Negué con la cabeza divertido al ver a la rubia tratar de apegar a Dwight hacia ella.—por un inútil intento de darle calor—; esta me mira incrédula.
—Me das miedo—comenta con su vos débil, dibujando una sonrisa en mi rostro. Ella se aferra al pecho del rubio. —, para.
—No me has dicho tú nombre, quisiera saberlo—respondo desviando el tema, ¡Eres él que conquistara este mundo, tú puedes saber todo!—, quiero saberlo. —demando.
—Bea, es mi nombre.—responde entre tartamudeos.
Sonrío, y ladeo un poco la cabeza para poder observar sus mejillas pálidas. Sus ojos nuevamente chocan con los míos y desvía la mirada con rapidez.
—Te haré unas preguntas y contestaras con sinceridad. No me importa que te moleste, o te incomode, solo comienzas por el principio y después de te callas. ¿Entendido? —escupo con fuerza en mis palabras, ella costosamente asiente—, Quiero escucharte.
—Si—susurra dando un asentimiento torpe.
—Esto—señaló con la mirada el lugar que nos rodea— ¿es real?
Confundida, enarca una ceja. —Si—responde con timidez—¿Por qué crees que no sería real?
—Yo pregunto, tú respondes, simple cortesía—masculló entre dientes—, ¿realmente amas a Dwight?
—Por supuesto que sí—espeta con rapidez en sus palabras. Esta me da una mirada de sorpresa e incluso de molestia.
Mata a Dwight. ¡Yo sé que deseas hacer eso! Sé que quieres tener a Bea suplicándote que la abraces, que la protejas. ¡Mata a Dwight!
Dándole un golpe a mi frente por un intento de callar a Teddy, sobo mis sienes. ¿Eres marica? ¡Mátalo, lo deseas! ¡No seas mariquita, ¿de qué te sirven esos huevos? ¡Mátalo, Mátalo!
—Mírame —ordenó abriendo mis ojos, Bea sin vacilar me observa, y como lo espero, las voces se callan nuevamente.—, ¿Qué piensas de las personas esquizofrénicas?
Ella acariciando el cabello de su esposo, me da una sonrisa. Una sonrisa —que por mucho—me calma.
—Él único esquizofrénico del mundo es Dios—responde con seguridad en sus palabras, claramente, me sorprendo ante su confianza—; No sé si sea esquizofrénico o solamente amanece con jaqueca y se le olvida que este mundo se le está escapando de las manos.
—Creo que ser esquizofrénico no es tan malo —comente, viendo como 105 se mantenía a lado de la rubia, Kitty, se arrastraba por el suelo para poder tocar la pierna de Bea con delicadeza. Ambas mujeres, la observan con admiración. Como si ellas también admiraran la belleza que en manaba—; al menos, nunca estás solo.
—Probablemente; la esquizofrenia, sea la psicosis perfecta para este mundo descabellado.
Dándole una pequeña sonrisa, tímidamente agacha la mirada con un sonrojo.—Con qué a la tímida le gusta que le sonría—
Admirando como su cabello estaba un poco húmedo, por una lluvia de la cual nos estábamos ocultando, note; como este se ondulaba de poco a poco, como si estuviera tomando su forma natural, todo en ella parecía ser delicado y frágil. Como si estuviera casi a punto de romperse.
¡Marica, marica, marica!
—304—le llamó la atención en bajito notando como este se coloca en el regazo de Bea, dándome una sonrisa de oreja a oreja—; vete de aquí.
¡Él viene, BlurryFace viene por ti!
Me congelo un poco, negué con la cabeza. A pesar de que he vivido con estas cosas toda mi vida, sabía que mi amigo cara borrosa se mantenía observando a la distancia, analizando todo. Él, solo aparece cuando realmente, quiere lastimarme.
—¿Cuál es tu nombre?
La voz de la pequeña mujer, llama mi atención. Ahora Teddy está a su lado, mientras infla unos globos de colores.
—Negan, mi nombre es Negan.—me presento con voz ronca, pero noto que ella entre abre sus labios rosados, y se la pregunta que quiere formular. Y adelantándome ante ello, hablo—; soy esquizofrénico.
