Luego de aquel episodio vergonzoso, Connor nos llevó a casa.
Su semblante es serio, no le respondí y sé que esta algo decepcionado por ello.
Recapitulemos, Connor me invita un helado y me dice que le gusto. La pregunta es: ¿a mí me gusta él?
Es un chico muy dulce, a pesar de que pensé en un principio que era un idiota sin filtro. Le he tomado cariño cada vez que me dice señora lápiz o cuando me pide que le regale de mis lápices de dibujo. Estuve castigada gracias a él, pero eso no evitó aceptar que saliéramos, se comportó como un verdadero caballero y me hizo sentir especial.
Las mejillas se me calientan porque... mierda... pasó lo inevitable.
Me gusta Connor Pirce.
Se estaciona frente a su casa pero ninguno hace gesto de querer bajarse del auto. El silencio nos rodea y la seriedad de Connor me asusta un poco, tomo su mano entrelazando mis dedos con los suyos. Me mira, lo miro, una guerra de miradas entra en acción hasta que Connor decide cortarla acercando su rostro al mío.
—No pensé que pedirte un puto lápiz iba a hacer que me gustaras de esa manera—susurra muy cerca de mi rostro.
— ¿De qué hablas?—digo bajito.
—Daisy, me haces sentir como un tonto. Nunca necesité otro lápiz después de ese examen de matemáticas—confiesa él sonrojándose—, pero de alguna manera quería estar más cerca de ti. Quería conocerte, de una patética forma.
»Eres una de las chicas más especiales que he conocido y cuando digo que me gustas, es porque realmente me gustas, Daisy. Cuando aceptaste salir conmigo... wow... me sentí uno de los chicos más afortunados del mundo.
Sonrío como boba y decido dar el primer paso, tomo la parte trasera de su cuello atrayéndolo hacia mí haciendo que nuestras bocas chocaran. Nuestros labios no se mueven hasta que Connor empieza hacerlo, chupa mi labio inferior pidiéndome el permiso para adentrar su lengua en mi cavidad. Les juro que veo fuegos artificiales, que un panal de abejas se encuentra en mi vientre y que mi mente esta en las nubes en este momento, Connor sabe a fresa y su olor... joder.
Nos separamos luego de unos de segundos con un pequeño beso, Connor me sonríe y yo le sonrío.
— ¿Eso que significó?
—Adivínalo—respondo con una sonrisa coqueta mientras me bajo de su auto.
Corro rápidamente a casa y cuando cierro la puerta, la misma sonrisa boba vuelve a posarse en mis labios. Un carraspeo me hace mirar hacia las escaleras, encuentro a mi madre moviendo las cejas de arriba abajo.
— ¿Por qué tardaste tanto en bajar del auto de Connor?
Joder con mi mamá.
Solo pido a Dios que no le mencione ni una palabra a papá.
¡Besoooooo! Me emocioné mucho escribiendo este capítulo 7u7
Espero que les guste y lo disfruten.
No se olviden de votar y comentar.
Saludos.
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Regálame un lápiz | Los Intocables #1
Historia Corta¿La típica historia de amor en donde el chico choca con la chica accidentalmente, se miran fijamente a los ojos y es amor a primera vista? Primero, no chocamos. Segundo, trato de no mirarlo. Y tercero, no creo que haya sido amor a primer...