Capítulo siete

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Pov: Tú.

Seguí a Junior dentro de la casa mientras masajeaba mis cienes. La situación comenzaba a desbordarme y llegué a la conclusión de que debía tomar una de las dos opciones impuestas por mi misma: me adaptaba e intentaba llevarme bien pero no de más con Junior, o caminaba hasta la ciudad.

- Oye, ¿quieres dejar de seguirme? -lanzó Junior y me quejó. ¿En serio iba a hablarme así? Entendía su molestia, pero no iba a sentirme culpable por no tener sexo con él -

- Sí no quieres que te siga, entonces ayúdame a buscar una solución para irnos de aquí -dije apoyada sobre una pared. Junior mientras sacaba cajas llenas de polvo de una habitación y las dejaba sobre la mesa-

- No hay nada que podamos hacer, pero ya no voy a molestarte. ¿De acuerdo? -asistí. Junior se limpió la traspiración de su frente con un brazo y luego se quitó la remera. Se veía condenadamente bien con sus jeans azules,el boxer asomándose por su cintura y su torso desnudo, pero solo fue eso, un pensamiento fugaz. Miré hacia todo lado.-

- Aish, ¿es realmente necesario Junior? - bufé y el hizo media sonrisa. Colocó la última caja sobre una mesa -

- ¿Ahora qué?

- Ponte la remera, imbécil

- ¿Por qué? Si tanto te molesta puedes mirar hacia otro lugar

- Sólo... No es correcto

- Ya superalo, -esta vez Junior me clavó la mirada - no sucedió, ¿sí? Tampoco sucederá. Relájate y disfruta

- No puedo creer que haya venido -solté irritada. Al instante me sentí arrepentida. Él no tenía la culpa de mis dramas, incluso tenía que pedirle disculpas por haberlo tratado tan mal. ¿Pero ahora quería hacerlo?¿por qué me había fastidiado tanto su comentario? "Ya superalo" ¿era broma?-

Me mantuve en silencio, un silencio que en otras circunstancias hubiese sido muy incómodo, pero me encontraba profundamente sumergida en mis pensamientos y debates internos.
Junior sacó una pequeña cámara de la caja. Estaba llena de tierra y telarañas, pero aún así, pude notar el brillo de sus ojos, se veía como un niño con nuevo juguete. El pelinegro sonriente sopló el objeto y se echó el cabello hacia atrás. Cerré los ojos. Esto estaba siendo mucho para mí. ¿Que me sucedía? ¿qué veía en Junior bien? Tenía que recordar que no veía por un hombre.

- Saldré, puedes acompañarme o no -comentó Junior tomando una nevera. -

- ¿A dónde vas?

No recibí respuesta. Junior salió de la casa seguí resignada. No tenía sentido ni siquiera para mí lo que hacía. Quería mantenerme distante pero no iba a quedarme sola.
Nos adentramos en el bosque. Junior seguía sin remera, ni siquiera hacia calor.

- ¡Junior! ¡otra cabaña! -exclamé emocionada y adelantando el paso para llegar a la casa. Junior caminó detrás -

- ¿Y por qué te emocionas tanto? -Junior se oía cansado. Volteé a verlo y me tomó una fotografía. Lo miré con cara de pocos amigos,pero el continuó tomando fotos.-

- ¡Es una cabaña imbécil!-solté evitando lo bien que se veía como fotógrafo -

- ¿Y no crees que sí tuvieran teléfono ya lo habría utilizado, genio? -Junior se oyó irritado. No me molestó pero en realidad esperaba que fuese diferente. -

- No lo sé, tú dijiste eso de que no te quedarte -dije ya parada frente a la puerta de la cabaña. Golpeé y una adolescente delgada y alta respondió. -

- ¿Hola? -preguntó la joven sonriendo. Pensé que quizás tendria quince años. Su cuerpo parecía de una chica de 25, pero tenía rostro de niña. -

Weekend (Junior y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora