Hay cosas que uno no puede controlar, definitivamente Rick Grimes era una persona demasiado misteriosa. Aunque te sentaras a hablar mil horas con él, jamás adivinarías cuál será su siguiente movimiento, y de eso, estoy admirado.
—Llegaste muy lejos por una simple venganza ¿no lo crees?—le digo en tono burlón, logrando que este se enfade— Estoy seguro de que Maggie y Glenn, no querían esto.
—No hables de ellos como si los conocieras—masculla entre dientes, furioso—, ni si quiera puedes mencionarles. ¡Eres un sin vergüenza!
—Como quieras Grimes, pero algo nos diferencia. Yo no hubiera matado a tus hombres sin un motivo antes—escupo con recelo en cada una de mis palabras—, ¿querías hacerte el líder al cual no le falla ningún plan? ¡Mataste a mis hombres!
—Dwight dijo que ellos no te importaban. Y yo le creo ¿quemarle el rostro? Me das asco, Negan. Todos tus salvadores solamente son un desperdicio de sobrevivientes, el mundo estaría mejor sin ustedes.
Sosteniendo a Lucille con más fuerza doy un paso hacia enfrente, sin dudarlo, le mostraré con quién está tratando. Todo de lo que soy capaz de hacer para proteger a los míos, sin embargo, siento el cañón de un arma en mi nuca.
—El juego se acabo—la voz dura de 'Angelito' se hace presente, después de todo. Él estaría cerca en cualquier momento—; Has perdido Negan.
—¿Eso crees tú?—pregunto con una sonrisa burlona, notando como uno de los hombres camina con sigilo hacia él—; quizá se acabo para ambos.
Todo se volvió negro.
A los cuatro años me diagnosticaron esquizofrenia, mi madre lloro y negó muchas veces a dios por ello. Después de todo ¿Por qué mandaría a un ser humano con la peor enfermedad del mundo? Nunca encontré la respuesta a ello, siempre lo llame marica, y no tengo idea de lo que es la puta fe.
Desee muchas veces morir, que ahora quiero tener un minuto más para vivir, quisiera caminar por este oscuro túnel, recordando la voz de Bea. Aquella risa, la guardaría para hacerla sonar. Cuando el silencio cruce la soledad porque ahora el viaje que emprendí... es eterno.
Dicen que la esquizofrenia es el castigo de Dios, pero para mí fue una bendición; encontré a mi paranoia favorita, y es la persona más inocente, tierna, estúpida, tan ella... tan Bea.
Soy Esquizofrénico, y estoy enamorado.
final narrado por Bea.