Maratón 2/3
Hoy es miércoles y hoy empieza la cuenta atrás para las vacaciones de Navidad, lo que significa, Sidney. Finalmente, iremos a Sidney el sábado y yo ya me estoy muriendo de los nervios.
-Nathaly, llevas media ahora de más en la cama, vas a llegar tarde.- me regaña mi padre, asomando la cabeza por la puerta.
-Ya me levanto, vete a trabajar tranquilo.- mi padre asiente y se va.
Sigo la rutina de todos los días, solo que hoy un poco más rápido; me ducho, me visto, desayuno y me marcho al instituto con Ethan.
-Nos vemos luego Nathaly.- me despide Ethan, al salir del coche.
-Si, hasta luego.
-Chao.
******
Al salir de la universidad, veo el coche de Ethan, parado en frente de la entrada y me dirijo hasta él.
-Saliste más tarde de lo normal, ¿qué pasó?
-Nada, estuve hablando con Dylan.
-Uy uy uy...
-No, no, Dylan es de Kayla, fíjate como se miran siempre, esos dos van a tener algo, si es que no lo tienen ya.
-Puede ser, pero quien sabe, nadie dura mucho con Dylan.
Me encojo de hombros y el resto del trayecto, nos lo pasamos callados.
Cuando entro por la puerta de casa, un abrazo de Kayla me sorprende.
-Hola, Kayla.- le digo casi sin aliento.
-Por fin llegaste.
-¿Y esto viene a?.
No obtengo una respuesta con palabras, pero si una mirada de mi prima, la cual se perfectamente que significa.
-Oooh, no, no, no pienso ir de compras contigo, la última vez, nos prohibieron volver a entrar, a mi tienda favorita.
-Éramos pequeñas, no va a pasar eso.
-Kayla, fue el año pasado.
-Éramos pequeñas.
Puse los ojos en blanco, me senté en la mesa del comedor y comencé a comer la comida que hacía menos de tres minutos, Abriella había puesto en mi plato.
-Gracias, Abriella.
-De nada, Kayla, ¿vas a comer?
-Claro.- se sentó al lado mío y Abriella también le sirvió la comida a ella.
-¿Vas a venir?
-Dije que no, encima, no necesito ropa.
-Necesitas un buen vestido para salir de fiesta.
-¿Quién te dice a ti, que yo, vaya a ir a una fiesta allí?
-Yo misma, las chicas, nos pusimos de acuerdo para llevarte, si no es por las buenas, será por las malas.-
-¿Ya habéis planeado hasta las fiestas?
-Pues claro, hay una fiesta en la playa que es fantástica. Te lo pasarás bien Ntahaly, y allí no tienes la escusa de estudiar.
Pues resulta, que mi prima es como las demás chicas, no se si será bueno o malo eso.
-Está bien, pero como me echen de una tienda, y solo una, no volveré a salir contigo de compras nunca jamás.- Kayla sonrió de oreja a oreja y me abrazó.
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Simplemente él.
RomansaNathaly, una chica de 18 años, tímida e inocente, que odia todo lo que tenga que ver con el alcohol, el tabaco y la marihuana, lleva una vida normal y planeada hasta que entra en la universidad con sus dos amigas, Ashley y Janice, dos amigas que son...