Dúo Anti-zorras. {EDITANDO}

Una pequeña venganza.

POV'S Lindsay.

Desperté antes de sonaran las campanas para que nos levantaramos.

Son las cinco de la mañana. Al menos teníamos un reloj de pared.

Estaba tan aburrida. No sabía que hacer. Entonces empecé a escribir una carta para mis padres.

Hola ma, hola pa. ¿Se preguntan cómo estoy? Tal vez no. Si no me hubieran mandado una carta ustedes. Les mando esto por que al menos yo me ocupo de decirles que estoy bien dentro de lo que se puede. ¿Ustedes? ¿Todo ok?
Ya se que son tres meses. También se que no me querían decir por que me iba a volver loca, y sí.
Pero querida mamá. Ahh, querida madre.
¡¡Me mandaste a un campamento de como cocinar y limpiar!! Ya entendí por que me dijiste que no sabía hacer fideos. Malvada.
Papá, no te culpo. Seguro caiste en los juegos malignos de mi madre.
Mami, como sabes que no se cocinar, voy a disfrutar el día que me toque cocinar. Si. Quiero que lo sepas de ante mano. Quizás mate a todos, por que van a morir intoxicados. Ay madre, madre, quizás está es mi última carta  antes de que me envíen a la cárcel por        enevenenacion de comida. Sólo eso.
   Besos. Lindsay.

¡Ah se me olvidaba! Mamá, para tu información HAY ZORRAS. SÍ,  LEÍSTE BIEN. Z O R R A S.
Pero al menos esta Dylan. Sé lo que están pensando y no. No le estoy metiendo el cuerno a Peter aunque el seguro ya lo hizo con Kendall. Dylan es una chica. Si, una chica. Tiene nombre unisex!!!!!! Ahora si.
                       Besos y abrazos (xoxo)

Si pensaba matar el tiempo escribiendo una carta estaba equivocada. Sólo me tomó diez minutos. Pero iba a ir a mandarla. Quizás Merrissa este dormida, pero de todos modos no se que hacer así que no pierdo nada.

Salí de la cabaña ¡Dios mío! Estaba helando afuera y yo estaba con mi pantalón suelto de pijama y una remera musculosa.

-Qué sexy te quedan los conejitos en ese sexy pantalón.

-Brad.-Dije sorprendida.-¿Que haces despierto?

-Estamos conectados, quizás.

-Déjate de bromas.

-¿Donde vas?

-A llevar esta carta, así que correte y déjame pasar que me estoy congelando.

-¿Cuantos años tenes? ¿Ochenta? Lo de las cartas ya pasó de moda.

-Ja, gracioso.

Para mi sorpresa el correo estaba abierto.

-Hola linda.-Me dijo Merissa.

-Hola, pensé que no iba a estar abierto.-Le tendi mi carta.-Lo siento que no me quede charlando más tiempo ¡Es que hace un frío de morirse!

Dicho esto viene Brad y me da su saco.

-¿Que haces? ¡No lo quiero!-Y se lo tiré en la cara.

-Creo que deberías ser un poco más agradecida.

-Yo creo que no.-Pasé y lo choque.

-¡¡¡Lindsay!!!-Me llamaba Merrissa.

-¿Que pasa?-Le dije mientras iba corriendo.

-Ven, pasa.

Estaba tan calentito ahí adentro, me dio una manta, me tape y me senté.

-Toma este café.

-Gracias.-Le dije mientras lo agarraba.-¿Por que es tan buena conmigo? Por lo que escuché usted no suele ser así.

-La gente me conoce mal y me juzga. Estoy tan sola. Necesito de una compañía. Y tú, eres tan bella y buena.