Narra Gine
-La cena estaba muy rica- le dije a Melina mientras me levantaba de la mesa y me dirigía a las escaleras- Oye, ¿para mañana podrías hacer un pastel de chocolate con fresas?
-Siii- me secundó Katherine con alegría pensando en el pastel.
-Bueno... Si me da tiempo tal vez haga uno, pero no os prometo nada- nos dijo sin mirarnos, ya que estaba fregando los cacharros.
Me dirigí a la habitación dispuesta a leer un rato alguno de mis cientos de libros.
Encendí mi lamparita de noche y comencé a leer, pero después de un rato oí un ruido que provenía de fuera. Paré de leer y agudicé el oído, cuando volví a oír el ruido me levante y me acerque a la ventana del balcón. Alguien estaba lanzando piedrecitas a la ventana, así que salí fuera para ver quien era.
-Hola Gine- me dijo Arween desde debajo de mi balcón.
-¿Que haces ahí Arween?- dije con alegria- No me iras a hacer aquí una escena de Romeo y Julieta ¿verdad?- dije comenzando a reír al imaginarme lo.
-No, no- dijo entre risas él tambien- ¿te apetece que vayamos a dar una vuelta?
-¿Ahora?- dije sorprendida ante su proposición.
-Si, ahora. Ven baja- me dijo haciéndome señas.
Yo descendí por las enredaderas de la casa y cuando estuve en el suelo me lance a darle un beso a Arween. Los dos comenzamos a caminar cojidos de la mano.
-¿A donde vamos?- pregunté con curiosidad.
-A un lugar- dijo con una sonrisa.
Ante su negativa de no querer decirme a donde íbamos le solté la mano y antes de que pudiera protestar me subí a caballito sorprendiéndolo completamente.
-Dime a donde vamos- le dije aferrándome a él.
-Vamos a un sitio- me dijo agarrándome para que no me cayera mientras seguia sonriendo.
Durante todo el camino no me bajé de su espalda. Llegamos a una especie de lugar que no sabría como describirlo: era como un acantilado pero a la vez no, porque este lugar estaba protegido por una valla y se veía toda la ciudad iluminada por las luces de la ciudad y la de la luna.
Me bajé de su espalda y me posicioné a su lado.
-¿Como encuentras estos lugares tan maravillosos? Yo nunca encuentro estas cosas aunque me lo proponga- le dije con un poco de recelo.
-Es se-cre-to- me dijo abrazandome y acercándome a él sin dejar de mirar las vistas.
-Gracias por enseñárme esto Arween- le dije besándolo apasionadamente siendo correspondida inmediatamente por él.
-De nada, siempre me tendrás aquí para ti- me dijo volviéndome a besar pero de forma mas romantica.
~Al día siguiente~
Narra Melina
-Harina, huevos, leche...- iba repasando la lista para no dejarme nada.
-¿Que harás con todos esos ingredientes amor?- oí en mi oído haciendo que me entrara un escalofrío.
-Haré un pastel- le dije girandome y encontrandome de frente a Hikari para darle un casto beso.
-¿Te puedo ayudar?- me dijo con ilusión en su voz.
-Si luego me ayudas a limpiar si- le dije comenzando a reír al ver su expresión.
Los dos nos dirijimos a casa y comenzamos a preparar las cosas para hacer el pastel. Yo me puse mi delantal de naranjas y a él le ofrecí un delantal rosa con volantitos que tenia por ahí.
-Esto es broma verdad- me dijo mirando el delantal con incredulidad.
-Es el único que queda, si quieres mancharte la ropa... Aya tu- le dije aguantando me la risa al ver como se ponía el delantal- primero hay que poner dos tazas de harina y una cucharada de levadura y tamizarlo todo para que no queden grumos.
Los dos fuimos preparando el pastel de forma conjunta.
-Ahora hay que dejarlo media hora en el horno y después tenemos que dejar que se enfríe para ponerle algunas fresas por encima- dije metiendo el pastel en el horno.
Me giré hacia Hikari que estaba distraído mirando el libro de cocina, esta era mi oportunidad. Cogí un poco de harina y se la lancé dando en el blanco.
-¡Pero que...!- exclamó asustado girándose hacia mi, mientras yo me hacia la loca- con que quieres jugar ¿eh?
Pude ver como cogía un puñado de harina dispuesto a tirarmelo, yo asustada me escondí evadiendo su lanzamiento.
-¡Ja! No me has dado- exclamé feliz mientras cogía un puñado y se lo tiraba volviendo a acertar, pero mientras, él ya me había lanzado otro y había acertado. Estuvimos un rato así, hasta que una de las veces cuando estaba dispuesta a tirarle un buen puñado se acercó velozmente a mi agarrándome la mano para que no lo lanzara.
-Te atrapé- susurró muy cerca de mis labios. En ese momento me besó robándome el aliento. Dejé caer la harina que había en mi mano. Me soltó y me atrajo hacia él agarrándome por la cintura, mientras yo le rodeaba el cuello con mis brazos y empezaba a jugar con su pelo. Noté como me alzaba en el aire y me colocaba encima de la encimera de la cocina haciendo que yo quedara un poco mas alta. Con su lengua pidió permiso para entrar en mi boca, cosa que le di encantada haciendo mas apasionado el beso. Nuestras lenguas hacian una especie de baile entre ellas. Al final nos tuvimos que separar por falta de aire. Juntamos nuestras frentes mientras respirábamos agitada mente.
En ese instante oímos como sonaba la alarma del horno avisándonos que el pastel ya estaba listo. Nos separamos y me bajé de la encimera para sacar el pastel del horno y terminar de prepararlo.
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Mis Primas Y Yo
Teen FictionKatherine es una adolescente, que a causa de sus padres aventureros tiene que irse a vivir con sus primas. Allí comenzará una nueva vida con amigos, enemigos, amores, y muchas cosas excitantes que le vendrán por el camino, complicándole y entrelazan...