¿La típica historia de amor en donde el chico choca con la chica accidentalmente, se miran fijamente a los ojos y es amor a primera vista?
Primero, no chocamos.
Segundo, trato de no mirarlo.
Y tercero, no creo que haya sido amor a primer...
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Connor.
Daisy estará de cumpleaños el día de mañana y no tengo ni idea de que regalarle. Apenas me enteré esta mañana y fue gracias a Christie. Ya que Bart está ocupado en el veterinario, llamé a Louis, George y Tristan, y luego de suplicarles, me acompañaron al centro comercial para que me pudieran ayudar con el regalo, cosa que no está sucediendo porque George y Louis se encuentran haciendo vídeos para nuestro perfil de Instagram y el idiota de Tristán, solo se ríe de mi rostro desesperado.
—¡¿Puedes parar ya?!—grito a Tristan.
—Lo siento, hermano—dice entre risas—, pero es que nunca pensé ver a Connor Pirce arrastrándose por una chica.
—No me estoy arrastrando por una chica—Cambio mi voz tratando de arremedarlo—, solo quiero hacer algo especial por ella, ¿ok? Enserio, Daisy me gusta mucho.
—Tengo una pregunta—Me habla George—. ¿Besa tan bien como aparenta?
—No menciones esas cosas—Golpea Louis el hombro de George—, no puedes hablar así de la novia de Connor.
—Aún no es mi novia.
—Ustedes deben tener algo—porfía Louis—, si se han besado varias veces y no se despegan porque están como lapas, es obvio que tienen algo.
—Pueden tener algo y no ser novios—razona George.
—Yo creo que deberías regalarle una taza—dice Tristan haciendo que los tres lo miremos incrédulos.
— ¿Una taza?
—Claro, así cada vez que ella tome un café en la taza se recordara del idiota de Connor.
—Eres el peor amigo del mundo—le digo y empiezo a caminar.
— ¡Oh, Vamos! No te enojes, solo fue una idea.
—Tristan—me detengo y lo veo fijamente a los ojos—, si no me importara Daisy no les habría suplicado que vinieran conmigo a buscar un regalo perfecto. Se supone que son mis amigos y me tienen que ayudar, pero no importa, si quieren pueden irse a casa, yo trataré de conseguir un bonito obsequio.
»Porque lo repito, Daisy me importa.
Reanudo mi caminata y pienso un poco cual sería el regalo perfecto, siento una mano en mi brazo que me obliga a detener mis pasos, volteo y me encuentro con Tristan.
— ¿Por qué no le regalas un lápiz?
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¿Qué mejor regalo que este? Una parte de mi bebé Connor :3
Esta es la primera parte de tres capítulos que subiré el día de hoy como agradecimiento de sus votos y comentarios. Más tarde subo el otro. Espero que lo disfruten mucho.
Muchas gracias por leer y votar.
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