Capítulo 6.

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—¡¿Cómo que te castigaron?!

A la vieja Montgomery, no le agradó que interrumpiera su clase con mi gran grito pero creo que realmente lo que le molestó fue que no respondiera a su pregunta.

¿Adivinen quién tiene tres semanas de detención?

En mi instituto, acostumbran a llamar a tus padres cuando entras a detención. La mayor parte del tiempo lo hace la secretaria del director pero esta vez se encargó personalmente Montgomery.

—Estoy esperando una respuesta, Daisy Gabriela Rogers Méndez.

Oh oh, nombre completo. Cuando mamá dice el nombre completo es que realmente estoy en problemas.

—Bu... Bue... Bueno—tartamudeo—, verás mami, todo fue culpa de Connor.

Golpe bajo, lo sé.

—¿Connor? ¿El chico que te gusta?

—¡Él no me gusta!—grito y el rostro de mi madre se convierte en granito. Ella me quiere matar.

—No me alces la voz, Gabriela—dice tranquilamente, pero yo no me creo esa tranquilidad en su rostro. ¡Dijo el puto segundo nombre!

—Perdón—Mi madre se sienta en el sofá de la sala y suspira. Luego levanta la mirada observándome.

—Cariño, no hay problema si te gusta un chico. Debe ser muy guapo para que te guste, debes traerlo para que lo conozcamos—La miro como si tuviera tres piernas—, pero no debes descuidar tus estudios y si él va a ser una mala influencia...

—Mamá, detente. Connor Pirce no me gusta, es un idiota que me estaba molestando.

— ¿Segura?—levanta una ceja con suspicacia.

—Sí, mami. Ahora, lo siento por lo de Montgomery, no volverá a suceder—menciono mientras empiezo dirigirme a las escaleras—. Voy a mi habitación, ¿vale? Estaré dibujando un rato.

No espero a que responda, salgo corriendo por las escaleras, llego a la puerta de mi habitación y me adentro en ella. Me aviento a la cama y busco mi celular, tengo un mensaje de texto de un número desconocido, eso me extraña al instante, toco la pantalla en el mensaje y leo atentamente.

Disculpa por lo que pasó.

Pero fue culpa tuya si nos ponemos a analizar.

Tú no me quisiste regalar otro lápiz.

C.

¿Cómo jodidos se atreve a decir eso? Pero lo más importante: ¿Cómo consiguió mi número?

Marco furiosamente el teclado y envió mi mensaje.

Púdrete, Connor.

No se si alguien leerá esto pero enserio estoy disfrutando escribiéndola

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Regálame un lápiz | Los Intocables #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora