I N E V I T A B L E CAPITULO: O55

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-oye, ¿Por qué lloras? - me pregunto preocupada moviendo delicadamente mi brazo -
-porque me siento horrible, Holly - la mire a los ojos, su mirada, la misma mirada de su madre se clavo en mi con angustia y desentendimiento -
-tú no eres malo - me corrigió - no existen las personas malas, mamá me lo enseño, solo que a veces se equivocan...
-¿tú crees que me equivoque? - pregunte mientras me frotaba el rostro con las manos -
-y... - se encogió de hombros - no se... no te conozco tanto para saber...
-yo me equivoque - afirmé mientras volvía a sujetar sus manos - y quiero que me perdones.
-sí, yo te perdono, pero no se en que te equivocaste...
-y espero que no lo sepas nunca, Holly, de verdad, pero si alguna vez lo supieras quiero decírtelo ahora y espero se te quede grabado en la mente para siempre, ¿sí? - ella asintió - me arrepiento de todo, de cada una de las cosas que hice, me encantó conocerte y saber que estabas, que ibas a estar conmigo para siempre, amo la idea de que seas mi pequeña, Y no quiero perderte nunca...
-yo también te quiero mucho - se limitó a decir solo esas palabras, era una niña, ¿Qué podía decirme? No comprendía, pero a mí me bastaba con hacérselo saber -
-ven acá pequeña - la aferre a mis brazos con fuerza - te voy a querer siempre, hermosa... - bese su mejilla y despeine levemente su cabello - bueno, creo que vamos a tener que tomar una decisión rápida nosotros - le sonreí mientras secaba mis últimas lagrimas - ¿nos quedamos en casa o nos vamos para sacramento?...
-¿en serio? - pregunto con una ilusión en sus ojos -
- sí, tú decides...
-¡A casa! - Me respondió con rapidez - ¿para siempre?...
-para siempre - y estreche mi mano en forma de promesa - solo haremos un par de llamados y... supongo que tendremos que buscar algún colegio cerca de casa, ¿Qué tal?
-excelente - sonrió.

Holly en casa, eso sin duda me había quitado un peso enorme de encima, no lograba comprender como todo lo que quería correcto se invertía en cuestión de segundos, pero estaba seguro de que tenerla conmigo me haría cambiar muchas cosas, de repente me daría las fuerzas suficientes para seguir, para no rendirme ante lo que estaba por venir.
Más de uno se alegró de las buenas nuevas, Nick estaba encantado de tener a su sobrina favorita aunque única disponible para él las 24 horas, al menos hasta que encontráramos un colegio, Ally bien o mal no se sorprendió tanto cuando toqué el timbre de su casa con Holly a mi costado, supongo que en el fondo ella sabía que no iba a dejarla ir, por otro lado estaba muy emocionada de poder pasar tiempo con esa pequeña que le hacía acordar mucho a su hermana menor.
-Joe, ¿hola?... - una pequeña mano sacudía mi hombro, lo que provoco que despertara -
-mmh - abrí los ojos y la vi, había extrañado tanto su sonrisa al despertar por las mañanas - Holly, ¿Cómo estas pequeña? - acaricie su cabello ligeramente despeinado -
-es lunes - me recordó - ¡vamos a salir juntos! - se arrodillo sobre la cama a mi costado y me miro fijo a los ojos -
-tengo que ir a trabajar, nena, pero podemos hacer unos llamados al colegio de sacramento y a la hora del almuerzo podemos recorrer alguno de por aquí, conozco un par a unos 20 minutos de casa que tal vez te agraden, ¿sí?
-¿pero por poquito tiempo?
-solo unas cuantas horas - me senté a su lado - al menos estarás aquí, eso es bueno... será igual que en Londres.
-¡oh! - Se animó - mi tía Lizzie vendrá pronto ¿no es así?
-el Miércoles, será estupendo, podrán hacer muchas cosas juntas...
-ya se - sonrió - como cuando estábamos en casa...
-oye, yo... no te pregunte nunca esto, pero... ¿extrañas a tu mamá?
-¿a mi mamá? - asentí - pues, a veces... - se quedó callada - cuando le quiero preguntar cosas o contarle algo... - se cruzo de piernas apoyando sus brazos sobre las rodillas - pero le prometí que no me iba a poner triste, porque ahora está bien y ya no le duele nada como antes... - sonrió con tristeza en sus ojos -
-tu si cumples tus promesas, ¿verdad? - sonreí abrazándola con delicadeza -
-trato... - era muy pequeña, pero solía parecer muy madura a la hora de hablar - ¿tú la extrañas?

-se podría decir que de alguna forma la extraño - perdí la mirada - ella era muy linda.
-¿la querías mucho? Porque los papas siempre se quieren mucho...
-sabes, tu mamá y yo nos quisimos mucho, es verdad... pero, éramos amigos, ella era especial...
-no eran como todos los papas, ¿verdad?
-tal vez fuimos un poquito diferentes - le sonreí - pero lo importante es que te tuvimos a ti - le guiñe un ojo - yaya, ve a bañarte que saldremos dentro de poco...

Pero ella quería seguir sabiendo cosas, así que pasamos casi toda la mañana debatiendo acerca de su madre y de mi, acabe por contarle como nos conocimos, en la playa, cuando ambos éramos adolescentes, obvie muchas partes de la historia, pero termine en que el verano acababa y cada uno debía volver a su hogar, así que el mejor recuerdo que pudimos dejarnos el uno del otro fue tenerla a ella y nosotros quedamos siendo amigos, supongo que era una buena explicación para una niña de 7 años.
Esa tarde, en la hora del almuerzo Nick, Ally, Holly y yo salimos en busca de algún colegio, nos decidimos por una primaria llamada "Bellevue" a unos 15 minutos de la empresa y que prometía una acogedora seguridad, a Holly le encantó la idea y se vio emocionada de comenzar clases ese mismo martes.

Compré todo lo que necesitaba para iniciar clases, cuadernos, colores, cosas como esas, ella estaba encantada, porque amaba colorear, Nick le compró una mochila de estrellas rojas y rosadas la cual adoró en cuanto vió y Ally le obsequio un bolígrafo rosa con un gran pompón de plumas en un extremo, a Holly le fascinaba el color rosa y todo lo que tuviese algo de similitud con él.
Esa noche mientras alistábamos todo para irnos a dormir se sentó sobre la cama y abrió su gran libro rosa, ese que hacía un tiempo le había comprado.
-¿te irás pronto? - me pregunto picara -
-¿y de pronto quieres que me vaya? - arquee una ceja -
-no, es solo que quiero escribir en mi libro y tú me desconcentrarás - me miro desafiante -
-a ver - me acerque - muéstrame que hay en tu libro...
-¡no! - rió aferrándolo a su cuerpo - es mío, y es secreto, de eso se trata...
-ya veo -reí - asi que... me ire solo, sin leer el libro y... te dejare sola... escribiendo en el libro que no me dejaste leer... - me aleje hasta la puerta mientras ella reía -
-igual puedes volver más tarde - me ofreció - cuando me vaya a dormir...
-llámame si quieres algo, ¿bien? - me despedí y entorne la puerta de la habitación -
Los días pasaron con rapidez, Elizabeth llegó a California ese miércoles por la noche, le había dado el resto de la semana para que paseara junto a Holly y Nick y conociera un poco la ciudad, al fin y al cabo ellos tres se entendían como nadie.
Ally ofreció hospedarla en su departamento luego de que Lizzie insistiera en que odiaba la idea de poder llegar a molestar en casa, así que para su comodidad acepte la propuesta, al fin y al cabo la necesitaba para un tema delicado el cual debería tratar con delicadeza y en casa con Holly rondando sería un poco difícil.
El lunes de la semana siguiente, luego del amanecer dejé a Holly en el colegio y me dirigí al departamento de Allyson para llevarla a ella y a Lizzie a la empresa.
-bueno, iniciamos una nueva semana - le comenté a la abogada una vez en la oficina -
-¿ya comenzaremos a trabajar lo que deseas? - preguntó interesada en el trabajo -
-sí, pero ¿Qué te parece si te invito un café? Va a ser algo largo de contar...
-de acuerdo - sonrió mientras sujetaba su bolso -
Me despedí de Ally que transcribía un documento en la computadora y llevé a Lizzie a la cafetería del 3er piso, pedimos un café y me dispuse a contarle desde un inicio mi historia...

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