I N E V I T A B L E CAPITULO: OO4. c

146 15 0
                                    

NARRA JOE
Salí del McDonald's directo a la casa de Allyson, puse la música del auto a todo lo que daba y me aleje del mundo real adentrándome a la autopista, me apasionaba conducir, por horas y horas, y al menos por unos minutos tomar aire fresco, despejarme de todo el peso del mundo.
Aun recuerdo mi primera vez en la carretera, choque, más bien chocamos, iba con una antigua novia, y con Nick, pasaban las 3 de la madrugada y regresábamos de una fiesta, mama me había hecho prometer que cuidaría bien de mi hermano menor, el solo tenía 13 años y yo con mis recién cumplidos 16 casi lo llevo a la muerte, más bien a todos. Estuvimos hospedados en una clínica casi por una semana, nada grave, pero por precaución y para asegurarse de no tener ninguna lesión interna. Digamos que desde ese momento la carretera me abrió sus puertas, me enseño la belleza de la adrenalina y me hizo descubrir mi punto débil, el único lugar en el que me transformaba en el conductor de la muerte, en un mismo suicida.
En fin, procuraba cuidarme de eso, aunque ninguna responsabilidad recayera sobre mí al menos por ahora no quería morir.
Me pase un par de semáforos en rojo, esas cosas acababan con mi paciencia, se mantenían en ese fuerte color mor más de 3 minutos y ninguna persona se acercaba siquiera para mirar a la acera del frente, un par de veces me gane amonestaciones por ello, pero ¿Qué podía decir? Aun no aprendía la lección.
Estacione el auto en el primer lugar que vi en cuanto note que una patrulla me seguía, genial, otra amonestación, con esta se hacia la tercera, si recibía dos más me quitarían el auto y mi certificado de conducción al menos por 6 meses, creo que este era el fin de mis locuras.
-¿se da cuenta que pudo ocasionar un problema de transito, un choque, o un atropello por lo que acaba de hacer? - el policía anotaba en una libreta la multa necesaria -
-no había nadie alrededor. - me defendí -
-presente este papel en la comisaria 19 en el correr de los siguientes dos días y pague el monto necesario. - Me entrego una hoja con un monto de nada más ni nada menos que $500, una ganga, pero aun así injusto -
-¿qué le parece si le doy $100 y esto nunca paso? - el oficial me miro arqueando una ceja, si llegaba a negarse podía ganarme un viaje a la comisaria escoltado por esa importante camioneta blanca - vamos, puede comprarle un lindo regalo a su esposa, puede sacar a pasear a sus hijos o mejor aún, olvide a su esposa y a sus hijos y váyase a un bar, conozca a una linda chica y disfrute un poco del momento. - estire el billete por la ventanilla rogando en mi interior que lo aceptara -
-aléjese lo más rápido que pueda, pero respete los límites - señalo un cartel que mostraba un máximo de 60km por hora y sujeto el billete guardándolo con rapidez en su bolsillo -
Subí la ventanilla y acelere riendo, siempre me salía con lo mío, seamos sinceros, nadie vencía a Joe Jonas, estaba de nuevo en el juego.
En cuanto llegue a la casa de Allyson toque el timbre dispuesto a disculparme por la demora, por mi sudor y la ropa inapropiada con la que llegaba a visitarla, es que estaba corriendo.
-ally. ¿Cómo estás? Discúlpame la demora, es que un policía me detuv... - pare de hablar en el momento en que vi su rostro algo escondido detrás de la reja, había llorado, se notaba por el color de sus mejillas y el cansancio de sus ojos - ¿Qué paso? ¿Por qué lloras?
Ella abrió por completo la reja invitándome a pasar, llegamos a una pequeña sala, esos espacios compartidos que traían los apartamentos, en los que se recibían a las visitas rápidas.
-estos son... los papeles. - Me entrego las hojas, no me dieron importancia, las guarde en mi bolsillo y regrese la mirada a sus ojos verde claro, ardidos y afligidos a causa de las lágrimas -
-¿Por qué llorabas, Ally? ¿Puedo ayudarte en algo? Mira que puedes confiar en mí para lo que sea.
-No, joe, estoy bien, gracias. Solo, son cosas tontas que ya... pasaran. -mantenía la mirada perdida, algo tímida y avergonzada -
-No insistiré si no quieres contarme, pero si deseas un abrazo... - estire mis brazos hacia ella - puedo regalarte uno.
No lo dudó, sé que no lo hizo, se aferro a mí abrazándome con fuerza, volviendo a llorar en silencio, procurándose de que yo no lo notara, pero lo sentí, por la forma en la que comenzó a respirar segundos después.
-Dije que sentía la suficiente confianza como para contarte lo que fuese - le recordé - me gustaría que tu también la tuvieras, en serio me preocupa que estés así.
-eres un extraño, joe - se seco las lagrimas al instante - no sé cómo puedes confiar en mí a pocos días de conocerme... - una lagrima volvió a caer por su mejilla, la seque con un dedo, mirando fijamente a sus ojos - pero me siento sola ahora. Y no tengo a nadie. Extraño mucho a mi familia y... me siento sola.
-No... Allyson, no estás sola. - volví a abrazarla, esta vez sentándonos en los sillones - ¿quieres contarme que paso?
-pero no aquí, realmente esta recepción nunca me gusto, es tan publica que hasta los vecinos se asoman por la ventana para ver con quien te encuentras. - Soltó una carcajada a la vez que las lágrimas corrían por su rostro, la hizo ver realmente tierna -
Subimos a su departamento, era amplio y tenía muy buen gusto para decorar, solo que ahora estaba más interesado en ella que en el ambiente de su casa.
-deseas algo para beber o... - aun lloraba, pero aun así su humildad resaltaba, la interrumpí al instante haciendo que se sentara a mi lado -
-No. - Respondí - solo desahógate con un amigo. - Le sonreí, intentando que sintiera más confianza al estar conmigo -
-Ashton se fue y ahora yo... no tengo a nadie acá, joe. Me siento sola y extraño a mi familia.
-Pero tu novio regresara después de... la boda de su... ¿primo? - no recordaba muy bien la historia -
-No, joe. Terminamos, el no va a volver. Ya no. Y era lo único que tenia aquí en california. Me quede sola y... ahora tengo miedo. - Secaba sus lágrimas intentando no llorar, pero no lo lograba -
-Oh. - preferí no preguntar nada mas, no era un tema que me incumbiera y no quería hacerla sentir incomoda - Ally, yo no sé qué paso con Ashton, pero aquí me tienes. Soy tu jefe, lo sé. Pero considérame tu amigo, no voy a dejarte sola. Me tienes a mí ahora y para lo que sea que necesites voy a estar, tu solo dímelo.
-Eres tan... buena persona. En serio. Eres increíble, nunca conocí a alguien como tu ¿Por qué lo haces? No entiendo aun. Recién me conoces, soy una completa extraña que entro a trabajar a tu empresa, podría robarte todo mañana mismo, joe. ¿Por qué confías en mí?
-porque sé que no lo harás. - Conteste con seguridad - al menos quiero creer que no vas a hacerlo y... creo que no eres ese tipo de persona.
-estas en lo cierto, pero te daré un consejo, Joseph. No confíes tanto en las personas, algunos no son como tú crees, tal vez por eso te has ganado tantos malos momentos antes.
-puede ser que sea cierto. Pero contigo no me equivoco y quiero que sepas que contaras conmigo para cualquier cosa. Se lo que es estar solo. Llega a ser aterrador a veces, cuando no sabes a quien llamar, a quien peguntarle algo, cuando no puedes conversar con un amigo simplemente porque no tienes ninguno y te sientes extranjera dentro de tu propio país, lo sé y no quiero que te pase, yo estaré aquí para ti, además de tu jefe, como un buen amigo.
-eres un ángel, joe. - Seco por última vez sus lágrimas antes de sonreír -
-yo me llamaría diablo, pero... - dije con seriedad - ese es otro tema - suspire. Aquí lo que importa es que no estás sola, ¿bien? Me tienes a mí y a todas las amistades que logres en la empresa, estarás bien. Y si por casualidad fue Ashton quien termino contigo, no sabe la persona que acaba de perder, realmente una muy buena persona. - reí - y si tu terminaste con él, te felicito, era un idiota.
-no lo conocías - soltó una risa -
-pero mirándolo del punto que sea era un idiota, si termino contigo aun con más razón, si terminaste con el deberías saber que lo era.
-es un buen punto. - Suspiró - oye, gracias. - Sujeto mi mano en forma de agradecimiento - en serio.
-no, gracias a ti. - Reí - si no me hubieras llamado mi hermano menor me hubiera matado - reímos - esta clave - mostré el papel - es importante, la verdad no sé ni para qué sirve, pero si es importante para él lo es para mí, así somos desde pequeños.
-que dulce. - Sonrió - yo adoro a mi hermanita, daría lo que fuese por tenerla cerca mío.
-¿qué edad tiene? - pregunte curioso -
-12 años, está entrando a la edad difícil, ya sabes, es una niña.
-Nick aun sigue en su edad difícil - reí - no, es broma, se lo que es eso, mi hermano más pequeño tiene 14 y es algo difícil para mama, aunque está acostumbrada, lo vivió con nosotros tres y aun lo vive conmigo. - Ella soltó una pequeña risa - digamos que soy un caso... especial entre todos. Así que Arizona ¿eh? - recordé que allí vivía su familia -
-sí, allí naci, en Tucson. Hermosa ciudad.
-lo sé. - Afirme - yo nací en casa grande. Viví poco tiempo allí, después fuimos a Texas donde nació Nick y al final regresamos a new jersey donde en un principio nació Kevin y allí también nació frankie, el menor. Pero para la universidad kevin y yo vinimos a vivir con papa aquí en california y un par de años después se nos unió Nick, que este junio acaba y ya se integrara a la empresa.
-se nota que tienen una gran familia, Kevin está casado, ¿cierto? - Asentí - y ¿tiene hijos?
-no. - Pensé por unos segundos algo lejano, algo a lo que no le tome importancia - ellos recién comienzan. Supongo que tendrán alguno pronto, no lo sé realmente. -reí - los niños no me agradan.
-¿no te agradan? - Pregunto tras una leve risa - ¿Por qué?
-no me interesa formar una familia. Creo que soy feliz como soy, sin responsabilidades, no planeo tener hijos y si alguna vez llegan será como por los 40 años - reímos - cuando ya haya disfrutado lo suficiente de la vida.
-es una decisión interesante. ¿Tu novia piensa lo mismo?
-pues si eso significa mantener su cuerpo en buenas condiciones ella está contenta. - Respondí con un poco de ironía -
-yo adoro a los niños. Aunque los veo como a una gran responsabilidad, creo que todo llegara a su momento... por ahora ni siquiera tengo a un padre - reímos -
-lo tendrás... eres maravillosa, en serio, no faltara aquel que se enamore de ti a primera vista, como en esas películas románticas.
-claro... tal vez algún día... por ahora quiero estar sola, no soy de las que se consiguen uno nuevo a las pocas horas de terminar con el otro.
-eso es bueno, dice mucho de ti... - me levante del sillón - ¿puedo pasar al baño?
-si, por puesto, al final del pasillo a la derecha. - me señalo con la mano por donde dirigirme -
NARRA ALLY
Joe desapareció por el pasillo dejándome sola en medio de la sala, el había dejado su celular sobre la mesa el cual comenzó a sonar y como muchos de los celulares modernos tras el 5to tono se activo por sí solo y la otra persona hablo al instante.
-joeey! Leoncito ¿ya te decidiste?... - no supe que hacer - amor, ¿estás por ahí? Quiero mandarte unas fotos, no sabes lo bien que me queda el bikini que me compre ayer, es azul. - En forma seductora - tu color favorito.
Tal vez era porque la conversación no me incumbía, tal vez solo no soporte su voz o sinceramente no sé que me sucedió, pero sujete el celular y lo apague en cuestión de segundos.

InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora