Narrador P.O.V
Draco Malfoy daba vueltas por su habitación, parecía un gato enjaulado o mejor dicho, una serpiente enjaulada. Tenía un mal presentimiento, algo le decía que nada estaba bien y muy en lo cierto estaba.
Él, asociaba ese mal presentimiento con la búsqueda que iniciaría su padre pero no era así. Ni siquiera se le pasó por la mente, la idea de que Hermione estaba en peligro.
Con tantos pensamientos en mente, decidió salir a dar un paseo por el jardín, necesitaba aclarar su mente y su corazón. La pregunta era, ¿podría encontrar esa paz que tanto anhelaba? Por ahora no.
Necesitaba contarle esto a alguien, necesitaba comprensión y sobre todo, necesitaba que le dieran la fuerza necesaria para seguir. Por eso, se encaminó a su cuarto, debía ir a visitar a un viejo amigo. Amigo que siempre lo ha apoyado en sus más grandes locuras y también, ha estado ahí cuando ha tropezado a mitad del camino. Se puso una capa negra y guardó su varita en el interior. Debía partir lo más pronto posible.
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A veces, creemos que todo está bien, que nada malo pasa a nuestro alrededor. A veces, nos dejamos llevar por aquellas cosas que nos hacen felices, nos olvidamos de todo el mal, de todo lo que nos aflige; nos concentramos únicamente en disfrutar el momento.Pero hay otras veces, en donde dejamos en segundo plano la felicidad, nos alejamos de las personas que queremos, nos aislamos totalmente. No nos permitimos sonreír ante las adversidades y muchas veces, tampoco nos damos la oportunidad de recibir el apoyo de otras personas.
Y es que así es la vida, con altos y bajos. No siempre seremos la felicidad en su máxima expresión; si lo fuéramos, todo sería una constante monotonía.
Así se sentían todos, no podían ser felices al pensar que andaba un loco por ahí, atacando personas inocentes y vaya uno a saber el por qué lo hacía. Arthur y Molly Weasley, se encargaban constantemente de recordarles a todos los que vivían en la madriguera, las cosas buenas de la vida, el compartir en familia, el apoyarse siempre.
Aunque claro, nadie se imaginaba el acontecimiento que había ocurrido hace poco menos de dos horas atrás. Nadie se imaginaba que una persona tan querida por ellos, nuevamente estaba en peligro. Pero claro, no iban a saber lo sucedido hasta un par de horas más tarde.
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Lucius Malfoy, pesaban mil y un formas de torturar a aquel que se atrevió a secuestrar a su esposa.¡Esto era inaudito!
Primero la atacan en su habitación, dentro de su propia casa y para colmo, la secuestran al interior del hospital. ¿Acaso su familia era parte de una maldición que él no conocía?
Estaba demasiado asustado por decirlo de alguna manera. Aunque él, Lucius Malfoy, jamás sentía temor o desesperación en momentos como esos; o eso le hacía creer a todo aquel que lo conocía. ¡Por Merlín! Estaban hablando de su esposa, no de una persona cualquiera, era imposible no sentir desesperación y miedo.
Pero, ¿qué podía hacer ante todo eso? La palabra nada no era una respuesta para él. Debía encontrarla con o sin ayuda del ministerio. Eso era básicamente lo que haría en la noche, saldría a buscarla quien sabe a dónde; bosques, montañas, cuevas; todo eso eran opciones para él.
Era increíble, que después de tantos años, volvieran a pasar por una situación similar. Pero nadie sabía de eso, ni siquiera Draco. Fueron meses de constante agonía, sin verla y él luchando cada día, cada noche, solo para estar aunque fuera una última vez entre sus brazos. Nuevamente estaban separados, rogándole a Merlín que esto fuera una pesadilla y que al despertar, estuvieran juntos otra vez.
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La profecía (pausada)
FanfictionHermione Granger y Draco Malfoy cursarán el sexto año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, pero lo que ellos no saben es que una nueva profecía se ha formado. Una profecía que marcara sus vidas, les traerá felicidad pero a la vez dolor y su...