Narra Gine
-Vale, ahora tenemos que ir a la fruteria- dije leyendo la lista de la compra que Melina nos había encasquetado a Katherine y a mi.
-¿No podría haber ido ella?- se quejó Katherine.
-No, ella me ha dicho que tenia que ir a otro sitio y que no podía hacer la com...- de repente sentí algo que me agarraba por la cintura detrás de mi.
-Hola Gine- me susurro al oído haciendo que me entrara un escalofrío mientras me sonrojaba completamente.
-Hola Arween- saludó animada mente Katherine.
-Oye Katherine, ¿te puedo pedir un favor? ¿te puedo robar a Gine durante un rato?
¿Como? ¿A donde me quería llevar Arween?
-Claro, pero cuidado con lo que haceis- me dijo con una mirada pervertida haciendo que me volviera a sonrojar.
-Siii- dijo Arween mientras comenzaba a arrastrarme.
-¿A donde vamos?- pregunté con curiosidad.
-Pues vamos a ir a un sitio- me dijo haciéndose el interesante.
Durante un rato estuvimos callados. De repente noté como Arween cogía mi mano. Me giré sorprendida para mirarle y ví como me dedicaba una sonrisa de felicidad, la cual yo correspondí de manera tímida.
-Ya hemos llegado- me dijo.
Alcé la vista y me encontré con un paisaje precioso: la playa, y al final de esta se veía una puesta de sol y como el mar parecía que ardia.
-Es hermoso- susurré sin soltar la mano de Arween.
-Sabia que te gustaría- me dijo posicionándose detrás de mi y abrazándome.
Nos fuimos a sentar en la arena y apolle mi cabeza en su hombro para contemplar el paisaje. Me estaba empezando a quedar dormida cuando noté como alguien me alzaba del suelo y me cargaba estilo princesa, así que me acurruqué en su pecho y comencé a respirar profunda y tranquilamente.
-Arween...- susurré ya medio dormida.
Narra Katherine
-Ya no siento los brazos- susurré al aire.
Iba tan cargada de bolsas que pensé que se me iban a caer los brazos.
-¿Quieres que te ayude?- me propuso una voz conocida mientras cogía la gran mayoría de las bolsas.
-¿Kujaku? ¿que haces aquí?- le pregunté con curiosidad.
-Había salido a dar una vuelta y como te he visto tan cargada he decidido ayudarte- me dijo con una sonrisa.
-Ah, pues gracias. Si no hubieses llegado seguro que me hubiese quedado sin brazos- dije riendo.
Me ayudó a llevar todas las bolsas hasta casa. No había nadie.
-Muchas gracias por ayudarme con las bolsas. Bueno...adios- dije comenzando a cerrar la puerta pero al ver que no se iba me detuve- ¿Que ocurre?- dije con curiosidad- ¿a caso quieres entrar?- ví como comenzaba a asentir con una sonrisa en la cara- venga pasa.
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Mis Primas Y Yo
Teen FictionKatherine es una adolescente, que a causa de sus padres aventureros tiene que irse a vivir con sus primas. Allí comenzará una nueva vida con amigos, enemigos, amores, y muchas cosas excitantes que le vendrán por el camino, complicándole y entrelazan...