La profecía (pausada)

Compromiso en la madriguera

Narrador P.O.V

Habían pasado alrededor de tres días cuando Hermione llegó con sus padres a la madriguera.

—¡Hermione querida! –saludó la señora Weasley –Ellos deben ser tus padres.

Los dos adultos que acompañaban a la joven asintieron.

—Mucho gusto, soy James y ella es mi esposa Jean.

—Un placer, ¿Molly, no? –saludó la madre de la castaña.

—Así es –sonrió– pasen por favor. Sus habitaciones están listas, pueden ponerse cómodos y después bajar a almorzar.

—Molly –habló la chica– ¿dónde está Ginny?

—En su habitación querida. Ve a buscarla.

Asintió y partió rumbo a su destino. Al llegar, golpeó levemente la puerta.

—Adelante. –gritaron desde adentro.

—Hola –habló al entrar– ¿qué tal todo?

—Herms! ¡Qué bueno que llegaste! Te estaba esperando –la chica sonreía mientras hablaba.

—¿Qué ha pasado? Te veo muy feliz.

—¡Mamá y papá lo saben! ¡Celebraremos el compromiso después de navidad!

—¡Oh! ¡Por Merlín! Es una gran noticia –la abrazó–. ¿Cuándo empezarán los preparativos?

—Si quieres, hoy mismo. Quería que estuvieras aquí para que me ayudaras.

La castaña sonrió.

—Claro que sí –respondió.

—Haz como que no te he contado nada, Harry dará la noticia en el almuerzo.

—De acuerdo –dijo–. Por cierto, después debemos hablar.

—Oh! –la pelirroja se sonrojó–. Está bien.

Ambas chicas salieron de la habitación y bajaron las escaleras, iban tan sonrientes que eran capaces de transmitir esa alegría a todo aquel que las viera. Nuevamente, ese sería uno de los pocos momentos en los que estarían felices, sin preocuparse por nada.

De a poco todos se fueron sentando en la mesa. Primero los padres de Hermione, seguidos de ésta y su amiga pelirroja; luego venían los gemelos, Ron, Harry y por último, los patriarcas de la familia.

Una vez se hicieron las presentaciones de los progenitores de la castaña, comenzaron el almuerzo. Debemos decir que fue bastante agradable. Arthur por su parte interrogaba a James respecto a diversos artefactos muggles; mientras Molly compartía sus recetas de cocina junto a Jean.

Todos reían hasta que cierto azabache se paró.

—¿Me pueden dar un momento de su atención?

Todos dejaron de lado sus comidas para escuchar atentamente.

—Como bien saben, con Ginny llevamos un poco más de dos años juntos. –la chica se sonrojó– Y pues no queremos darle más vueltas al asunto así que lo diremos ahora.

—¡Harry y yo nos casaremos! –soltó sin contenerse e interrumpiendo una magnífica declaración por parte de su novio.

Los gemelos, Ron y los padres de Herms estaban boquiabiertos al escuchar que se casarían.

—¿Es eso cierto Potter? –hablaron los gemelos al unísono.

—Así es –contestó tragando saliva– No fue fácil comunicar nuestra decisión a sus padres, fue bastante... tenso.