I N E V I T A B L E CAPITULO: O65.

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NARRA ALLY
Desperté por el sonido de mi puerta golpeando, era Lizzie que traía una bandeja con el desayuno, se sentó al lado mío y sin hablarme bebió un sorbo de café.
-buenos días – saludé – gracias, ¿a qué hora llegaste anoche?...
-No, no llegué – me respondió seria, sabía que la respuesta no iba a gustarme – vine hace una media hora y preparé el desayuno.
-Ah – miré el reloj que marcaban las 8am – Joe llegó o… -esperen, ¿Por qué preguntaba? – No, olvídalo… - suspiré y bebí un sorbo de jugo de naranja –
-Ally, yo se que te mueres por saberlo – me dijo convencida y procedió a contarme todo – llegó como a las 5 de la mañana, pero me quede un rato más, porque insistió en que no debía irme de noche así que esperé al amanecer… él me pidió que no te diga donde estuvo, porque no quería que pensaras cualquier cosa…
-Lizzie, a mi no me importa lo que haga él, me tiene muy sin cuidado… - amarré mi cabello y me levanté de la cama – voy a darme un baño, porque saldré para la hora de almorzar, ¿te molesta si hoy comes sola?...
-no, para nada… De hecho tengo que hacer el último llamado al Juez para ver que vamos a hacer con todo esto…
-¿y William? Joe ya debe de haber comenzado a buscarlo.
-No, por suerte aun me hace caso – sonrió – tenemos que esperar… si el juez valida todo esto presento la denuncia, seguramente van a pedirme pruebas, ahí tendremos que actuar, vamos a tener que buscar testigos, deschavar al hombre y si encontramos a William nos ayudará aun mas, ya que podremos denunciar contra la desaparición de un menor.
-tú haces que todo suene fácil – reí –
-soy abogada, es mi trabajo – sonrió y salió de la habitación –

Como me gustaría estar ahí para ayudarlo, para darle mi apoyo, decirle que íbamos a lograrlo, que todo estaba bien, disfrutar los logros y frustrarme con las perdidas, pero lo mejor era mantenerme alejada un tiempo, al menos hasta poder sanar todos esos dolores que nacían del corazón, hasta que pudiera dejar pasar el amor que le tenía, o por lo menos hasta saber controlar mis actos, poder disimular que aceptaba el solo ser amigos…
No quise molestar a Lizzie durante la mañana, así que pase las horas mirando televisión, cuando el reloj marcó el mediodía toque la puerta del escritorio y me despedí de ella.
Tomé un taxi que me dejó en aquel restaurante y muchos recuerdos llegaron a mi mente, cuando Ash y yo nos queríamos, cuando solo nos teníamos el uno para el otro y el día en que me juró amor eterno, como le creí aquella mentira, pero como me gusto creerla.
Crucé la calle y me senté en una de las que eran nuestras mesas favoritas, una que daba frente a una fuente y donde el olor a flores naturales aumentaba con el correr del tiempo, entonces una mesera se acercó y pregunto si deseaba ordenar algo, le agradecí que me trajera una botella de agua ya que aun estaba esperando a alguien seguí pensando y recorriendo con la mirada todos los ambientes del lugar, donde mas y mas recuerdos llegaban a mi memoria.
Los minutos pasaban y yo ya comenzaba a ponerme impaciente, ¿impaciente? ¿por él? O de repente por el hecho de que odiaba que me dejaran plantada, pero debo admitir que el hecho de volver a verlo me interesaba un poco, de acuerdo, me interesaba mucho, tenia ganas de aclarar las cosas, haber pasado casi tres meses sin verlo y sin saber completamente la historia no me parecía justo, tomando en cuenta que yo era “el amor de su vida”.
Llevaba casi una hora de retraso y comenzaba a considerar la idea de retirarme del lugar cuando observe una cabellera rubia oscura casi castaña, ligeramente despeinada tal y como el solía llevarla, se acercaba y cuando por fin logre observar el rostro lo vi a él, como si tan solo hubiese pasado un día…

-Ally – se paró al frente mio y abrió los brazos esperanzo que lo abrazara – perdóname, me retrasé un poco…
-Ashton – sonreí y me levante para saludarlo –
-No sabes cuanto te extrañé, bonita, me hiciste tanta falta – me aferró a su cuerpo y me abrazó con fuerza - ¿Cómo has estado?
-bien, han pasado muchas cosas – me senté al igual que él y una mesera nos dejo la carta sobre la mesa –
-a mí también me pasaron muchas cosas – confesó – pero creo que el premio mayor se lo llevo nuestro a distanciamiento… por eso quise que viniéramos aquí, hoy – sujetó mis manos sobre la mesa – pero cuéntame que has hecho en estos meses, ¿Cómo te va en el trabajo? ¿Tu mama, tu hermanita? – realmente parecía interesado –
-oh, la empresa es increíble, ya me relaciono con mas personas y el trabajo va de maravilla, mama y mel están bien, contentas, esperan que las visite en navidad – le sonreí aun sin considerar la idea de contarle acerca de Joe -
-Me alegro mucho, de repente podamos ir juntos – me animó – pasaré esta navidad yo solo en california…
-Ash, no entiendo… no sé cómo puedes venir y hablarme como si… como si nada hubiese pasado…
-Porque quiero contártelo todo – tomó aire – no quiero que pienses que me olvidé de ti o que me fue muy fácil cambiarte… no es nada de eso, para mi siempre fuiste la única.
-¿entonces porque me engañaste con aquella mujer?

-no quería ocultarte nada, y tampoco sabía en que iba a terminar todo eso, ella es una chica que conocí en mi infancia, fuimos novios de pequeños, pero cuando inicie la universidad y vine a california perdimos todo tipo de contacto, volvimos a vernos para la boda de mi primo, recordamos cosas y algo renació… pero no pasó ni una semana hasta que me di cuenta de que a quien en verdad quería era a ti… te llamé, pero no me contestabas, así que decidí esperar a volver…
-¿y que crees? ¿Piensas que llegarás y volveremos a ser felices tan simplemente?
-bueno, yo pensaba algo similar a decir verdad… Ally, nosotros nos conocemos…
-yo creí conocerte, Ash…
-no digas eso, porque podría haberte mentido con todo esto y decidí serte sincero, me expuse a algo horrible, podrías haberme odiado, pero te conozco y sé que no eres así… sé que si me entiendes, ¿no te ha pasado nada con nadie en estos meses?
-no – negué con la cabeza, estaba mintiéndole – estuve centrada en el trabajo y ahorrando dinero para ver a mi familia…
-y yo me comporte como un imbécil – me miró con seriedad – quiero que me perdones, por favor… hace mucho tiempo que estamos juntos, hace mucho que nos tenemos el uno para el otro aquí, ¿lo recuerdas? ¿vamos a dejar morir algo así solo por un error?

-no sé Ash… no sé, porque podríamos haber solucionado esto antes, pero casi tres meses después de que pensé que todo se había terminado que regreses e intentes arreglarlo todo no es fácil…
-tu me amas – aseguró y yo lo dude al segundo – y yo te amo, lo sabes y no te cabe duda… tal vez no hoy, pero dame la oportunidad de al menos volver a conquistarte, por favor, prometo hacerlo todo bien esta vez… volvamos a empezar, como cuando eramos universitarios – sonrió con ese gesto tierno que no me dejaba darle una respuesta negativa –
-podríamos tratar, peor veamos a que nos lleva el destino, ¿si?... no apures y no forcemos nada… somos amigos.
-excelente – se animó acercándose mas a mí para darme un abrazo –
¿Sería bueno? No lo sé, estando con Joe logré entender que a él no lo amaba, que me había parecido tan importante en la vida porque era el único ser con el que podía confiar, quien podía ayudarme, pero luego de conocer al hombre que realmente me quitó el sueño nada iba a ser igual, pero al igual que Joe había logrado que me diera cuenta de lo que realmente sentía tal vez Ashton podría servirme para olvidar al amor de mi vida…

InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora