Hermione, pero era en vano, la chica realmente parecía sentir dolor, la mire, seguía acurrucada en las sábanas y se mantenía mirando a la salida, justo por donde el se había ido.

—Hey— ella me miró, sus ojos hinchados y su mirada apagada me recordaban tanto a Draco. — Volverá, no le pasará nada, Ron es estupido pero sabe mantenerse a raya...

Hermione sonrío un poco, asintió y limpio su cara con la sabana, luego se levando y se acostó a mi lado.

—Si vuelvo a verlo, le voy a patear la cara.

Pero había algo que ambas sabíamos, gracias a los hechizos que manteníamos para seguridad, no había forma de que el nos encontrara.

[...]

—Lesia— Blaise llamo su atención, mi amigo se intimidaba cada vez que esa arpia aparecía.

Ella lo miro y después le regalo una sonrisa llena de egocentrismo muy propia de ella.

—¿Si?— le pregunto.

Desde que los Bullock habían sido convocados con más frecuencia por el señor tenebroso Lesia aparecía cada vez más en mi comedor y compartía alimentos con nosotros y eso no era tan malo si lo comparábamos con que aveces mi madre me obligaba a tenerla en mi habitación y aunque Blaise estuviera ahí resultaba realmente molesto.

Destruida. (Draco Malfoy). [Libro#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora