Capítulo 12

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Al día siguiente me desperté como si tuviera una terrible y enorme resaca. Me dolía la cabeza horrores, y me sentía mareada.

La tarde anterior la había pasado encerrada en casa. Después de haber "peleado" con Jade y haber quedado casi como desconocidas, me había vuelto a casa con mi hermana pequeña y me había atrincherado en mi habitación. Si hubiera estrujado mi almohada probablemente habría podido llenar un cubo de agua. Creo que era la primera vez en años que lloraba tanto.

De nuevo el teléfono volvió a sonar. Llevaba casi una hora vibrando. Alargué el brazo para cogerlo y miré el buzón de mensajes.

¡April! ¿Cómo estás? Te he echado mucho de menos hoy en clase, ¡Harry no deja de golpearme! -Sean.

Hey, April, esta mañana nos ha contado Jade a Sam y a mí sobre lo que pasó ayer, pero tengo la impresión de que no me ha contado todo, ¿cómo estás? Te echaba de menos en el recreo, me faltaba una almohada. -Lucy.

Hoy durante el recreo todos estaban con el móvil, supongo que tendrás mil y un mensajes suyos, así que he pensado en escribirte algo yo también. Sólo quería saber cómo estabas. -Harry.

April, durante el recreo Jade estaba muy extraña. Decía que habíais tenido problemas pero no quería hablar de ello. ¿Qué a ocurrido? ¿Estás bien con lo de Adam? Tenemos que hablar. -Megan.

Tras leer todos los mensajes suspiré rendida. ¿Por qué tenían que preguntarme lo mismo uno por uno? Aunque Megan parecía ser la que menos idea de todo tenía. Contesté tan solo a Megan y a Lucy.

Para Lucy:

Siento no haber respondido antes. Avisa a Sam, Harry y Sean y diles que estoy bien. Sólo un poco castigadísima. El lunes en clase os cuento todos los detalles de la pelea con Jade. -April.

Para Megan:

Es cierto que nos peleamos ayer, y ahora mismo no estamos muy bien. Probablemente ella no tardará demasiado en contártelo. Y estoy bien, gracias por preocuparte. -April

Cuando terminé de escribir los mensajes volví a dejar el teléfono en la cómoda y me hice una bola. Mi madre tampoco se había molestado en entrar a mi habitación, seguía demasiado enfadada como para mirarme a la cara, y supongo que le había dicho a Alissa que tampoco lo hiciera. En el fondo agradecía el estar castigada, todo era mucho más fácil si no tenía relación con mi madre y mi hermana. Podía pensar con más claridad. Mi cuarto estaba en completo silencio.

-No, April está castigada así que no va a salir por un tiempo. -Escuché decir a mi madre. Abrí rápidamente la puerta de mi habitación y me acerqué hasta las escaleras silenciosamente. Mi madre estaba hablando con alguien que preguntaba por mí, pero no podía ver de quien se trataba.

-Pero... ¿Tampoco puedo subir a verla? -Reconocí aquella chillona voz enseguida. Era Lucy quien había venido a verme.

-Lo siento pero tampoco no puede recibir visitas. -Mi madre seguía en las mismas. Parecía que no iba a ceder.

-Pero... Esque es urgente. -Contratacó otra voz que no logré reconocer. Hablaban muy bajo.

-April volverá a clase el lunes, creo que ese asunto "urgente" puede esperar -Ví como mi madre agarraba del pomo de la puerta dispuesta a cerrarla. Alguien sujetó la puerta desde fuera impidiendo que se cerrara.

-Por favor... -Susurró Lucy con voz suplicante.

Oí a mi madre suspirar y poco después pasos dirigiendose hacia el interior de la casa.

Subí a toda prisa los dos escalones que había bajado, para ver quién había llamado a la puerta, y me encerré de nuevo en mi habitación. Segundos después llamaron a mi puerta. Sam y Lucy me sonrieron.

Before you leaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora