"yo sí" ♪ l.s.

♫ "Love on the brain"

 " You love when I fall apart, so you can put me together and throw me against the wall. "

Estuvimos sentados sobre la cama de Louis por horas, hablando sobre mi historia y la suya, sobre todo por lo que hemos pasado.

Me contó de como sus hermanas eran su refugio cuando la mierda empezaba a suceder, sobre su ceguera, sobre cosas profundas y tristes sobre las que nunca habíamos tenido el valor de hablar antes. 

Quizás fue por las dos botellas de vino tinto que nos acabamos una tras otra, o simplemente porque estaba enamorado, pero el brillo de sus ojos era más hermoso esa noche que cualquier otra, lo que parecía imposible, porque él era constantemente bello.

La habitación de Louis era preciosa, lamparitas chinas de luz blanca colgaban de las paredes, que estaban cubiertas por una pintura con relieve. Había un escritorio, que parecía tener un destello tenue bajo la cálida iluminación del cuarto. Su cama era king size, "Porque eres un rey!" había bromeado yo, al verla la primera vez. No tenía almohadas, solo un edredón azul que combinaba con sus ojos mientras el yacía sobre éste delicadamente, de costado, sosteniendo su cabeza con una mano. Sus pequeñas rodillas dobladas. 

Tomé un trago de vino, mirándolo fijamene, apreciándolo mientras hablaba con pasión sobre "But I'm a Cheerleader", una de sus películas favoritas. 

A la mitad de una frase, mientras se sonrojaba luego de confesarme que, cuando era niño, soñaba con ser animadora gracias a esa película, no pude contenerme, y acerqué el dorso de mi mano suavemente hasta su mejilla, acariciándola despacio.

Sus párpados se entre cerraron, con una expresión de algo entre profundo dolor y deleite. En el momento en que se inclinó hacia adelante para besarme, pensé en el conflicto de su rostro cuando me explicó sobre sus duras previas experiencias sexuales. 

De fondo, el último álbum de Rihanna sonaba como una canción de cuna. Su melodiosa voz haciendome imposible concentrarme en mis pensamientos.

Lo separé de mi cuando sus dientes mordían mi labio de abajo, riendo, pero terminé por ponerme serio. "Hey" le dije, mirando tímido hacia abajo, como si incluso siendo ciego pudiese ver a través de mí. 

Él se adelantó, intentando capturar mi boca de nuevo, pero lo frené con suavidad, con una mano sobre su pecho. "Louis" protesté, un poco risueño "¿Qué haces?" 

Fue cuando se tornó rojo que me di cuenta de que me había entendido mal. "Me refiero a que-" suspiré, tomándolo de los cachetes para que mirase hacia arriba "está bien que hagas lo que quieras, amor. Pero ¿estás seguro de que quieres ésto que tu cuerpo indica que quieres?"

No usó palabras, que de pronto eran innecesarias entre nosotros de cualquier forma, sino que se avecinó sobre mí, riendo, dejándome recostado en la cama ahora. Su mano estaba en mi nuca, su mano había bajado hasta mi entrepierna. Sus labios, curvados ligeramente hacia arriba cuando los separó de los míos, estaban rosados y preciosos. 

Sus manos viajaron dentro de mi pantalón antes de lo esperado mientras yo le besaba el cuello, lento, muy lento. Tan lento que casi creía poder oír su respiración. 

No quería hacerlo mal.

No quería lastimarlo. Por nada del mundo. Ya había sido herido lo suficiente. 

Él tomó mi miembro entre sus manos y comenzó a moverse, primero lento, arriba y hacia abajo al ritmo de mis besos. Luego más rápido mientras yo lo tomaba por el trasero para pegarlo siempre un poco más a mí. Podía sentir su pene completamente erecto contra el mío, y casi acabé cuando su boca, gesticulando execivamente mientras llevaba sus garras a los botones de mi pantalón, confesó "te necesito."