I N E V I T A B L E CAPITULO: O51

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-¿hola? - atendí con mala gana -
-¿Joe? - una tierna voz susurraba al otro lado -
-Holly, pequeña, ¿Cómo estás?
-joe, prometiste llamarme, ¿Por qué no lo hiciste? - me reclamo -
-lo siento, estuve ocupado, pero te llamare, lo prometo... - no sabía que decirle -
-por favor ven por mi - me rogó con la voz quebrada - quiero ir a casa...
-¿no te diviertes? - Pregunte despreocupado - ¿amiguitas nuevas? ¿Qué tal las clases?...
-Joe, es horrible, quiero irme a casa, por favor - sollozaba -
-estarás bien Holly, vas a acostumbrarte, te lo prometo...
-pero estoy sola, Joe, me siento sola, no quiero estar más sola - protestó - quiero irme con mama, me quiero ir con ella - lloraba -
-no llores princesa, ¿quieres que tus amiguitas te vean como una niña llorona?
-no me importa, no tengo amigas, me quiero ir de acá, quiero volver a mi casa, con mi mama, odio estar acá, ¡lo odio!
-Holly no digas eso, deja de llorar y cálmate, ¿sí? Me pondrás triste... ya faltan poquitos días para irte a ver.
-¡mama me prometió que no me iba a dejar nunca sola! - Le costaba pronunciar las palabras por el llanto - Joe, estoy sola, me lo prometieron...
-no estás sola, estas rodeada de muchas niñas de tu edad que mueren por jugar contigo - sabia que mis excusas eran de las mas estúpidas -
-Joe, ¡por favoor! - no se calmaba -
-Holly... deja de llorar y escúchame, por favor escúchame tu a mí, cálmate, respira... - me hacía caso y se calmaba poco a poco - vamos a hacer un trato, ¿te parece?... - no respondía, pero sentía su respiración en el teléfono - ¿te parece? - repetí -
-si...
-dejemos que pase la semana y los dos pondremos de nuestra parte, ¿de acuerdo?... vemos que tal va hasta el sábado y prometo que haremos algo al respecto...
-no, no te creo...
-¿Por qué no me crees?
-nunca cumples las cosas que prometes, no te creo, me vas a dejar aquí para siempre porque me odias, me lo dijiste, me odias y no quieres estar conmigo, yo me quiero ir con mama...
-hey, no te odio, nunca dije que te odiara... vamos, dame una oportunidad, yo te prometo que haremos algo, ¿sí?... no quiero que me vuelvas a decir eso porque me pones triste, Holly... quiero que sonrías y pases bien lo que queda de la semana, ¿si? ¿Prometes hacerlo?
-no... - aun sollozaba -
-promételo y prometeré que si no eres feliz volverás conmigo...
-no te creo...
-créeme, es cierto, por favor...
-quiero que vengas ahora...
-holly - suspire, estaba cansándome - ¿Sabes algo? Es absurdo, ¿Por qué le ruego que confíe en mí a una niña de 7 años? Hice lo mejor que pude para convencerte, pero si no quieres no voy a rogarte mas, ya deberías madurar, no siempre tendrás a alguien, aprende eso - y de nuevo el "inteligente" Joe hablaba sin pensar siquiera un segundo -

Ambos nos mantuvimos en silencio, yo no diría nada mas, no sabía qué y ella simplemente no dio un una sola señal de estar allí, me sentí un imbécil, un adolescente tonto e inmaduro que actuaba sin pensar, que hería sin importarle nada, pero todo era diferente, no era más un niño y ella no era cualquiera, era mi hija, diablos, porqué tenía que ser así.
Colgué el teléfono y lo lance sobre uno de los sillones, ¿Por qué no me cocía la boca de una vez y dejaba de decir estupideces?

-actuaste como un niño - me respondió Ally la mañana siguiente tras contarle brevemente la historia -
-ya se, lo siento, no tengo paciencia, no puedo... - cubrí mis ojos con las manos -
-deberás aprender, sé que no es fácil, no fuiste padre desde el inicio, pero hay veces que uno tiene que esforzarse por comprender a sus hijos, necesitan mucho más de lo que uno piensa...
-es que no se si comprendes, los niños no me convencen... no se tratarlos y por eso me aburren, no me agradan.
-eso no es cierto - dijo con seguridad - Holly te encanta, te fascina estar con ella y se te ve en los ojos, además es tu hija y bien o mal te encariñaste mucho con ella en este tiempo, niégamelo si no es cierto.
-si, es cierto, ¿pero que quieres que haga? Soy asi, no puedo cambiar...
-puedes - me corrigió - solo dale una oportunidad, tráela contigo, dale ese amor que te está pidiendo a gritos, no hagas que viva sin el amor de su papa... no como tú.
Estaba bloqueado, tanto que no podía hacer nada, solo quise regresar a casa y pensar, Ally iba a entenderlo, últimamente no le prestaba mucha atención, tampoco al trabajo, ni a mí mismo... no entendía que pasaba, pero quería cambiarlo...
Cuando llegue a casa me senté en el escritorio y pose los codos sobre la mesa, respire hondo y cerre los ojos, ¿Qué debía hacer para volver a la normalidad?...
Criar una niña, amar a una mujer a espaldas de otra que "me amaba", acabar mi relación con aquella que dice amarme de la mejor manera posible para no perder los contactos de la empresa, sobrellevar gran parte de Gibson's Company y milagrosamente vivir para contarlo, destruir al hombre que ocasionó toda mi infelicidad... si, todo lo que sucedía en una simple y común vida normal...
Pero debía dejar de pensar y poner algo en práctica, de otro modo solo acabaría en un colapso total.

Levante el tubo del teléfono y marque él código ingles seguido por el numero de Elizabeth que Nick me había proporcionado horas atrás, esperaba que me atendieran y los segundos parecían horas, más aun con el tic-tac del reloj de la pared sonando en medio del silencio.
-¿Hola? - una mujer atendió al otro lado -
-Hola, buenas noches, habla Joseph... Joseph Jonas, el padre de Holly.
-¡Oh! Joe, ¿Cómo estas? ¿sucedió algo con Holly? - se la notaba preocupada -
-no, de hecho ella... esta bien, en perfecto estado... llamaba por algo mas personal, sabes y... me preguntaba si podrías ayudarme en algo.
-lo que sea, solo dime...
-Nick me comento que eres abogada, te necesitaría para unos asuntos legales, papeleos y eso...
-¿acerca de que?
-bueno, pienso que deberíamos hablar eso personalmente... claro, digo, sino te molesta viajas hacia USA lo antes posible.
-¿viajar a América? ¿de nuevo? Oh, no lo se, Joe... no puedo dejar mi trabajo y no creo disponer de suficiente dinero como para viajar hasta USA ahora... pero puedo ayudarte en lo que sea, solo dimelo.
-escucha Elizabeth, realmente es algo importante para mi, mas que un favor necesito de tu ayuda real, necesito tenerte cerca, ¿entiendes? No puedo llamar a cualquier abogado ahora y tu eres lo mas cerca que tengo, creeme, si supieras la historia sabrias que tiene una minima parte que ver con Holly, es sobre ambos, por favor...

-¿con Holly? Bien, yo puedo proporcionarte algún abogado de los que conozco alla en USA y pedirle que se contacte contigo...
-no, te conozco y se que Holly te importa, se que todo lo relacionado a ella te importa y no quiero dejarle la responsabilidad a alguien extraño quien puede tomarlo como otro caso más, ¿comprendes eso?
-no, no comprendo, Joe, realmente no comprendo... ¿Por qué necesitas de mi ayuda con tanta urgencia? ¿realmente es tan malo?
-es malo, Elizabeth... yo puedo contratarte, para que seas mi abogada personal, ¿entiendes?
-¿tu familia no tiene un abogado? Eres una persona con altos recursos económicos, es lo mas lógico.
-no puedo contar con el abogado de mi familia... tiene que ser algo independiente... escuchame, yo te contrato para que trabajes para mi...
-Joe, no puedo hacer eso, tengo un trabajo estable y si lo pierdo seria desastroso...
-te pagare lo que sea, el doble de lo que ganas, ¿Cuántos ganas? Pues te lo duplico...
-no es eso, es mas complicado, no puedo dejar Inglaterra, tengo una vida aquí.
-tienes a Holly aquí, yo puedo conseguirte un lugar para vivir, ¿entiendes? Lo tendrás todo, solo tendrás que centrarte en trabajar para mí.
-es una locura - dudó -
-de acuerdo, entiendo eso, mas solo piénsalo, ¿si? Te volveré a llamar mañana por la mañana para que me des tu respuesta, por favor piénsalo.
-pero, Joe...
-sh, mañana te llamare, duerme bien - colgué -

Baje a la cocina por un vaso de leche, me pare frente al refrigerador y vi un pequeño dibujo que Holly había pegado días atrás, una bella puesta de sol y una mariposa volando sobre el mar, pintado con crayones y una gran precisión, definitivamente la extrañaba.
De Holly me ocuparía luego, tenía tiempo para pensar en ello, pero ahora quería al menos hacerse saber a Ally que la amaba, hacia ya varios días que no se lo decía, la descuide un poco y no quería hacerlo, ella me daba fuerzas y quería que supiera lo importante que era para mi.
Subí al auto y maneje durante unos 20 minutos hasta que llegue a su departamento, eran alrededor de las 10pm cuando toque su timbre, ella bajo en pijama, envuelta en una bata de color rosa suave y me saludo con un tierno beso en la mejilla, corrí mi rostro y bese sus labios de la manera más tierna que me fue posible.
-te amo, ¿sabías? - la abrace mientras subíamos las escaleras -
-¿Qué haces aquí, joe? - me sonrió -
-tal vez quería pasar algo de tiempo contigo... porque te quiero y extraño darte besos todo el día - la bese - extraño que almorcemos juntos, que caminemos por las tardes... ¿recuerdas cuando me insistías para quedarte en la empresa y yo te obligaba a salir? Era muy divertido - admití -

-lo era - presiono con fuerza mi mano - pero entiendo que ahora estamos más centrados en otras cosas, aunque eso no cambia para nada todo lo que te quiero.
-yo también te quiero, Allyson - acaricie su mejilla llegando a la puerta entreabierta de su departamento -
-mmh - cerro sus ojos - tal vez quieras... dormir conmigo esta noche - susurro -
-seria un placer... - acepte justo antes de rosar nuestros labios -
Cerré la puerta con sumo cuidado y me aferre a su cuerpo besándola con delicadeza, la amaba y quería hacerle saber cuan feliz me hacia tenerla conmigo, que me hacía sentir fuerte, que cambiaba cada parte de mi con tan solo mirarme, que era amor puro, verdadero y que la elegiría entre miles, tan solo para mirarla una eternidad.

InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora