Llevo dos horas, delante de la televisión, sin ver nada en especial, deberían plantearse, crear series nuevas y entretenidas. Apago la tele y abro el WhatsApp, 32 mensajes, la verdad, no me parecen demasiados. Dejo en leído los grupos y abro el chat de Ever.
Ever: ¿Vas a la fiesta?
Yo: No.
Ever: Ohh venga, vente.
Yo: ¿Quieres que vaya a Australia?
Ever: Claro.
Yo: Pues tengo que estudiar para no suspender.
Ever: ...
¿Tanto importa esa fiesta?
Abro el siguiente chat y me sorprendo, al ver de quien se trata.
Kayla: Holaaa.
Yo: Hola prima que desde que está en una universidad, diferente a la mía no me habla...
Kayla: No es verdad, no te hablo porque tengo mucho que estudiar.
Yo: Bueno, y ¿que tal?
Kayla: Bien, no es fácil, pero bueno, ¿tu?
Yo: Intentando aprobar todo y convencer a mi madre para ir a Australia con mis amigos.
Kayla: Suerte.
Yo: La necesitaré, gracias.
Kayla, era mi prima.
Me acomodo en el sofá y mi tranquilidad se esfuma, cuando oigo bajar a mi padre con el teléfono pegado en la oreja, bastante cabreado.
-Tiene dieciocho años, Charlotte.
Perfecto, mi madre hablando con mi madre por teléfono, y encima, sobre mi.
-Puede cuidarse sola, encima va Ethan.
-No, no es mala gente, ya estas juzgando, como siempre.
-Ya se lo digo. Adiós.- suspira con frustración y camina hacia mi.
-Nathaly, tienes que llamar a tu madre para lo de Australia.- se acerca mi padre al sofá.
-Lo se, pero es exasperarte mantener una conversación con ella.
-Pero es tu madre, y tiene que darte su aprobación, aunque va a ser difícil convencerla.
-Papá, van todos, tengo que ir, por favor.
-Sabes que por mi si, pero es tu madre la que no quiere.
-Soy mayor de edad, no puede impedirme ir.
-¿No conoces a tu madre? se volvería loca, hay que convencerla.
En ese momento se me cruza Kayla, por la cabeza.
-Y se como hacerlo. Voy con Kayla, es la sobrina favorita de mamá, fijo que me deja.
-Bien pensado, llamaré a sus padres.
-¿Mantenéis el contacto?
-Si, Erick, Diana, tu madre y yo, nos conocimos siendo residentes en el mismo hospital, congeniamos bien y lo demás ya lo sabes.
Sabía que trabajaban en el mismo hospital, y que mi padre conoció a mi madre allí, después de unos años, trasladaron a mi padre al hospital "Monte Sinaí" y allí conoció a Abriella.
-No pensé que fuerais tan amigos.- mi padre se encoje de hombros.
-Pues ya ves, ahora me voy al hospital, trabajo de noche.- Asiento y se marcha.
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Simplemente él.
RomanceNathaly, una chica de 18 años, tímida e inocente, que odia todo lo que tenga que ver con el alcohol, el tabaco y la marihuana, lleva una vida normal y planeada hasta que entra en la universidad con sus dos amigas, Ashley y Janice, dos amigas que son...