-¿Lista Dylan?
-Un segundo Tyler, dame un segundo más.
Me alizé mi vestido blanco.
¿Regalo de quien? De mi madre.
¿Cómo se enteró de que tenía un baile y me lo mandó? No tengo idea.
Era un lindo vestido, si se lo hubiesen dado a una chica delicada.
También me había mandado un collar y unos zapatos.
-¿No puedo ir en zapatillas?- Dije saliendo del baño.
Tyler tenía cara de bobo.
-Si me dices que me veo linda, recuerda que tengo zapatos altos. Que duelen según como decida usarlos.
-¿No puedo acerte cumplidos entonces?
Hizo un puchero.
-Esas cosas no me pueden Tyler.
-¿Y qué cosas te "pueden"?
-La pizza, los videojuegos, los deportes violentos, las cosas dulces. Y no me refiero a personas dulces, me refiero a comida dulce.
-¿Puedo cargarte hasta que no haya barro al menos?
-No me negaría al transporte y menos si lo hacen volutanriamente.
Estiré mis brazos y el me cargo como lo había hecho Finn hacia menos de un día.
Luego recordé que el había bajado del auto se Cayden con Caitlin.
-Puaj.
-¿Qué paso?
-Un recuerdo disgustante, nada más.
Seguimos caminando hacia el "salón" que en realidad no estaba tan mal.
Una temática campestre.
Habia estrellas blancas y negras colgando del techo, telas negras y una mesa llena de comida.
-Ya vengo, ¿nos registras?
-Si, ¿a donde vas?
Señalé la comida.
-Directo a un coma alimenticio.
Salí casi disparada hacia la mesa y comencé a mirar cada plato detalladamente.
-Ta te ti suerte para ti si no es para...
-¿Dylan? ¿Qué estas hacien...
Me di vuelta lamiendo mi dedo, el cual tenía crema para observar al estúpido Cayden.
Fui subiendo la mirada desde sus pies hasta su cabeza.
Estaba hermoso.
El traje le marcaba a la perfección su figura trabajada y el saco quedaba perfecto con sus anchos hombros.
Sin contar que las facciones marcadas de su rostro con traje quedaban mucho mejor.
-¿Qué quieres inútil?
-Solo... venía a decirte que estas... estas hermosa.
Sople un mechón de cabello que se había entrometido en mi rostro.
El maldito no se iba, por lo que Cayden acercó su mano hacia mi y lo puso detrás de mi oreja.
Pero no retiró su mano luego de hacerlo, sino que la dejó sobre mi mejilla. Y yo no lo aparté.
Mis ojos se cristalizaron ya que cada vez me costaba mas ver.
Bajé mi cabeza y me alejé.
-No Cayden.
-¿Por qué?
-Ve con Jenna que es con quien viniste y yo...
-Quería venir contigo.
-No me dificultes las cosas, por favor.
Dejé la comida que había tomado en la mesa y salí a tomar aire.
¿Por qué había accedido a venir a este estúpido baile?
(*)
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Dúo Anti-zorras. {EDITANDO}
Ficção AdolescenteDYLAN Y LINDSAY. Son dos chicas problemáticas. Amantes de las bromas pesadas y (NO) amantes de las zorras. Dos chicas completamente desconocidas. Sus caminos se cruzan ante la loca idea de sus padres en mandarlas a un campamento de verano. Un cam...