Capitulo 29

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Me disculpo por haber tardado tanto en subir capitulo. Resulta que en estos momentos me encuentro en un lugar que no tiene luz, lo que significa que hay pocas posibilidades de cargar mi mobil, pero no preocuparse, poco a poco seguiré subiendo capítulos ;-D .

Narra Katherine

Esa mañana me sentía extrañamente feliz.

-Hola Kyo- salude a nuestro gatito mientras se refrotaba contra mi pierna en señal de que quería mimos- Eres un gatito consentido ¿verdad pequeño?- le dije mientras comenzaba a acariciarlo.

Hoy habían comenzado por fin las vacaciones de invierno y quedaban cuatro días para nochebuena, así que tenia que empezar a buscar regalos antes de que las tiendas se llenaran de gente y no quedara nadie.

Narra Gine

-¡Siiiii! ¡Porfin son las vacaciones de navidaaad! ¿Que significa? ¡Regalos a tutiplen!- grité eufórica mientras corría con Arween por la calle atrayendo así las miradas curiosas de la gente que iba paseando.

-Tranquilizante, sino creerán que estas todavía mas loca de lo normal- dijo Arween comenzando a reír.

-Pero que dices, mi locura es algo muy normal- dije posicionándome a su lado.

Estuvimos corriendo durante un rato y llegamos hasta un parque repleto de niños. Mientras pasábamos por allí dando vueltas un niño que no debía tener mas de cuatro años se tropezó delante nuestro y se calló raspando se las rodillas. Su llanto no tardó en inundar el lugar y Arween se acercó a él.

-¿Te encuentras bien pequeño?- le dijo acariciándole la cabeza mientras el niño lo miraba con lágrimas resbalandosele por las mejillas- Ven, levantate.

Arween le ofreció la mano al niño y lo ayudó a levantarse. Cuando ya estuvo de pie pude ver que sus rodillas estaban sangrando, así que yo tambien me acerqué.

-¿Como te llamas pequeño?- le dije poniéndome a su lado y mostrándole una sonrisa.

-D-daniel- me dijo sin dejar de llorar.

-Daniel, sienta te en el banco que vamos a curarte las heridas- le dije conduciéndole a un banco mientras era seguida por Arween.

Lo aupé para que se sentara y comencé a lavarle las heridas con un poco de agua hasta que ví que dejó de sangrar, pero me encontré con el problema de que no tenia tiritas ni nada.

-No te preocupes, yo tengo- me dijo Arween mientras sacaba unas tiritas de su riñonera- teniéndote de novia es mejor ir preparado para todo.

Le hice un puchero y observé como le colocaba las tiritas. Cuando terminó vimos como una señora corría hacia nosotros y Daniel bajaba del banco para abrazarla. Este le explicó lo que le había sucedido y ella nos lo agradeció. Mientras se iban del parque Daniel se despidió con una gran sonrisa.

Narra Katherine

-Vamos a ver, ¿que le puedo buscar a Mirai?- dije observando los escaparates de las tiendas.

Ya había ido a un montón de tiendas y aun me faltaban los regalos de Mirai, Robert, Leila, Arween y Kujaku. Iba pasando por delante de las tiendas cargada con bolsas hasta que en una encontré algo perfecto para ella.

~Un rato despues~

-Solo me falta el de Kujaku.

Este era el mas difícil en mi opinión, pero estaba convencida de que encontraría algo perfecto para él.

Estaba inmersa en mis pensamientos, asi que no me fijé en que me desviaba del camino principal y me dirigía a una callejuela hasta que me choqué contra alguien.

-Perdon- dije alzando la vista para ver con quien me había chocado.

-Mira que tenemos aquí, ¿que tal preciosa?- dijo el tío con el que me había chocado mientras me miraba con una mirada lasciva que me produjo asco. Este iba con otro mas que me miraba de igual forma.

Yo intenté esquivarlo y pasar por su lado, pero este se entrepuso en mi camino.

-A donde vas preciosa, ven a divertirte con nosotros un rato- dijo mientras se acercaba a mi y me intentaba atrapar entre sus asquerosos brazos, pero antes de que lo consiguiera le propiné una patada en su "zona delicada" haciendo que este se encogiera y comenzara a retorcerse de dolor- Hija de...

Me di la vuelta rápidamente para comenzar a correr pero otro tipo que no había visto se interpuso en mi camino. Me proponía a meterle una patada igual que al de antes hasta que noté como alguien me atrapaba y me colocaba un trapo tapándome la boca y la nariz. Solté las bolsas que hasta ese momento había tenido en la mano e intente apartar a quien me agarraba, pero poco a poco noté como la fuerza abandonaba mi cuerpo y mis párpados comenzaban a cerrarse. Antes de caer en la inconsciencia pude alcanzar a oír algo.

-Ya eres nuestra preciosa.

Mis Primas Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora