EXTRA
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Son las 23:00 de la noche y mi padre aún no ha aparecido, así que, decido llamarle.-Papá, ¿Dónde estás?
-Lo siento cielo, se atrasó el avión, en dos minutos llegamos.
-Vale, adiós.
-Adiós.
(Cuelgo)
Al cabo de dos minutos, como dijo mi padre, un mercedes negro, con los cristales de atras tintados, se para delante de mi. Mi padre baja del coche.
-Por fin.- dice mi padre contento y me aplasta con sus musculosos brazos.
Saludo con dos besos a Abriella a través de la ventanilla del coche y acto seguido me subo a este.
Cuando entro, la cara de la pequeña se ilumina.
-¡¡Hola pequeña!!- le regalo una de mis mejores sonrisas y la abrazo.
-Hola- me contesta y me devuelve el gesto.
-La casa no esta muy lejos de aquí, está al lado de esta playa, pero aún quedan unos minutos para llegar.
-¿Cómo?, Papá no tengo carnet de conducir, ¿cómo quieres que vaya a la universidad, andando?.- digo enfadada, cojo aire y sigo despotricando.- Y hazme el favor de decirme, que la idea de irme a vivir contigo, a sido de mamá.
-Nathaly, no me hables así, soy tu padre. Y si, fue idea de tu madre, pero a mi tampoco me gusta la idea de que te juntes con esa gente.
A mi tampoco me agradó al principio, de hecho solo estoy cómoda, cuando no estoy en una fiesta rodeada de borrachos y fumetas y obvio de Neida.
Decido no contestar, me duele la cabeza y paso de seguir discutiendo.
Mi padre, aparca el coche en sendero de piedrecitas, que conduce a la puerta principal de la casa, mejor dicho, mansión.
-Bueno, hemos llegado, ya se que no es muy grande la casa, pero cabremos los cinco.
¿Qué no es muy grande? Nada, solo tendrá un millón, como poco, de metros cuadrados, pero nada, para él, es pequeña.
Y por cierto, ¿el niño?
-Papá, y ¿el niño?- mi padre se ríe, me mira con una sonrisa en su rostro y yo frunzo el ceño, ya que no entiendo que le hace tanta gracia.
-"El niño",- remarca.- no tardará en llegar.- me contesta y vuelve a mirar al maletero del coche y comienza a sacar las maletas.
-Nathaly, ¿puedes ayudar a Cassidy a desatarse?, tu padre y yo, iremos metiendo las maletas en la casa.- yo asiento y me dirijo a la puerta derecha de atrás, para desatar a Cass.
Cuando consigo desatar, el enrevesado cinturón a prueba de niños y al parecer, de adolescentes cojo a la niña en brazos y la llevo hasta la casa.
Entramos en el recibidor y dejo a Cass en el suelo, esta me mira fijamente y me extiende la mano, para que se la de, le cojo la mano y andamos hasta el salón-comedor y cocina. La planta baja, es completamente abierta, lo único que separa el salón-comedor, de la cocina, es un semimuro, con varias plantas encima de este.
Toda la habitación está pintada de gris y blanco, el suelo del salón-comedor es un parqué marrón oscuro y el de la cocina, son baldosas negras.
La cocina está llena de encimeras blancas con mármol brillante, sus correspondientes electrodomésticos y tiene una isla en medio con butacas en uno de sus lados.
En la parte del salón-comedor, más alejada de la cocina, hay dos sofás blancos, con una mesa en el centro de estos, negra y una gran televisión en frente. En la parte más cercana a la cocina, hay una mesa de cristal, con una pata muy particular,con sillas negras a su al rededor y con platas en cima de ella, será de unos 12 comensales, si no caben más.
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Simplemente él.
RomanceNathaly, una chica de 18 años, tímida e inocente, que odia todo lo que tenga que ver con el alcohol, el tabaco y la marihuana, lleva una vida normal y planeada hasta que entra en la universidad con sus dos amigas, Ashley y Janice, dos amigas que son...