Llevaba tres años en Escocia, el primer año lo había odiado, pero cuando comencé a verme con James, todo era luz y felicidad.
Me lo había encontrado en una cafetería que quedaba cerca de mi departamento, mi padre me había comprado uno cuando comencé a ir a la universidad.
Bueno, como decía, me había encontrado con James. Lo primero que pensé fue en escapar, salir de la cafetería y no salir de mi departamento por los próximos 3 días, pero me contuve, me quedé allí y pedí un café. James ni siquiera se había dado cuenta de que estaba a su lado haciendo mi pedido, me había aliviado mucho eso, pero mis nervios me traicionaron y terminé tirando mi café sobre su camisa.
- Lo siento mucho - dije sacando una servilleta y limpiando su camisa, el se quejó pues el café estaba caliente, esperaba que no me reconociera, estaba más delgada y ahora tenía mi cabello pintado rubio.
- No te preocupes - aún no me había mirado - Estas cosas suelen suceder - rió levemente, luego levantó la mirada y quedó pasmado al verme - ¿Alma? - yo lo miré nerviosa.
- Yo.... Yo... Yo no se quien es esa Alma - dije tratando de no parecer nerviosa.
Podré hacerme pasar por otra persona? - me pregunté.
James rió - Alma, se que eres tu - acarició mi rostro - Jamás me olvidaría de tu linda cara - me sonrojé.
¿Me perdonaría después de haberlo dejado?
Reí nerviosa.
- Si quieres te invito un café - me dijo.
- ¿Para que pueda tirarlo sobre tí? No gracias - reí - Podemos ir a una tienda, por otra camisa - le ofrecí.
El aún estaba asombrado.
- Claro - respondió.
Yo sonreí y asentí, pagué el café que había tirado sobre James, nos fuimos. Afortunadamente cerca de la cafetería había una tienda, entramos y James escogió una camisa cualquiera, la pagué y pasamos a la cafetería nuevamente para que James fuera al baño a cambiarse.
Luego de eso me invitó un café nuevamente, esta vez si acepté.
-¿Qué haces aquí? - preguntó extrañado.
- Larga historia, en resumen, vivo aquí - el sonrió.
- Que bueno que tenemos tiempo.
Luego de ese encuentro nos vimos varias veces, nos juntamos a ver películas y jugar juegos de mesa con unos amigos de mi universidad. Todo iba bien, hasta que se tuvo que ir, tenía un contrato para grabar una película.
Estos últimos meses había estado tan ocupada con los exámenes universitarios, ya que eran los últimos.
- Voy a reprobar - me quejé.
- Nada de eso - respondió Lauren - Sigue estudiando.
Lauren era mi mejor amiga, la había conocido el primer año de universidad, y desde ahí nos habíamos vuelto inseparables.
- Aquí está la dupla cerebrito - dijo Max.
A Max lo había conocido en una fiesta a la que Lauren me había invitado, había intentado ligar conmigo, pero yo no estaba preparada para otra relación.
Un año después.
Lauren no paraba de decirme que fuéramos a la fiesta, yo no quería, tenía ganas de seguir durmiendo.Tom me había llamado, y yo no le había contestado, se que tengo 21 años, y que puedo hacer lo que quiera, pero habían pasado 4 años desde la última vez que lo vi, y no quería volver a verlo. James había vuelto, según había escuchado, lo habían visto en la calle, pero eso había sido hace semanas, tuve la esperanza de que vendría a verme, pero no fue así, jamás se presentó en la puerta de mi casa.