I N E V I T A B L E CAPITULO: O63.

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-Joe, anota esta dirección – su voz me saco de todos mis pensamientos, no sabia cuanto tiempo había pasado, pero ella había buscado y buscado y al final había dado con la dirección correcta en el buscador de Google Maps – allí es, ahora solo resta ir y averiguar acerca de él.
-excelente – anote tal y como me había pedido y luego deje la hoja y el bolígrafo sobre la mesa – es increible… hasta hace pocas horas yo creía estar solo – leo comenté – y ahora se que lo tengo a él… aunque de repente el no sepa que me tiene a mi también.
-Joe – me miró fijo a los ojos - ¿sabes que él tiene una vida, cierto? – Asentí – no es bueno que te ilusiones… de repente el tiene padres, hermanos, ¿me entiendes?... tal vez se ponga firme en no querer saber nada con su pasado, no sabes como pueda reacciona.
-pero tengo que intentarlo – estaba decidido y mi terquedad no iba a permitir que me echara para atrás – tiene que saber quién es, quien somos… ¿y si no tiene a nadie? – pregunté ilusionado - ¿Qué pasa si está buscando a su familia?
-ojala sea así, Joe, de verdad – sonrió y sujeto mi mano – vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance, pero no quiero que te ilusiones, porque es horrible hacerte una idea de algo y que luego todo se te caiga, mantente firme…
-si estoy contigo estoy firme – salió de adentro mío. No estaba seguro si lo había pensado - ¿enserio tenemos que hacer esto?
-no lo buscaremos si no lo deseas…
-no, no Allyson. No hablo de eso. ¿Por qué tenemos que estar separados?
-¿tengo que volver a decir lo mismo que la otra vez? – preguntó incomoda – Joe, ya sabemos cómo es esto, y está bien, sé que cuesta, pero al final te acostumbras, mírame diferente…
-siempre te miro diferente… no te puedo ver igual que a todos, porque jamás serás igual…
-Ashton regresará a Los Ángeles pronto – comentó con rapidez provocando que algo en mi pecho se hundiera y me dejara un vacio casi doloroso –
-Pero tú y él ya no tienen nada – recordé – el te engañó con otra mujer ¿te olvidaste? – intente hacerle memoria, por si pensaba hacer algo incorrecto –
-¿y eso qué? ¿Acaso lo que tú hiciste es muy diferente?
-tu sabias todo lo que yo hacía con Agatha… jamás te engañé.
-Peor aun, la engañabas a ella conmigo – se defendió – Ashton me llamó anoche, regresará y quiere que nos veamos, porque quiere explicarme lo que sucedió en su viaje.
-¿vas a regresar con él? El si te lo oculto todo…
-no, joe, el no me ocultó nada, el hizo lo que tu debiste hacer con Agatha en su momento. Contarle la verdad… decirle que te estaban pasando cosas con otra mujer, que tenia que entenderlo, iba a enojarse, es cierto, yo también me enojé cuando lo hizo, pero mientras el tiempo corre lo asimilas y te das cuenta de que antes de enojarte tendrías que haberle agradecido por el gesto de decirte la verdad y no querer engañarme, no querer jugar con dos al mismo tiempo…
-¿Qué pretendes que te responda con eso? – Pregunte indignado – no me parece justo, lo que siento por ti es completamente real.
-¿tú que sabes si lo que él siente no era real?
-¡te engañó! – Seguí defendiendo a mi favor – ¡yo engañé a Agatha, porque no la quería!
-¡basta! – levantó la voz como una de las pocas veces - ¡basta! No te quiero escuchar mas, ya no mas…
-pero te cierras, no quieres entenderme… - me sentía frustrado – no quiero que estés con él, ¡quiero que estés conmigo!
-primero, jamás dije que iba a volver con él, él quiere hablar conmigo… segundo, no quiero que vuelvas a compararte a ti con él, porque son dos seres muy diferentes, él tiene principios, el eligió terminar nuestra relación para no lastimarme ni a mí ni a terceros, ¿bien?, tu por el contrario intentaste mantener en secreto la relación con tu amante, porque eso es lo que yo era ¿para qué? Supuestamente para no perder negocios, vamos joe, sabemos perfectamente que no es por eso…

-¿Por qué es sino? – el corazón me latía a mil por hora, odiaba que la gente me juzgara por cosas que no eran –
-porque te remuerde la conciencia el hecho de que ella si te quiere – tushé – también por eso me doy cuenta de que no eres un mal hombre – se calmó intentando guardar la calma – por eso también no puedo permitirme que una persona que te ama tenga que sufrir solo por tus caprichos… ¿sabes lo que me hubiese dolido saber que tú estabas engañándome?...
-No es lo mismo…
-Sí, Joe, es lo mismo… - suspiró resignada – se nota que una mujer jamás te engañó, que nunca te dijeron que no… Joe, aprende que en la vida no siempre se sale ganando.
Por más que deseara contrarrestar todo lo que me decía, ella en algo tuvo razón, pero yo nunca quise hacerle mal a nadie, no podían juzgarme por no querer lastimar a una mujer, ella más que nadie tenía que entenderlo.
-¿sabes cuál es el problema con todo esto? – Intenté aclararle – estás jugando con lo que nos está pasando, estás jugando a la señorita justicia y crees que algún día va a cambiar, que solo hay que esperar, ¿sabes algo? Mientras tu esperas y haces tiempo yo puedo aburrirme… y ahí se va a terminar todo…
-No estoy jugando a la señorita justicia y Joseph, si deseas abúrrete, esto ya se terminó, es lo que no entiendes – bajó la mirada con los ojos vidriosos 

Un nudo se me formó en la garganta, un dolor insoportable me golpeó el estomago y algo nublo mi cabeza, recogí mi saco y abandoné en cuestión de segundos mi propia casa, sin hablar una sola palabra más.
Conduje sin rumbo alrededor de la zona por más de 30 minutos, cada vez que estaba nervioso, confundido, afligido, conducir me tranquilizaba, me abría la mente, era una forma de aclarar los pensamientos, de sacarme de adentro todo ese dolor y frustración.
¿Ashton? ¿y quién rayos era Ashton para ir y meterse justo ahora entre ella y yo? Si, era su ex, su más reciente ex y alguien a quien claramente quiso mucho, pero aun así no me parecía justo. sabía que nadie la iba a poder querer más que yo, pero si ella se cerraba jamás iba a poder demostrárselo, mas aun siendo ella, no entendía porque no podía ir por sobre sus palabras, porque no podía actuar, ponerme fuerte, hacerle saber a como diera lugar lo que quería para nosotros, ella me intimidaba a mí, no yo a ella y eso jamás me había pasado; me encantaba.
De repente mi celular sonó sacándome de todos mis pensamientos, del colegio llamaban para avisar que debía pasar a recoger a Holly, cosa que había olvidado por completo. Miré mi reloj de pulsera, marcaban las 3:45pm, cuando la salida normal de Holly era a las 2pm, cambie el rumbo de mi camino y tome la calle que daba directo con la escuela, estaba a pocas cuadras así que no demore más de 5 minutos en llegar.

-Lo siento mucho – me disculpé bajando del auto mientras observaba a Holly tomada de la mano con su maestra, ambas me miraban serio y parecían querer explicaciones – me retrasé un poco, estaba en una reunión, no podía irme.
-Procure que no vuelva a suceder, señor Jonas, porque intentamos respetar horarios – pidió la maestra con una sutil sonrisa –
-sí, de nuevo le pido disculpas… - sujeté la mano de mi hija y la hice a caminar a mi paso – gracias por todo…
-tú no tienes reuniones hasta el viernes - aseguró la pequeña en voz baja –
-¿y tu como sabes eso?
-leí tu agenda del celular el otro día…
-¿y qué haces mirando cosas que no son tuyas?
-estaba jugando y lo encontré… - jaló mi camisa para llamar mi atención ya que yo caminaba mirando al frente y con rapidez para llegar al auto - ¿Por qué no viniste antes?
-tuve un problema, estoy con muchas cosas en la cabeza ahora, pequeña, lo siento, no me acorde de ti, perdóname.
-sí, yo te perdono, pero te has pasado dos autos, el tuyo esta por allá atrás – señalo un auto negro igual al mío unos 5 metros atrás –
-si, por supuesto – di media vuelta y seguí caminando – eso muestra que estoy con muchas cosas ahora.
-¿Por qué no vino por mí la tía Lizzie o Ally?
-porque Lizzie está trabajando en algo importante y Ally esta ayudándola.

-¿Joe? – volvió a llamarme cuando llegamos al auto –
-dime, Holly – me senté frente al volante y la miré –
-¿Por qué tienes lagrimas en los ojos?...
-no tengo lagrimas en los ojos, estoy enfermo, tengo fiebre – le mentí –
-¿en serio? – se estiro y toco mi frente al instante – no, no tienes nada, ¿Por qué me mientes? – ella sonaba siempre tan tranquila, como si nada le sorprendiera, como si pudiese tomarlo todo siempre con calma –
-no te miento, tengo muchas cosas por resolver en el trabajo y eso me cansa mucho…
-Joe, tu estas triste, por eso quieres llorar…
-¿Cómo haces para saberlo todo, ah? ¿Tienes 6 o 7 años? – me sorprendí –
-7 – contestó – pero no soy tonta, yo también me pongo triste… ¿Por qué estas triste?
-cosas de grandes, Holly… - dije sin sacar la mirada del camino –
-pero si quieres me puedes contar, porque somos amigos y en la escuela me enseñaron que los amigos se tienen contar las cosas para poder entenderse mejor…
-¿sabes que eres muy inteligente? – le sonreí desviando por un segundo la vista – pero está bien, por hora no hay nada que contar, pero te prometo que lo haré cuando lo necesite…
-de acuerdo – me sonrió mientras sacaba su preciado libro rosado de adentro de la mochila –

Si tan solo fuera un niño de nuevo. Todo es muy simple, no conoces el rencor, no sabes lo que es mentir, lo que es lastimar, no eres capaz de desear ningún mal ni hacer que te lo deseen, irradias amor y lo recibes por todos los lados, y aunque mi infancia no fue de las mejores debo admitir que fue mi mejor época, que si me dieran una sola oportunidad, un deseo, sería volver a ella y hacerlo todo muy diferente.

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