Aquí estoy, en la escuela tan exclusiva Beauxbatons, comiendo caramelos de la fiebre (que compré en Sortilegios Weasley) a escondidas, para faltar a clase de pociones, que por alguna razón que desconozco, soy la mejor alumna de la profesora Elfrida Monroe. Aunque sea una vez quiero saltarme esa clase, los halagos en exceso me empalagaron. Se preguntaran quién soy yo, bueno... Mi nombre es Lindsay Longbottom Lovegood. Mi padre se enamoro de mi madre su ultimo año en Hogwarts, pero ella se creía joven aun como para tener novio, así que dejo que mi padre se olvidara de ella y que se vuelvan a encontrar en algún futuro. Mi padre la olvido y cinco años después de terminar el colegio se caso con Hannah Abbott (que sigue siendo su esposa hasta el día de hoy) y mi madre hizo lo mismo y se caso con Rolf Scamander, tuvieron dos hijos Lorcan y Lysander. Mi padre y Hannah, no tuvieron hijos; Hannah no quiso tenerlos , cree que tenerlos es una completa pérdida de tiempo, mi padre se canso y... Le fue infiel a Hannah con mi madre, aunque no crean que lo estoy justificando, para nada. Una noche los estudiantes del ultimo año (de todas las casas) celebraban seis años de haberse graduado y cuando vio s Luna , claramente se volvió a enamorar. Se le acerco a hablar, pero ya sabemos como termino. Siete meses después de aquel evento, mi madre se acercó a la casa de los Longbottom y le dio a mi padre la mejor noticia de su vida (y no es por presumir). Ese mismo día papa se vio obligado a decírselo a Hannah, la cual se mudó a la casa de los Scamander (en venganza de mi madre). No se divorciaron nunca. Y aquí estoy yo. *** -Lindsay -me llama Any Carter (mi compañera de habitación que, además se sienta junto a mi) una de mis mejores amigas. -¿Que sucedió? - Estas roja e hirviendo. Me tocó la frente. - Ops, creo que severas disculparme con la profesora Elfrida Monroe -dije, con tono "desilucionante". - Claro, tu ve y descansa. Junto con mi revista del Quisquilloso (la cual escribe mi abuelo, Xenophilius) me dirigí a mi habitación, pero como siempre, de prepo, en el trayecto, apareció la profesora de Criaturas Mágicas Puffina Flowerbig, inrerrumpiendo mi paso acelerado. - Longbottom, ¿Donde va con tan poca "calma"?- preguntó, resaltando la palabra Calma. - A mi habitación profesora. - Si no me equivoco usted debe ir a clase, de pociones para ser específica- levanta una ceja. - Asi es, pero tengo fiebre- aclaré, con "seguridad". La profesora Ruffina halzó la mano izquierda y con la palma me midió la temperatura. No creo que haga falta decir que descubrió mis caramelos de la fiebre, los cuales saco de mi revista; y así, me envió a la oficina de la directora, Fleur. Me dirigí hacia allá. Di dos vueltas a la derecha y una a la izquierda. Toqué dos veces la puerta, y la directora Fleur me abrió. -Lindsay, ya te hechaba de menos. ¿Vienes a que te recomiende un nuevo libro?-me dijo, con su acento francés. -La verdad es que no - aclara Ruffina, apareciéndose en la puerta. - ¿De que se trata esta vez Longbottom?- pregunta Fleur, ahora enojada. - Sorprendí a esta alumna con una clase de dulce barato para enfermarse -dijo Ruffina, acomodándose la pulsera plateada de la muñeca izquierda. - Longbottom, es la tercer vez en el año que te lo advierto y no me dejas mas opción... Estas expulsada del colegio Beauxbatons. Quedé de alguna forma petrificada por esas palabras. Mi padre se pondrá furioso. Inmediatamente Delacour escribió una carta a mis padres, notificándo la noticia. Se la dio a Jenna, su lechuza, la cual voló al instante hacia mi casa. Noté por la expresión de la profesora Ruffina que estaba feliz de que eso pasara, nunca le agrade por ser una hija bastarda. *** Entré a la habitación, tomé mi varita y comencé a guardar mis cosas en la maleta morada que me obsequio mi tía Hermione en mi primer año. Cayó la noche y comenzaron a venir mis compañeras de habitación Any y Ava. - ¿Por qué juntaste tus cosas Lindsay?- pregunta, Ava. - Me han expulsado, Ava.- informe, sentándome en la cama. - ¿Por qué?- pregunta, preocupada, Any. - En realidad no tenia fiebre, ingerí caramelos para enfermarme y LA FLOR GIGANTE...-así le decimos a la profesora Ruffina- Se dio cuenta y se lo dijo a Fleur. - ¿Fiebre?- pregunta preocupada Ava. - Luego te cuento Ava- le dice Any- Maldita flor gigante. Tocan la puerta, Ava se acerca a la misma y abre. Era Emilia Barshall, la celadora y conserje lunática, vestida siempre de color blanco. - Tu madre a llegado Longbottom. - Ya voy- dije, me acerque a la puerta y la cerré en su cara. Nos dimos un abrazo, las tres. Me despedí, tomé mi maleta y me fui, junto con Emilia. Bajé tres escaleras (porque soy de tercer año) y llegue al pasillo, donde mi madre, con sus especiales zapatos azules, me esperaba. - Lindsay- suspiró, mi mama. La abracé con todas mis fuerzas, ella por supuesto me lo devolvió igual. - Vamos- me dijo. Nos aparecimos en casa, donde miraba televisión en el sofá como un muggle, mi padre. - Hola Lindsay- me saluda, sin siquiera mirarme. - Hola Neville- le devolví el saludo. Mi madre me da un codazo en la espalda.
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