I N E V I T A B L E: CAPITULO 36

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Era casi el anochecer, había pasado toda la tarde junto a Allyson y Holly en la habitación del hotel, jugamos una especie de juego de cartas que Holly nos había enseñado y luego de coronarla como la ganadora tome las fuerzas y el valor necesario para acercarme a la que alguna vez fue mi casa y ver luego de mucho tiempo a mis padres...
-madre, ¿Cómo estás? - Abrace a aquella bella mujer instantes después de haber sido recibido en la puerta -
-¡Joseph! No sabes cuánto te he extrañado, Hijo.
-yo también, mama... han sucedido muchas cosas y... creo que estaba ansioso por volverte a ver...
-dime - sujeto mis dos manos con fuerza - ¿viniste con Agatha? Por eso decidiste quedarte en un hotel, ¿verdad?
-no, mama... en realidad no vengo con ella... - hice que se sentara en uno de los sillones que adornaban la sala, esa que adornada de igual forma me había visto crecer - Agatha y yo peleamos hace unos días y estamos algo distanciados...
-oh, no, bebe, no puede suceder eso, ¿Sabes cómo se pondría tu padre si se enterara?
-lo sé, mama... pero lo arreglaremos pronto, lo prometo... - sonreí mirando sus ojos, realmente quería a esa mujer - te extrañé mucho, mama - volví a abrazarla, a veces la necesitaba demasiado -
-yo también, mi cielo... - acaricio mi rostro con los ojos empañados - pero a ver, cuéntame - volvió a recobrar la compostura y junto sus manos para sonreír alegremente - ¿a qué se debe tu maravillosa visita?
-bueno - suspiré - creo que primero debería preguntarte acerca de papa, ¿Dónde está él?
-trabaja, sabes que es adicto a esa empresa... supongo que llegara para la cena, te quedaras ¿no es así?
-no, mama, están esperándome en el hotel... vengo con una amiga y... con una niña a la que quiero que conozcas...
-oh, será estupendo, ¡que vengan ambas a almorzar mañana!
-claro - sonreí - en realidad tengo un buen motivo para estar aquí... y me alegra que papa no esté escuchándome ahora, porque no sé como reaccionaria a lo que quiero decirte... yo confío en ti más que en nadie y por eso se que hago lo correcto en contarte esto...
-joe, no te entiendo, no me asustes...
-no - reí - no tienes que asustarte... solo, solo escúchame.
Ya no quería dar más vueltas, si haría las cosas había tomado la decisión de hacerlas bien y siguiendo cada paso correcto, solo me solté a hablar y a contar la historia desde un inicio, sabía que mama se sorprendía muy fácilmente de las cosas y las sentía el triple que cualquier otro...
Su rostro fue cambiando de semblante con cada palabra, con cada segundo, yo intentaba explicarle de la forma más clara y débil posible, pero me sentía una basura haciéndolo, y es que era recién cuando comprendía todos los errores que había cometido, tal vez me hacía falta ver la realidad en el rostro de mi madre para comprender mis malas acciones y para derramar una lagrima mientras ella sorprendida llevaba las manos a su ya pálido rostro...
-y... - intentaba concluir con la frase, pero aquel nudo en la garganta dolía cada vez mas - Nicholas supo desde un inicio lo que yo creí que ya estaba en el pasado... y aun cuando me entere de todo me rehusé a hacerlo mi presente... cometí un error, madre... y estoy muy arrepentido - cerré los ojos con fuerza, podía sentir la decepción de mi madre como un golpe en lo más profundo del estomago -
-pero lo remediaste, Joseph... eso es lo que realmente cuenta - se limitó a decir solo eso -
-pero tarde...
-tarde o no, lo hiciste... - esbozo una leve sonrisa - eso me hace estar orgullosa de ti.
-¡pero te lo oculte por más de 7 años!
-¿y qué quieres que haga? ¿Acaso quieres que te grite y te jale la oreja mandándote a tu habitación? - Sonrío - joe, ya eres grande... y es verdad, fue terrible, pero es pasado, ahora tu presente es con ella y eso es lo que cuenta... es tu hija, nuestra familia, ¿sabes que significa ser padre, joe?
-no, mama, no realmente... - entrecerré los ojos, jamás me lo había preguntado antes -
-es convertir tu vida plenamente para aquel pequeño ser, darlo todo y vivir solo por ella... es ponerla por sobre todas las cosas siempre y sentir verdaderamente en tu corazón que eres capaz de morir por ella.

-no me siento capaz de morir por nadie... - fui sincero, es que no lo sentía -
-lo sé, amor... pero solo date tiempo, nadie ama a una semana de conocerse, pero lo que sientes hoy mañana puede ser diferente... solo disfruta tenerla, porque... un hijo es el mayor regalo que la vida puede darte, sino mírame a mí, tengo 4 bellos regalos y una nieta a quien Ancio conocer... -rió - soy abuela...
-lo eres... - baje la mirada y sonreí - pero... el problema no eras tú, estaba seguro de eso...
-¿tu padre? - acertó en su pregunta -
-es que sabes que no será fácil, por muchas razones...
-el no hará nada, joe... menos siendo tu hija - me aseguró por mas que no le creyera -
-el es capaz de cualquier cosa, madre ¿comprendes?
-comprendo, pero el cambió, joseph... el ya no es el mismo de antes, tu padre te ama tanto como yo lo hago...
-no mama, no confundas las cosas, ambos sabemos que el solo intenta quedar bien, pero... no me importa, de verdad no me importa... solo me importa lo que tu pienses y saber que me apoyas es muy importante - le sonreí -
-siempre estaré contigo, soy tu mama - sujetó mi mano esbozando una sonrisa justa, de esas que amaba ver -
-sí, lo eres.
Ella podía darme la tranquilidad de que jamás estaría solo, ella me cambiaba, siempre tuvo el poder de hacerlo y es que le debía mucho...

Me fui de aquella casa sin ver a mi padre, de alguna forma me alegraba de eso, habían muchas razones por las que alejarme de todos había sido una de las mejores decisiones, verlo me llenaba de rencor, me volvía infeliz, al menos con la distancia podía dejar todo eso dormido seguir con mi vida, todo por una promesa que le hice a mi madre, solo por ella...
Las calles de New Jersey me traían muchos recuerdos, debería decir, buenos recuerdos, pero realmente no lo eran... casi todo lo que me tenia relacionado con esta vida era negativo, se podría decir desde el día de mi nacimiento y vivir recordándolo era algo que pesaba demasiado, esa fue otra razón por la que me aleje de casa, esos recuerdos tarde o temprano me volverían loco...
Llegue al hotel cerca de las 9pm, si mis cálculos daban correctos Holly debería estar dormida, respetaba y cumplía muy bien sus horarios, algo en lo que definitivamente no había salido a mí.
-¿Cómo estás? - le pregunte a Ally mientras la abrazaba en la puerta de la habitación -
-bien, nos divertimos mucho, llamé a servicio a la habitación para que le trajeran la cena a Holly y ella ya está durmiendo...
-excelente... - me quite la chaqueta y la deje sobre el perchero - yo no tengo mucha hambre, pero llama para que traigan tu cena...
-no, gracias, yo tampoco quiero comer - me senté en un sillón con ella a mi lado - ¿Cómo te fue?
-bien, relativamente bien... mama se sorprendió, pero lo tomo bien, sabía que ella podría apoyarme y bueno, mi padre no estaba en casa, supongo que lo sabrá algún día...
-él y tu no tienen una buena relación ¿verdad?
-no, Allyson... es muy complicado, pero, no... - cerré los ojos recostando mi cabeza en el respaldo de aquel mueble - me estoy volviendo loco... - lleve las manos a mi rostro y lo cubrí para relajarme - estaba muy nervioso...
-tranquilo, ya paso todo... y bueno, seguro que cuando le cuentes a tu padre todo saldrá bien...
- no creo Ally, pero ojala así fuera... ojala así fuera...
-¿Joe? ¿Ya regresaste? - Holly abrió la puerta de su habitación y me miro fijamente con la expresión algo dormida -
-si, Holly, sigue durmiendo... - le respondí en seco, no entendía el porque me costaba tanto ser al menos un poco más dulce con ella -
-oh, sí, pero... ¿Cuándo ira Ally conmigo?
-ya voy princesa, tu sigue durmiendo - Le respondió con dulzura y una sincera sonrisa en su rostro -
-de acuerdo, buenas noches, joe.
-Adiós. - la puerta volvió a cerrarse dejándonos a Ally y a mi completamente solos -
-¿Por qué eres así con ella? Solo quiere ganarte, joe... deberías ceder un poco.
-me cuesta, Allyson, no es fácil...
Me levante y camine hacia mi habitación, ella me siguió parándose bajo el marco de la puerta.

-escucha yo... yo si la quiero - desabroche los botones de mi camisa buscando en la maleta algo más cómodo - supongo, no lo sé, pero... es difícil para mí, ¿entiendes? No quiero acostumbrarme a ella ni que ella se acostumbre a mí, además se irá pronto...
-estas tenso... - ignoro mi comentario -
-un poco... es que intento afrontar mucho al mismo tiempo, a veces siento que debería irme hasta la luna y regresar en varios años... tal vez así descansara un poco...
-tal vez... - ella caminó hacia mí y rodeo mi cuello con sus brazos - mejor descansa un poco, mañana será un largo día...
-te quiero mucho - la bese - gracias por estar conmigo en esto, en serio...
-no agradezcas, lo hago porque me importas - sonrió -
-promete venir conmigo más tarde - susurre a su oído mientras la abrazaba -
Ella solo sonrió y abandono la habitación al instante, me senté en la cama y junte mis manos, tenía mucho en que pensar y un recuerdo dentro mío que despertaba junto a un viejo sentimiento de rencor y resentimiento y lo peor de todo era que si no se lo decía a alguien iba a explotar, me carcomía tener que guardarlo para mí todo el tiempo y tener que fingir ante la gente que todo siempre iba perfecto...

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