Capítulo ocho

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- ________, no entiendes. Yo... Tuve pensamientos extraños, ideas totalmente ajenas a mí,a un Junior normal. ¿Entiendes?- negué con la cabeza totalmente desconcertada - Bien. Tendré que ser más directo. ______ tuve... Yo tuve algunas fantasías contigo.

- Junior, ¿acaso reírme o llorar? -exclamé perpleja. Jamás me habían ido con un planteo como tal. Junior me miró frustrado y resopló -

- ¿No entiendes la gravedad de lo que te digo? -arrugué mi frente-

- ¿Y tú entiendes que no le veo el sentido? -imité su tono de voz. En realidad sí me transtornaba un poco su comentario, pero quería que fuera más explícito -

- Te estoy diciendo que tuve fantasías contigo, _____ -susurró en mi oído para no gritar. Mi piel se erizó al instante. -

- Tú... Tú dices fantasías -musité inquieta- pero no me dices de qué tipo y sabes...

- Sexuales -interrumpió seco y se me revolvió el estómago. Hubiese deseado no haberlo llevarlo tan lejos. -

- Suficiente, suficiente -exclamé alejándome-

- ¿Y sabes qué? Por dios, llevar el control me excitaba demasiado -dijo aturdido como si él mismo no entendiera que pasaba en su interior. Le lancé una mirada asesina obligándolo a cerrar la boca y caminé más rápido pero fue inútil. Junior me alcanzó y continuó su discurso morboso- Nunca me había sentido así antes, mis pensamientos solo volaban e imaginaba cosas absurdas

- Junior, ya

- Cada vez que intentabas guiarme, yo solo quería besarte y volver a tenerte bajo mi propio ritmo

- ¡Ya basta Junior! ¿si te traigo una remera vas a cerrar el pico?-chillé. Junior se detuvo y sonrió mordiendo su labio inferior. No pude evitar sonreirle como idiota. -

- Me parece justo. -soltó. Me alivié. Me alejé desconfiada.-

Llegué a la cabaña y tomé un baño; salí con el cabello realmente empapado. Las toallas no secaban nada y obviamente, no había secador. Me dirigí al living, donde Junior durmió la noche anterior. Revolví las sábanas y almohadas del sofá. Encontré unos jeans y los tomé creyendo que la remera estaría allí. Su billetera cayó, la levanté y abrí la solapa. Me encontré con su identificación. Sonreí al ver la fotografía. Repetí con la mirada. Jinyoung Park. 1990. ¿1990?
Me senté en el suelo. Junior indudablemente tenía veinticinco años, no veintidós. ¿Por qué el me había mentido? Claro que era una estúpida e insignificante mentira,pero me causó una sensación de desesperación devastadora imaginar que podría haber mentido con detalles mucho más importantes. Después de todo yo había olvidado que Junior era un completo desconocido, realmente lo era.
¿Por qué demonios creí que lo conocía?¿acaso su calidez? ¿por qué me sentía cómoda? Claramente el podria ser cualquier tipo de persona. Un sociopata incluso. Y yo, yo como una gran idiota caí.
Estaba realmente furiosa. El se las vería conmigo. ¿Pero como? No podía tan solo ir por él y abofetearlo. Debía fingir que estaba todo bien y así averiguar más sobre él o al menos algo que valiera la pena.
Tomé la estúpida remera que Junior me había pedido y caminé hacia donde Kimmy y yo habíamos estado hace un rato.

- ¿Junior? ¿Kim? -grité buscándolos. No estaban dónde los había dejado. Caminé un poco más y continué llamándolos pero no obtuve respuesta alguna. -

El camino me llevó hacia la cabaña de Kim. Golpeé la puerta unas tres veces. Dudé un instante,pero Kimmy me había contado que vivía con su tía y ella se encontraba en la ciudad así que no creí inapropiado entrar.
Esta cabaña era muchísimo más hermosa que la de Junior. Tenía la evidencia y detalles propios de las dos mujeres dueñas. Una fuerte luz blanca llamó mi atención, justo en el fondo de la entreverada cabaña con, seguramente más de cinco cuartos. La seguí. Me asomé a la puerta.

Me quedé paralizada al ver a Kim sobre una alfombra negra y un fondo blanco detrás. Una luz insoportable de reflector la iluminaba. Ella estaba maquillada y tenía puesto un sostén blanco, una chaqueta de cuero y falda del mismo material. Ella me miró sorprendida pero no asustada. Acababa de descubrir algo que seguramente a su tía no le gustaría, sin embargo no parecía importarle. Miré hacia el otro extremo de la sala y pude ver una cámara con su respectivo trípode sostendiéndola. Fue imposible no relacionarlo con Junior.
Sentí que todo mi mundo se venía abajo. Estaba terrada. Mi corazón palpitaba tan fuerte que dolía. Entré a la habitación. Lo único que quería era encontrar a Junior.
Sentí que Kim me tomó del brazo pero me zafé. Estaba aturdida, ni siquiera podía escucharla pero sí podía escuchar mis latidos y respiración alterada.
No podía ser cierto. ¿Quién era Junior? ¿por qué el había mentido con su edad? ¿por qué un hombre de veinticinco años le toma fotografías a una adolescente de diecisiete semidesnuda?
¿En qué demonios me había metido?

- ¡__________! ¡¿estás bien?! ¡que tienes! -Kim me tomó del rostro con ambas manos. Ella me estaba gritando en el rostro pero yo la oía a kilómetros. ¿Este era el maldito ataque de pánico que Tom solía tener y yo no comprendía?-

Kim me llevó hacia afuera. El aire fresco chocando con mi rostro y entrando de lleno en mis pulmones aliviaron mi desesperación. Kim se posicionó frente a mí.

- ¿Qué tienes _____? -dijo y pude escucharla mejor -

- Junior, ¿por qué el...?-no estaba confundida. Todo estaba claro en mi cabeza,pero las palabras sólo no salían -

- ¿Junior? ¿Qué pasa con Junior? El acaba de ir por ti -soltó impaciente. Apreté los labios. ¿Estaba confundida?-

- ¿Por qué él te toma fotografías desnuda? -pregunté fría y cortante. Necesitaba respuestas concretas. -

- Él no me tomó fotografías, ______

- ¿Por qué mientes? ¡acabo de ver tu habitación! ¡el dijo que te tomaría fotografías! -le grité. Ella quizás no tenía la culpa de nada. Ni siquiera debía importarme a mí, pero me ofendía y mucho. -

- Oye, tranquila -Kim posó una mano en mi brazo y la quité bruscamente. - ______, Junior me hizo otro tipo de fotografías, ¿acaso tú lo ves aquí? La cámara estaba con temporizador. -se explicó. Tenía sentido, era lógico. Pero seguía desconfiando. ¿Por qué insistía en encontrarlo sucio en algo-

- ¿¡Qué haces aquí?! ¡casi me da un infarto! -ambas volteamos. Junior caminaba hacía mí. Volví a sentirme nerviosa -

- Ella cree que eres un pervertido -soltó la adolescente.-

- ¿De qué hablas Kimmy? ¿pudiste tomarte las fotografías? -preguntó Junior -

- ¿Tú no le tomaste las fotos vestida así? -irrumpí en su conversación. Junior miró a Kimmy semidesnuda ya que no traía puesta su chaqueta. Arqueo sus cejas-

- No, le tomé otras vestida y le presté mi nueva cámara porque me la pidió -Junior dio vuelta a Kimmy y apoyó sus manos en la espalda de ella para luego empujarla hasta la puerta - pero no necesariamente para este tipo de fotos. Que por cierto, vas matar a tu tía

- Gracias por terminar con la diversión _____ -bufó Kim. Me sentí avergonzada, pero aún mi corazón estaba alterado. Aún había otra mentira y aún estaba asustada. -

- Mañana lleva la cámara a mi cabaña pero hazme el favor de borrar las fotografías antes, no quiero problemas

Junior entrelazó su mano con la mía y me jaló hacia él.

- ¿Qué ideas pervertidas estás teniendo tú? -corrió un mechón de cabello que caía sobre mi rostro-

- ¿Quién demonios eres?

- ¿Qué importa? No soy un asesino, tampoco un psicópata perv.... -se detuvo. Mordió su labios inferior y llevó su mano sobre mi mejilla. - Quizás un pervertido sí. Pero por eso tú tienes la culpa.

- No me da gracia-me alejé -

- Juro que mañana te hablaré sobre mi y estarás segura

- ¿Que quieres? ¿por qué me haz traído aquí?

- Sí esta noche te olvidas de él, entonces sabrás todo sobre mí

Junior se acercó a mi. El silencio del medio de la nada era relajante, pero en sí ninguno de los dos estaba relajado. Junior siempre se escuchaba y veía firme y seguro, pero él ahora temblaba mientras me abrazaba y podía sentir su corazón latiendo con fuerza un poco más arriba de la altura de mi pecho.




Weekend (Junior y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora