I N E V I T A B L E CAPITULO: O41.

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NARRA JOE
Llegamos a Los Ángeles casi con una hora de retraso debido al mal clima, aterrizamos en plena tormenta y por eso era casi el anochecer cuando dejamos a Allyson en su departamento, Holly se había quedado dormida en la parte posterior del auto y yo me dirigía a casa cuando mi teléfono sonó.
-¡Joe! – y de nuevo la voz que era imposible no reconocer – ya llegaste, ¿no es asi? Hace como dos horas intento llamarte, pero no agarraba la señal.
-si, Agatha, hubieron problemas en el vuelo por la tormenta y nos retrasamos un poco.
-¿pero estas bien? Y em… la niña, Holly, ¿está bien?
-si, ambos estamos bien, es solo que el avión tuvo que sobrevolar el aeropuerto durante casi una hora antes de aterrizar, nada grave.
-me alegra mucho que estén de regreso, pensé en muchas cosas que podríamos hacer los tres para reponer el mal comportamiento de la otra vez, de verdad lo siento, con ambos, no quiero que pienses que odio a los niños o algo así ni que ella no me quiera, en serio, es lo que menos quiero. – hablaba demasiado rápido, estaba nerviosa –
-no, ah, ya sé, no te preocupes, estoy algo cansado, sabes y… no tengo muchas ganas de hablar, te llamare mañana, tal vez.
-oh, no te preocupes, yo te iré a ver al trabajo de todos modos tengo que entregar unos papeles…
-estupendo – le respondí desganado –
-estamos bien ¿verdad?
-si, Agatha, estamos… bien.
-¿lo prometes?
-lo prometo.
-te amo, Joey, te dejare descansar y mándale un saludo a la pequeña, ¡muero por verla mañana!
-de acuerdo, buenas noches, descansa. – Colgué –
¿Por qué? Exacto, solo esa pregunta pasaba por mi mente, había sido un buen fin de semana dejando de lado los malos momentos de lado, con Allyson íbamos más que bien y luego aparecía ella, debo admitir que estaba mal en tener dos novias al mismo tiempo, aunque Ally no lo fuera oficialmente era con quien quería quedarme de las dos, pero a Agatha me mantenía unido a mí y a la empresa en una de nuestras mejores fusiones, muy superficial si se veía desde ese punto, pero era verdad, prácticamente estaba planeado que en un futuro al contraer “matrimonio” las dos empresas se fusionarían y haríamos algo grande que triplicaría las ventas y el aumento de dinero sería muy notorio, no solo para mí sino para todos los que trabajaban en Gibson.
Y muy aparte de eso, muy aparte de la conveniencia algo más me unía a ella, no podía llamarlo cariño, pero ella si me quería, estaba seguro, era muy impulsiva y en muchas ocasiones actuaba sin pensar, era hermosa y podría haberse involucrado con cualquier otro hombre, sin embargo siempre me eligió a mí, a ella no le importaba la fusión de nuestras empresas, no era como yo, ella lo tenía todo y no le importaba nada, entonces ¿Qué razón tenía para seguir conmigo? Tenía a su disposición a muchos otros, tal vez muchos eran mejores que yo, pero como dije, yo parecía ser su única opción y eso de una u otra forma lo apreciaba y me había tener una especie de respeto hacia ella, vamos, tampoco era tan basura como aparentaba.
Llegué a casa, cargué a Holly y la lleve hasta el cuarto en el que dormía y una vez que la deje sobre la cama bajé al estacionamiento a buscar las maletas.

Al amanecer desperté por culpa de un rayo de sol filtrándose por mi ventana, eran casi las 7am cuando recaude el valor suficiente para levantarme de la cama, es que viajar en avión me dejaba exhausto y era como para dormir dos días seguidos.
Fui a ver a Holly y note que aun dormía, era un milagro que no me molestara en el correr de la madrugada como solía hacer o que no fuese ella quien me despertara por las mañanas, así que supongo que era otra cosa en común que agregar a mi lista, luego de los viajes ella también quedaba muerta.
Me acerque a su cama y la mire un par de segundos, nunca había tenido la necesidad de despertarla antes, ella siempre lo hacía antes que yo y no tenía idea de cómo era la mejor forma para hacerlo, a las únicas personas que había despertado en toda mi vida habían sido mis hermanos y no de las mejores maneras posibles.
Me incline hacia ella y mencione su nombre, pero no hubo respuesta, así que opte por tocar su hombro y picarlo un par de veces, aunque tampoco respondió, me colmó la paciencia y le di un sacudón, respondió al instante, pero dándome una patada en el estomago que me dejo aturdido.
-¡joe! – Reacciono riendo – perdóname – se sentó - ¿Por qué me despertaste? – se frotaba los ojos -
-es… tarde – fue lo único que mi aliento me dejo pronunciar – vístete

Salimos rumbo a la empresa casi por las 8am, me había atrasado con el tiempo, por eso no pasé a recoger a Allyson como normalmente hacía, sabía que a ella no le gustaba depender de mi, si la llevaría o no, por eso era astuto y estaba en la puerta de su departamento unos 10 minutos antes de su hora de salida, si no llegaba ella se iba sola y sin ningún problema y aunque no me agradaba eso no tuve otra opción ya que holly debía bañase y a pesar de tener tan solo 7 años tenía más preparativos que una adolescente.

-Tengo hambre – menciono mientras subíamos por el ascensor hacia mi oficina –
-ya se, también yo, te dejo en la oficina con Ally y bajo a la cafetería a comprar algo, ¿sí?
-yo quiero algo dulce, una torta de chocolate… - me dijo con una sonrisa en su rostro –
-no vas a desayunar eso – reí – tal vez de postre en el almuerzo, la primer comida del día es importante así que voy a traerte algo sano, tal vez brócoli – le bromee –
-tú no comes cosas sanas – me respondió – y bebes mucho café, té volverá loco. – la niña era astuta -
-yo soy adulto y hago lo que quiero – y de nuevo comenzábamos una de nuestras peleas matutinas –
-¡pero te enfermaras y si fumas vas a arruinar tus pulmones! – Me dijo sabiamente – lo aprendí en la escuela.
-no fumo tanto – fui sincero – alguna que otra vez… pero – le advertí – no te metas entre el café y yo, es vital, no podría mantenerme tan vivo sin el – reí -

-si tomas unas cuantas vitaminas lo harás, mi mama me daba unas en forma de ositos, además son ricas, saben a caramelo.
-los caramelos solo pudren los dientes – contradije –
-¿entonces porque guardas tantos en tu escritorio? – tushe –
-¿hurgas en mi escritorio? – Realmente la niña salía a mí, era muy astuta –
-yo no, solo buscaba lápices.
-pequeña mocosa – dije entre dientes mientras reía –

-buenos días – nos saludo Allyson en cuanto entramos por la puerta de la oficina –
-¡Ally! – Holly corrió a abrazarla y yo me pare tras ella metiendo las manos en mis bolsillos –
-¿Cómo estás? – le pregunté -
-bien – sonrió acercándose para darme un rápido beso en la mejilla – aunque me costó un poco dormir – rió – creo que me acostumbre a ustedes dos…
-¡puedes quedarte un día a dormir con nosotros! – sugirió Holly -
-sería divertido – respondió Ally mientras jugaba con ella; la inocencia de la niñez -
-iré por algo para desayunar, ¿desayunaste, Allyson?
-oh, está bien, no te preocupes, no tengo mucha hambre…
-para nada, el desayuno es importante ya lo he dicho mas si luego sales a trotar – miré a Holly – algo que ya no hago hace un tiempo – entrecerré los ojos y ella rió, es que la hora que tomaba para hacer ejercicio ahora la gastaba en ayudar a que Holly se alistara –
-sí, ya te ves más gordo – me dijo la niña en un tono serio y convincente –
-¿Qué clase de monstruo vive conmigo?

Abandoné la oficina mientras escuchaba las risas de Holly y Ally desde el interior y baje por el ascensor buscando llegar a la cafetería, pero me detuvieron llegando a la recepción.
-¡Señor Jonas! – un empleado me llamó a un par de metros – su novia está pidiendo verlo y quería subir a la oficina, ¿la hago subir o prefiere recibirla aquí?
-oh, no, no, prefiero recibirla aquí, que pase – le respondí al instante –
Me senté en unos sillones acogedores de espera mientras aparecía Agatha, realmente veía muy incómoda la situación si me pedía subir a la oficina ver a Holly, lo que menos deseaba era que ella y Allyson se cruzaran.

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