Vuelo AC1837 (Niall y tú)

Vuelo AC1837

Narra ________

PASAJEROS DEL VUELO AC1837 CON DESTINO A TORONTO, FAVOR DE COMENZAR ABORDAJE

-Por fin!- Pensé cuando escuche aquel llamado.

Estaba formada en la fila para abordar y estaba muy emocionada ya que me iría a estudiar la preparatoria a Toronto, era un importante paso para mi, me iría a vivir con mi hermano Liam que tiene un departamento en el centro de la ciudad. Liam es mi hermano mayor, tiene 19 años y estudia en Toronto, mis padres creyeron que me convenía venirme ya que en Toronto hay mejores escuelas, según mis papás.

Localice mi asiento

-Me toco ventanilla, yay!- pensé

Me senté y me toco al lado de una pareja de viejitos.

-Agh- pensé, ya que iba a ser un viaje largo e iba a estar con ellos un buen rato

El vuelo duraría mucho ya que México esta muy lejos de Canadá, pero el avión haría escala en Estados Unidos, así que no sentiré tan largo el viaje.

Me estaba muriendo de aburrimiento, lei unas siete veces la tarjeta de instrucciones en caso de que el avion se cayera al mar, ya me habia vuelto una experta, intente dormir pero no podia con el sol que se reflejaba en toda mi cara. Hasta que alguien me toco
el brazo desde el asiento de atrás y me paso un papelito.

Lo abrí y el papelito decía:

"Aburrida?"

Cuando lo leí me asuste un poco ya que no sabía las intenciones de quien lo mandaba, por un momento pensé que sería un gordo calvo de 40 años o algún pervertido de esos que se hacen pasar por niños de 10 años en internet. Me daba miedo voltear, pero tenía mucha curiosidad, así que me arme de valor y volteé.

No encontré un señor raro ni mucho menos calvo o feo, vi a un muchacho de unos 18 años, rubio con unos hermosos ojos azules, venía sentado con un viejito y una señora que al parecer era hija del señor. Le sonreí y regresé a mi posición original, busque una pluma por toda mi desordenada bolsa, tarde unos 10 min hasta que le encontré.

-Yo creo que piensa que ya no le voy a contestar- pensé, ya que había tardado en encontrar la pluma.

Le escribí:

"Poquito, me entretienen los ronquidos de la señora 😜"

Por un momento pensé en no dárselo ya que estaba nerviosa, pero después de unos minutos de inseguridad, le pase el pedazo de servilleta por el lateral del asiento.
Volteé y lo vi leyendo la servilleta, ni siquiera se dio cuenta que lo miraba ya que estaba muy entretenido leyendo el contenido, sonrió y vi que se puso a escribir una respuesta.

*Inicio de Flashback*

Narra Niall

-Niall, apúrate! No vas a llegar al vuelo!- Me gritó mi mamá desde el primer piso.

-Ya voy!- Le grite mientras bajaba corriendo las escaleras.

Cuando llegue al piso de abajo, estaba mi mamá enojada con las llaves del coche en la mano.

-Hasta que bajas- Me dijo molesta- Que haces ahí parado? Córrele, que te va a dejar el avión!-

Salimos corriendo de la casa, nos subimos al coche y antes de que mi mamá arrancara...

-Chin! Mi celular!- Le dije muy sorprendido

Salí corriendo del coche, estuve buscando mi celular, hasta que lo encontré, baje lo más rápido que pude las escaleras y me metí al coche.

- Listo! Ahora si nos podemos ir!- Le dije un poco agitado mientras me ponía el cinturón de seguridad.

Mi madre rodó los ojos y me dijo un poco preocupada:

-No se cómo vas a vivir solo si sigues olvidándolo todo, apenas tienes 18 años, estas seguro que te quieres ir a la universidad hasta Canadá?-

-Mamá! Ya estoy grande y me puedo cuidar solo- Le dije un poco enojado

Esto fue lo último que hablamos de camino al aeropuerto, el resto del viaje fue un silencio incómodo.

Llegamos al aeropuerto y corrí hacia el mostrador de la aerolínea, la fila era inmensa, estaba empezando a preguntarme si iba a poder abordar.
Levante la vista un poco cansado hacia delante de la fila, vi a una chava muy bonita que estaba documentando su equipaje, sonreí hacia mis adentros. Esperaba que fuera en mi vuelo.

-Genial, no pudo haber tocado con alguien peor?- Pensé cuando vi que me había tocado al lado de un viejito y una señora que parecía su hija. Hojee la revista del avión y sólo era una revista de compras que vendía maquillaje, perfume y cosas que realmente no me importaban. En fin, la había terminado antes de que el abordaje acabara, y ahí estaba, la chica del mostrador. Pude sentir como se dibujaba una sonrisa estúpida en mi rostro e inmediatamente corregí la mueca para no delatarme.

Se sentó enfrente de mi, sonreí de nuevo porque ya no me podía ver. Todo el despegue estuve intentando llamar su atención, moviendo su asiento "sin querer", estirándome para que al menos me notara. Nada.

Cuando la azafata paso con las bebidas y me entrego mi refresco con una servilleta se me ocurrió algo loco. Loco, pero que podría funcionar.

"Aburrida?" Escribí en la servilleta con mi mejor letra, que realmente eran patas de araña. Extendí el brazo y toque delicadamente el suyo para darle el papel doblado cuidadosamente por la mitad.