Capítulo 18

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Llevo dos horas, delante de la televisión, sin ver nada en especial, deberían plantearse, crear series nuevas y entretenidas. Apago la tele y abro el WhatsApp, 32 mensajes, la verdad, no me parecen demasiados. Dejo en leído los grupos y abro el chat de Ever.

Ever: ¿Vas a la fiesta?

Yo: No.

Ever: Ohh venga, vente.

Yo: ¿Quieres que vaya a Australia?

Ever: Claro.

Yo: Pues tengo que estudiar para no suspender.

Ever: ...

¿Tanto importa esa fiesta?

Abro el siguiente chat y me sorprendo, al ver de quien se trata.

Kayla: Holaaa.

Yo: Hola prima que desde que está en una universidad, diferente a la mía no me habla...

Kayla: No es verdad, no te hablo porque tengo mucho que estudiar.

Yo: Bueno, y ¿que tal?

Kayla: Bien, no es fácil, pero bueno, ¿tu?

Yo: Intentando aprobar todo y convencer a mi madre para ir a Australia con mis amigos.

Kayla: Suerte.

Yo: La necesitaré, gracias.

Kayla, era mi prima.

Me acomodo en el sofá y mi tranquilidad se esfuma, cuando oigo bajar a mi padre con el teléfono pegado en la oreja, bastante cabreado.

-Tiene dieciocho años, Charlotte.

Perfecto, mi madre hablando con mi madre por teléfono, y encima, sobre mi.

-Puede cuidarse sola, encima va Ethan.

-No, no es mala gente, ya estas juzgando, como siempre.

-Ya se lo digo. Adiós.- suspira con frustración y camina hacia mi.

-Nathaly, tienes que llamar a tu madre para lo de Australia.- se acerca mi padre al sofá.

-Lo se, pero es exasperarte mantener una conversación con ella.

-Pero es tu madre, y tiene que darte su aprobación, aunque va a ser difícil convencerla.

-Papá, van todos, tengo que ir, por favor.

-Sabes que por mi si, pero es tu madre la que no quiere.

-Soy mayor de edad, no puede impedirme ir.

-¿No conoces a tu madre? se volvería loca, hay que convencerla.

En ese momento se me cruza Kayla, por la cabeza.

-Y se como hacerlo. Voy con Kayla, es la sobrina favorita de mamá, fijo que me deja.

-Bien pensado, llamaré a sus padres.

-¿Mantenéis el contacto?

-Si, Erick, Diana, tu madre y yo, nos conocimos siendo residentes en el mismo hospital, congeniamos bien y lo demás ya lo sabes.

Sabía que trabajaban en el mismo hospital, y que mi padre conoció a mi madre allí, después de unos años, trasladaron a mi padre al hospital "Monte Sinaí" y allí conoció a Abriella.

-No pensé que fuerais tan amigos.- mi padre se encoje de hombros.

-Pues ya ves, ahora me voy al hospital, trabajo de noche.- Asiento y se marcha.

Simplemente él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora