Capítulo 12.

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Mi habitación se encuentra con miles de materiales, algunos desparramados sobre mi cama y otros en el suelo.

Trato de hacer el mejor trabajo.

Intento colocar unas palmeras en la maqueta pero las malditas no se quieren quedar ahí, el pegamento que estoy usando no es de gran ayuda así que decido bajar a buscar a mi papá para que me preste una de sus pegas blancas resistentes.

Corro rápidamente por las escaleras intentando no hacerme daño, luego busco la puerta del despacho de papá y entro sin tocar.

—¿Daisy, qué te he dicho de tocar antes de llamar?—Me riñe y me sonrojo.

—Lo siento, papi. ¿Tendrás una pega blanca resistente?

—No, cariño. No he podido ir a comprar—Maldigo por lo bajo por la mala suerte que he traído estos últimos días—, pero si es muy importante, puedes ir a la casa de los nuevos vecinos y pedirles prestado un poco de pegamento, me enteré que el papá de tú amigo es arquitecto.

¿El papá de Connor es arquitecto? Uff, mi idea de que fuera dueño de una fábrica de tampones se fue al desagüe. Bueno, a lo mejor otro de Los intocables si lo es.

Salgo del despacho sin decirle adiós a mi padre. Me dirijo a la puerta principal para luego salir por ella y luego troto hasta el otro lado de la calle. Al tener la puerta de la casa de Connor al frente de mí, toco el timbre y espero. Connor aparece detrás de la puerta con cara de sueño, luego frunce su ceño mirándome confundido.

—¿Daisy?

—Hey... necesito un favor. Me enteré de que tu papá es arquitecto así que debe tener una de esas pegas resistentes. ¿Crees que él podría regalarme un poco? ¡Me lo debes, Connor!—digo casi sin respirar.

—Wow calma, señora lápiz. Buscaré un poco para ti. Entra, ven.

Me adentro a la casa —embrujada—, de Connor y me siento en uno de los sofás en espera de la pega. Observo todo con detalle desde mi lugar, las paredes son de un color crema y los sofás son de un color azul oscuro, haciendo un contraste perfecto. Connor se acerca a mí con un frasco en donde supongo colocó el pegamento.

—Aquí tienes.

—¡Gracias, Connor!

—¿Puedo hacerte una pregunta?—asiento y él continúa—. ¿Para qué necesitas pega resistente?

—Para una maqueta de dibujo técnico.

—Entiendo.

—Oye, ya me tengo que ir. Gracias de nuevo Connor.

—Te la debía, señora lápiz.


Regálame un lápiz | Los Intocables #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora